PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

martes, 25 de junio de 2013

GRACIAS DE CORAZÓN TODAS LAS MADRES (EN ESPECIAL A QUIENES HAN SUFRIDO LA PERDIDA DE UN HIJO)

"EDUCAR ES INTRODUCIR EN LA REALIDAD CON AMOR Y CONOCIMIENTO. EDUCAR ES CONVERTIR A ALGUIEN EN PERSONA. LA EDUCACIÓN ES LA BASE PARA EDIFICAR UNA TRAYECTORIA PERSONAL ADECUADA." (ENRIQUE ROJAS).

Las madres por excelencia, comprometidas con la vida y el progreso en todos los sentidos, asumen con verdadera entrega y pasión la educación de sus hijos. Esto les implica, considerar las necesidades de esos seres particulares que encarnaron para transitar junto a ellas, el camino de la vida. Este acompañamiento es positivo cuando se realiza con una conducta ejemplarizante, con argumentos y conversaciones razonables y dulces, que comunican conocimientos y promueven sentimientos basados en los valores morales esenciales como lo son: el respeto por la vida, la solidaridad, la justicia, la libertad, la igualdad y otros tantos que se sintetizan en el amor.

INDUDABLEMENTE QUE, LOGRAR TRANSMITIR Y PLASMAR EN LA CONCIENCIA DE CADA HIJO ESTOS VALORES TRASCENDENTES, NO ES TAREA FÁCIL, por el contrario, les exige en forma permanente una actitud que implica asunción de responsabilidades, muchas veces renunciamientos a los propios anhelos, y voluntad firme para la construcción de una relación sólida, de estrechos lazos afectivos. Este accionar les requiere además, paciencia, comprensión de la esencia espiritual de esos hijos y la valoración de la oportunidad que Dios le otorga de ayudarlos y conducirlos hacia la superación consciente de aquellas tendencias erróneas, prejuicios y debilidades que los limitan y traban su evolución, como también, el reconocimiento de las virtudes que demuestran y que han aquilatado en las sucesivas encarnaciones.

EN TODAS LAS ÉPOCAS HA SIDO DIFÍCIL DESEMPEÑAR EL ROL DE MADRE POR TODO LO QUE IMPLICA PERO, ES POSIBLE DEDUCIR QUE EN LA ACTUALIDAD ES ALGO MÁS COMPLEJO, DADO QUE NO SÓLO LES ATAÑE LA CRIANZA Y EDUCACIÓN, SINO QUE ADEMÁS, DEBEN DESARROLLAR TAREAS FUERA DEL HOGAR PARA CONTRIBUIR, EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS, A LA AYUDA ECONÓMICA FAMILIAR.

Esto si bien constituye para las madres una posibilidad de desarrollo amplio de sus capacidades, dado que su actividad no se circunscribe únicamente a la atención del hogar logrando contactarse con la realidad exterior en forma directa, requiere de la templanza y el esfuerzo cotidiano para compatibilizar ambas funciones: la de procurar el bienestar de los integrantes de la familia y la de contribuir eficazmente en su trabajo fuera de este ámbito. Además, existen madres cuyas preocupaciones exceden lo antes mencionado y se brindan solidaria y generosamente a los demás, su amor llega y alcanza otras fronteras motivadas por el deseo que anida en sus corazones de aliviar al necesitado, al que sufre pesares tanto materiales como espirituales.

Aún con las limitaciones que ellas posean, quienes así entienden su misión, representan una vida ejemplar para sus hijos y semejantes. Esta vida ejemplar es la mejor lección que transmiten y graban en cada hijo. Es el reflejo de lo mejor que pueden dar desde su condición humana y se mantendrá vigente incluso ante su ausencia física en la memoria de quienes con ella compartieron conocimientos, sentimientos y experiencias diversas.

Madres de ayer, de hoy, de mañana... siempre se proyectará de su ser, cuando su objetivo se orienta al logro de su misión educadora, la energía amorosa que emana de los seres que asumen responsablemente su compromiso. Un compromiso que habla de dulzura, de entrega, de no horarios, de desgaste físico en algunas etapas de la niñez, de apoyo y comprensión, durante toda la vida.

Un compromiso asumido ante sí mismas que lleva implícito el propio desafío de vivir y ayudar a vivir a otros seres para ayudarlos a ser más felices. Son madres de tiempo completo que se debaten en sus propias luchas, con sus propios errores y limitaciones, pero que, a pesar de ellos, saben acompañar, guiar y educar para la vida.

OTRAS TAREAS PROPIAS DE LA MUJER PODRÁN SER DELEGADAS, EN CAMBIO LA MATERNIDAD, NO ADMITE POSTERGACIONES NI SUPLENCIAS, ES UN ROL QUE NECESITA EJERCITARSE CON PRESENCIAS AMOROSAS, CONSTANTES, BASADAS EN LA FIRMEZA, Y EL AMOR COMO IMPULSO DE VIDA, PARA QUE AYUDE A LOS HIJOS A SER A CADA INSTANTE, MEJORES COMO PERSONA, MÁS DIGNOS, MÁS RESPONSABLES Y MÁS FELICES.

lunes, 24 de junio de 2013

¿DÓNDE ANIDA LA ESPERANZA?

La vida con sus pruebas, sus luchas, sus sinsabores, muchas veces se asemeja a un río el cual debemos cruzar para llegar a la otra orilla. 

Algunos pueden llegar más fácilmente al otro lado, otros podrán encontrar pasos menos exigentes, otros deben prepararse para cruzarlo a nado, y sortear los inconvenientes, pero a pesar de ello, es posible vislumbrar la otra orilla y ver que con frecuencia, está más cerca de lo que creemos. 

Sólo falta el esfuerzo sostenido, la voluntad imperiosa al servicio de un objetivo firme de progreso, la fe y la esperanza de poder lograrlo.

La fe se consigue razonando y aplicando la humildad en la aceptación de las pruebas; se basa en el conocimiento profundo que hace el ser de sí mismo, de las circunstancias de vida y de su destino como ser en constante evolución. Al hombre que es movilizado por la fe lo alienta también una visión positiva de la vida en la que, lejos de ignorar las dificultades, intenta descubrir las soluciones, y ver para qué le sirven esos sinsabores. Procura reflexionar sobre el para qué de las cosas, qué aportan, en qué enriquecen, qué enseñanzas dejan, y no se cuestiona tanto el ¿porqué a mí?, creyéndose víctima de las circunstancias adversas.  

La fe y el optimismo son flujos de una corriente de energía positiva, vigorosa, que no sólo hace que el ser se sienta vivo y pleno, sino que a la vez contagia a los demás y le permite ver la vida con todos sus defectos pero también con todas sus posibilidades de mejoramiento. El optimismo se alimenta de una valoración profunda de los seres con los que se comparte la vida, siempre hay algo para agradecerles, algo por lo que se los pueda estimular, afecto para demostrar en actitudes y palabras sinceras.

Comparando a la vida como una aventura marina, el escritor Enrique Rojas sostiene que el optimista, cuando sobrevienen el peligro o las dificultades, no pierde la calma; tiene fortaleza y serenidad; relativiza y no dramatiza los hechos. Lucha contra los elementos adversos, está atento a todo, pero mirando la lejanía, porque los vientos favorables volverán... 

El ser que proyecta su vida delineada por estos estados de valoración, de fe y esperanza, vive siempre hacia delante, en la confianza y el deseo de que el objetivo trazado llegará a cumplirse algún día. La esperanza es la fuerza que empuja, arrastra, fascina por su contenido y pone en marcha la motivación...

Tener ilusión es tener fe en Dios, es alimentar la esperanza de que las cosas que anhelamos pueden ser posibles; es estar vivo, programar objetivos, soñar con sacar lo mejor de uno, crecer ante las dificultades y llegar a esa cima que de joven uno se planteó. Qué importante sería dinamizar con esperanzas y renovadas ilusiones los propios proyectos, darles energía, erigirlos contra la monotonía y el desgaste, porque sólo así se irán desgranando los esfuerzos por alcanzar lo mejor. Y cualquier naufragio resultará positivo porque enseñará una lección concreta, de la que siempre se aprenderá algo.

La vida se compone de escenas que requieren de esa mirada positiva, de un sentimiento de aliento, de fe y esperanza que nos acompañe, y esos estados anidan en cada uno de nosotros, cuando se cultivan con la serenidad del pensamiento y el sentimiento, cuando el ser se conecta espiritualmente solicitando fuerzas para las luchas, agradeciendo y valorando lo que tiene y recibe cada día.

El latido de la vida está allí, en cada grieta y en cada espacio y como expresa Ernesto Sábato (...) "sólo necesita un latido para seguir viviendo, y a través de él puede colarse la plenitud de un encuentro, como las grandes mareas pueden filtrarse aun en las represas más fortificadas. O una enfermedad puede ser la apertura, o el desborde de un milagro cualquiera de la vida. Una persona que nos ame a pesar de nuestra cerrazón como una gota que golpeara incesantemente contra los altos muros".

Y ENTONCES, ALLÍ ANIDA LA FE Y LA ESPERANZA, EN CADA PLIEGUE DEL ESPÍRITU QUE INTENTA NO ABATIRSE, PORQUE LO SOSTIENE LA MÁS ÍNTIMA Y PROFUNDA CONFIANZA EN DIOS Y EN LA MISERICORDIA DE SUS LEYES QUE SIEMPRE ACOMPAÑAN, SIEMPRE PROTEGEN Y NOS INVITAN A VIVIR INTENSAMENTE LA VIDA.

sábado, 22 de junio de 2013

MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS

Muchas veces al intentar decir algo a otra persona tropezamos con los límites del lenguaje, y a pesar de la variedad expresiva que tiene nuestra lengua, no encontramos las palabras justas para expresarnos, sobre todo cuando se refiere a temas relacionados con los sentimientos, cuestiones personales difíciles o delicadas.

Los aspectos que componen la comunicación humana son variados y la ciencia que los ha estudiado, realizó aportes que clarifican dicha comunicación llegando a la conclusión que es uno de los puntos fundamentales en la vida y en nuestra relación de los demás seres humanos.

Sin embargo, más allá de las palabras (a veces cerca de ellas, a veces no tanto), está el expresivo lenguaje de los gestos, porque el cuerpo habla y los gestos dicen mucho más de lo que nos proponemos manifestar.

En nuestras relaciones con quienes nos rodean, mostramos más de lo que formulamos con palabras; a la vez, también leemos aquello que los otros nos dicen con su mirada o con un gesto que desautoriza lo dicho, es decir que son múltiples los lenguajes que se utilizan en la comunicación.

Sabido es que una imagen vale más que mil palabras, casi lo mismo que un gesto. Según estudios realizados en los Estados Unidos, el 35% de la comunicación durante una charla es verbal y el restante 65% corresponde a gestos, tal vez porque todos los seres humanos tenemos habilidades innatas que nos permiten expresar nuestras emociones a través del cuerpo.

El lenguaje verbal y no verbal (gestos, mímicas, expresiones faciales, etc.), componen parte del valioso entramado que rige la comunicación entre los seres humanos y hace posible el acercamiento, el entendimiento, o bien la confusión y la separación. Porque más allá de estos elementos que lo integran, subyace el sentimiento que alimenta las palabras y las dota de sentido.

Cuántas veces amparados bajo el lema de: "Voy a ser franco y decirte la verdad", mortificamos a las personas con conceptos que pueden llegar a ser verdaderos pero están teñidos de impiedad, y herimos a ese ser al que sólo le llegó la forma en que le dijimos las cosas, con la fuerza negativa de un sentimiento que mortifica y humilla.

Nuestras palabras podrán transmitir ciertas verdades, nuestro lenguaje corporal podrá acompañar o no lo dicho, pero es sumamente importante que el lenguaje de los sentimientos, que son los que dan significado y trascendencia a lo que se quiere decir, sea cuidadoso, minuciosamente analizado, para que las palabras lleguen al otro ser y sean recibidas con el sentido que quisimos darle, con el cariño que fueron alimentadas, con la comprensión que las sustenta y no se produzcan ciertos roces y mal entendidos que hieren el alma y perduran a veces, por bastante tiempo.

El efecto que genera el sentimiento cuando se verbaliza o se transmite en gestos o expresiones, es enorme y a veces no somos demasiado concientes de ello, y no sólo no medimos ni cuidamos nuestro lenguaje, sino que tampoco nos paramos a considerar la importancia que tiene el lenguaje de los sentimientos que son los que en definitiva nos acercan y nos reúnen con quienes amamos. A veces pocas palabras, pocos gestos, pero mucha comprensión de los errores ajenos y circunstancias de vida por las que cada ser debe atravesar, son suficientes para poder estar en armonía con los otros y con uno mismo. Esa armonía es la manifestación perfecta de una expresión correcta, un pensamiento generoso y una acción honesta, todo lo cual dará paz y serenidad a nuestra conciencia.

Qué valioso sería poder hacer del lenguaje verbal y gestual el instrumento ideal para la expresión de los sentimientos de bien que buscan expandirse en cada ámbito de vida diferente, en cada grupo social, en cada etapa de vida, en cada corazón donde palpita la vida.

Intentemos tal vez, fortalecer aquellas palabras que buscan apoyar y expresar sentimientos positivos porque ellos conforman un lenguaje propio. "Cuando hablan los sentimientos, nos vemos obligados a escuchar y a veces, a actuar, aun cuando no siempre comprendamos el porqué. No tener conciencia de los propios sentimientos, no comprenderlos o no saber cómo utilizarlos y expresarlos es peor que la ceguera, la sordera o la parálisis. No sentir es no estar vivo. Más que ninguna otra cosa, los sentimientos nos hacen humanos. Nos hacen, en fin, semejantes." (David Viscott). 

jueves, 13 de junio de 2013

LA MUERTE ES PARTE DE LA VIDA

La muerte es el hecho más profundo 
Y significativo de la vida. 
Eleva aun al último de los mortales 
Sobre la semioscuridad 
Y la banalidad de la vida. 
Y el solo hecho de la muerte 
Coloca la pregunta del significado de la vida 
En toda su profundidad. 
El significado está ligado con el final. 
Y si no hubiera final, 
La vida no tendría ningún significado … 

Para poder empezar a entender la vida, debemos comenzar con el entendimiento de que hay un final. O de una manera más directa, para empezar a entender mi vida, debo comenzar comprendiendo mi muerte. 

No la muerte en un sentido abstracto, sino mi muerte. Porque yo creo que el contemplar mi muerte puede ayudar muchísimo a entender el sentido de mi vida. Saber que la vida es finita, le da el sentido de entendimiento y urgencia a cada día, a cada momento. 

EN LAS PALABRAS DE KUBLER- ROSS, “LA MUERTE ES LA LLAVE PARA ABRIR LA PUERTA DE LA VIDA”.

Una de mis imágenes favoritas de la muerte proviene de la película de Monty Python, The Meaning of Life. No sé si esta escena pasará la prueba del tiempo como el Réquiem de Mozart. En medio del humor, la escena ciertamente presenta una imagen clásica de la muerte. Comienza en un lugar ventoso y desolado; la cámara enfoca una alta figura solitaria, un esqueleto apenas cubierto por un ropaje negro, sosteniendo una guadaña: la Muerte. Camina hacia una casa y golpea la puerta con su guadaña. El inglés que abre la puerta ve la herramienta y dice: ¿se trata de la cerca? No, yo soy la Muerte.

El inglés se vuelve a los invitados reunidos para la cena y anuncia: es un tal Muerte, y está aquí con la segadora. Por cortesía, el grupo de ingleses y americanos le pide a Muerte que se quede a cenar con ellos.

La Muerte trata de explicar quién es y que viene para llevárselos. Finalmente, para llamar la atención del grupo, rompe algunas de las copas de vino. Señalando lo que parece ser un salmón en mal estado dice: todos ustedes están muertos.

“Bueno, eso nos entristece la velada”, responde una persona. Otra se levanta y le increpa: “Mira, irrumpes aquí sin estar invitada, rompes nuestras copas y luego nos dices como de pasada, que estamos todos muertos”.

La Muerte sienta al hombre de un empujón. La mujer que cocinó el salmón sigue murmurando lo apenada que está. El hombre americano trata de dar un discurso. Finalmente, la Muerte los convence de que están todos muertos y deben seguirla. Caminando de tras de ella y aun cargando algunas de las copas de vino intactas, uno de ellos dice: ¿nos llevamos nuestros coches? La escena termina con ellos conduciendo sus coches, siguiendo a la Muerte hacia una luz blanca y brillante.

EL rostro de la Muerte en esta escena es grosero, espantoso, una visita no invitada, una visita inesperada. ¡Ah, la muerte! Ella está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja.

Para algunos esa es la imagen tópica que tienen de la muerte, pero para otros, la muerte puede tener una sonrisa en el rostro, actuar con cortesía, hasta con misericordia, e invitarnos elegantemente a un carruaje cuando llegue nuestra hora. 

PARA MÍ, LA MUERTE TIENE MUCHOS ROSTROS. 

Tiene el rostro de mi madre. Fue mi primera oscuridad de dolor. Y tiene el rostro de mi padre, poco tiempo después. Tiene el rostro de muchos amigos que han partido, y el de hombres, mujeres y niños de mi comunidad que he conocido y que he amado. Para otros podrá tener el rostro de una esposa o un marido, de un hijo o una hija, de un padre o madre, hermano, hermana, amigos. La muerte tiene muchos rostros.

Pero les confieso que con el tiempo, la muerte y yo nos hemos hecho amigos. Sí. La muerte es hoy una amiga. Es una constante compañía que me ayuda a buscar y resaltar lo mejor en cada persona, en cada momento, en cada recuerdo y especialmente, que me ayuda a buscar lo mejor de mí mismo.

ES LA QUE ME HACE RECORDAR, VOLVER A PASAR POR EL CORAZÓN, A CADA UNO DE ESOS ROSTROS.

La muerte, con la apariencia de mi madre o de mi padre, en el rostro de mis amigos, me recuerda que debo dar urgencia a mi vida, me recuerda que debo estar agradecido por las bendiciones de cada día. Me recuerda que puede llegar en cualquier momento. La muerte me hace reflexionar en lo que hoy es verdaderamente relevante en la vida.

LA MUERTE TIENE PARA MÍ MUCHOS ROSTROS. ELLOS SON UNA PARTE INSEPARABLE DE MÍ. Y TODOS ME ALIENTAN A SER Y HACER, A SUPERAR EL DOLOR Y A BUSCAR ALCANZAR MI PAZ DE ESPÍRITU. 

Extracto del libro de Marcelo Rittner: “APRENDIENDO A DECIR ADIÓS”

lunes, 10 de junio de 2013

EL DOLOR DE LA PÉRDIDA DE UN HIJO POR RECHAZO

Hay muchos aspectos a analizar en la siempre complicada convivencia y vida familiar, pero sin ninguna duda el más doloroso y destructivo es: EL RECHAZO ENTRE PADRES E HIJOS. 

RECHAZAR: SIGNIFICA “SEPARAR DE SÍ A ALGO O ALGUIEN...” 

 Toda pérdida de un hijo produce en los padres un enorme dolor, pero hay pérdidas de las que no se habla, por vergüenza, por sentimiento de culpabilidad, por sentimiento de fracaso como padres, pero están y no podemos negarlas. 

Diferentes circunstancias de la vida familiar en ocasiones dan como resultado que un padre o una madre escuche de su hijo/a: “NO QUIERO VERTE MÁS, HAZTE A LA IDEA QUE NO TIENES HIJO/A”. 

En ese momento se rompe el alma y sangra el corazón, como padre o madre te niegas a creer que esa frase se ha pronunciado y nunca llegas a aceptarla, la escondes en el fondo más profundo de tú ser. 

A partir de ese momento te cambia la vida, sientes que te falta algo y al dolor de la pérdida se suma un sentimiento de culpabilidad, que hace muy difícil llevar el día a día. 

Es muy dura, la pérdida de un hijo/a por rechazo, a todo el dolor de una perdida por muerte, se suma la impotencia de saber que esta, no muy lejos de ti y no poderlo abrazar, hablar con él, ni siquiera felicitarlo el día de su cumpleaños, los recuerdos siempre están presentes, es como morir un poco cada día que pasa y el conflicto no se soluciona. 

Todos los días das vueltas y vueltas, tratando de encontrar una solución y lo único que consigues es entrar en un bucle de dolor que se retroalimenta solo, no entiendes porque esa decisión cuando no ha sucedido nada, ni existe ningún motivo para ella, no aceptas lo que te lleva a estar siempre en el borde de la desesperación. 

La mejor forma de tratar este conflicto es con paciencia y amor hacia tú hijo, esperando que llegue el día que vuelva ti. 

Desde mi experiencia se que a veces se abre una puerta para la solución del conflicto, tratando de acercarse mediante una carta dirigida a tu hijo/a más o menos en estos términos: 

“Entiendo que de alguna manera te he podido faltar o fallar en algo y trato en todo momento de ver dónde me he podido equivocar gravemente para procurar encontrar una solución. Sé que se han creado malos entendidos que han generado nuestro distanciamiento y puede que haya hecho algo de forma inconsciente que haya afectado a nuestra relación. Mi intención es poder rectificar y poder subsanar dichos malos entendidos, pero me estoy dando cuenta que yo solo no puedo, por lo que necesito que me ayudes a encontrar la forma de romper este alejamiento, para que no sea cada vez más insalvable. Y todo ello porque te quiero y como padre necesito tenerte cerca”. 

 RECHAZAR: SIGNIFICA “SEPARAR DE SÍ A ALGO O ALGUIEN...”

jueves, 6 de junio de 2013

COMO SALIR DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS‏

CUANDO ATRAVESAMOS SITUACIONES DOLOROSAS NOS ENCONTRAMOS EXPERIMENTANDO MUCHAS EMOCIONES NEGATIVAS QUE NO SABEMOS O NO PODEMOS MANEJAR. 

MUCHAS VECES NOS ENOJAMOS CON NOSOTROS MISMOS PORQUE CREEMOS QUE DEBERÍAMOS SENTIRNOS MEJOR O POR NO SABER SALIR DE ESTOS ESTADOS. 

Pero las emociones son grandes aliadas porque nos muestran qué es lo que nos sucede en realidad para poder así solucionarlo. No es bueno acallarlas o hacer de cuenta que no las vivimos porque de esta manera solo agravamos el problema y nos perdemos la gran oportunidad de conocernos mejor y crecer. 

Lo malo en esto es permanecer más de la cuenta en estados en los cuales vemos todo negro porque desde acá nada bueno puede surgir y solamente vamos a lograr incrementar esta negatividad con pensamientos, sentimientos y acciones negativas o destructivas.

Para que puedas superar esta situación de una forma sana y rápida, te expongo algunas ideas: 

PRIMERO: PERMÍTETE VIVIR LA EMOCIÓN. 
Tómate un tiempo y trata de entender qué es lo que sientes, qué emoción te genera, en qué parte de tu cuerpo la experimentas. Algunas veces creemos que nos sentimos de determinada manera por un hecho en particular que vivimos, pero cuando nos detenemos y tratamos de interpretar qué es lo que nos pasa podemos descubrir que en realidad nos sucede otra cosa que ni siquiera sabíamos que nos pasaba. Este primer punto es el comienzo para sanar nuestras emociones. 

SEGUNDO: NO CREAS QUE SIEMPRE DEBES ESTAR BIEN O FELIZ.
Hay muchos momentos que sentirnos bien no nos es posible y esto no significa que esté mal o sea incorrecto. Es normal y sano atravesar diferentes etapas, como de tristeza, desesperanza, dolor, etc. porque es parte de nuestro desarrollo. Lo importante es que te permitas vivir esta etapa y que no la perpetúes más de la cuenta.

TERCERO: BUSCA HACER ALGO DIFERENTE.
Una vez que pudiste descubrir qué es lo que te sucede, que ya lo haz hecho consciente, es momento de hacer algo para salir de este estado. Aquí es necesario que aprendas a conocerte y descubras qué cosa o qué acciones te pueden ayudar a cambiar tu estado de ánimo. Para que de orientes te listo algunas actividades: • escuchar música • bailar • realizar alguna actividad física • leer • pintar • pasear • regalarte unos masajes • hablar con amigos • comer algo rico • darte un baño de inmersión • jugar con niños • mirar una película o videos divertidos Busca lo que te haga bien a ti en el momento que lo necesites ya que no siempre será lo mismo. En mi caso, la música tiene el poder de hacerme sentir bien enseguida pero no siempre es la misma música e inclusive tampoco el mismo género así que estoy atenta a cómo me hace sentir y así lo puedo disfrutar. 

CUARTO: NO TE IMPACIENTES 
El que hagas algo para cambiar el estado anímico no significa que tus problemas se resuelven. Pero lo que sí logras con esto es centrarte en otra polaridad, más positiva, en la cual las ideas o las soluciones puedan surgir. 

Si ves todo mal no podrás cambiar nada, en cambio si comienzas a sentirte mejor iras notando que te vuelves más creativa para poder afrontar lo que necesites de otra manera y con otra actitud. 

EN RESUMEN: BUSCA DESCUBRIR QUÉ ESTÁN QUERIÉNDOTE “DECIR” LAS EMOCIONES, DATE PERMISO PARA SENTIRTE MAL Y BUSCA HACER ALGO PARA NO PERMANECER EN ESTE ESTADO MÁS DE LA CUENTA.

Y RECUERDA QUE, CUANDO LOGRAS SENTIR BIEN ANÍMICAMENTE ES CUANDO SE ABREN PUERTAS QUE PARECÍAN NO EXISTIR Y SURGEN OPORTUNIDADES Y SOLUCIONES QUE DE OTRA MANERA NO HUBIESES PODIDO DESCUBRIR.

miércoles, 5 de junio de 2013

AUTOCONOCIMIENTO Y MEDIUMNIDAD PARA ENTENDER LOS PROCESOS DE LA MUERTE

Diversidad de pensadores, filósofos, científicos de distintas áreas, comparten el pensamiento de lo trascendente que es para el ser humano conocerse a sí mismo, como camino que le permitirá acceder a un mundo mejor, generador de una transformación moral del planeta, que aspira una etapa más pacífica y espiritualizada.

 El conocimiento de sí mismo, la conciencia del propio yo, es lo que otorga libertad y fuerza al espíritu, lo introduce en el conocimiento de la vida y de las leyes que la rigen, aportando a su existencia confianza en si mismo, esperanza y seguridad en sus acciones.

 El autoanálisis supone esta introspección con todo lo que ella implica: debilidades por superar y virtudes donde apoyarse para el cambio, así como la reflexión valorativa de los seres y las circunstancias de la vida. 

Lograrlo con sinceridad, objetividad y método es y será un reto trascendente para el ser humano, porque en él subyace la génesis de su progreso moral.

 El Espiritismo aporta un método que combina la disposición personal hacia el deseo de superación y la posibilidad de intercambio con el mundo espiritual. 

 El estudio de la filosofía Espirita, nos ubica en un plano de conocimiento de lo moral a partir del estudio de las leyes que orientan la vida del espíritu y nos llevan a contactarnos con nuestros compromisos evolutivos.

 Es en esa actitud estudiosa en donde toma preponderancia la reflexión como método para establecer esa comunicación con el estado espiritual superior, con el espíritu protector, con los espíritus familiares, donde a través de un intercambio pensado y sentido, se recibe en la mente y en el corazón lucidez y fuerzas que nos alimentan fluídicamente.

 En este momento de intuición, nuestra capacidad de pensar y de sentir aumenta y somos más efectivos en la lucha por nuestros objetivos de superación personal.

 Es el momento del encuentro con uno mismo, tan necesario para aprender a conocernos, analizando nuestras reacciones, observando nuestra imagen en el espejo que nos muestra tal cual somos. Es el inicio para corregir aquello que deba ser corregido y es el momento de analizar también aquellas fuerzas conquistadas a través de tanto tiempo, que son el fruto de nuestro esfuerzo y que merecen nuestra valoración.

 En las etapas previas a la evolución consciente, el espíritu no comprende que está evolucionando y actúa bajo el impulso de las Leyes Espirituales que propician su encarnación y desencarnación en un proceso dolor-aprendizaje, acierto-plenitud.

 Si tomamos como inicio en el camino de la evolución consciente el momento en que el espíritu advierte que sus acciones le producen dolor e insatisfacción, en que comienza a descubrir su individualidad despertando a la realidad espiritual de la mano de su Guía Protector, deducimos que también comienza un proceso de autoanálisis y evaluación.

 Cada espíritu es único en su capacidad de reacción a partir de muchos condicionamientos, pero todos cuentan con las mismas oportunidades de crecer y desarrollar sus potencialidades.

 Es como si el espíritu empezase, a recorrer el camino evolutivo en estado de conciencia a través del dolor.

 Pero no sólo el dolor lleva al crecimiento espiritual. Los sentimientos de plenitud por acciones y sentimientos de bien también cuentan en el balance de sus experiencias.

 La institución espirita puede brindar un invalorable apoyo en la tarea de formación filosófica con orientación en el estudio de la personalidad. 

 Comprendemos la importancia que tienen para el progreso individual los intercambios con el mundo espiritual que se realizan en las sesiones mediúmnicas de distinta índole, pero sobre todo en aquellas destinadas a la orientación moral de los asistentes en intercambio con espíritus superiores. 


En este ámbito organizado, con un director, médiums escribientes, videntes de control, conjunto de amparo y asistentes habituales, se dan las condiciones necesarias para que el estado espiritual responda a las inquietudes de quien lo desea.

 Es un ámbito adecuado en el cual prevalecen el respeto, la solidaridad, el interés por compartir preocupaciones y problemáticas afines, y que también favorece la influencia de espíritus familiares que en ese ambiente especial encuentran las condiciones fluídicas para hacer sentir su presencia intuitiva apoyando nuestros análisis y determinaciones de bien.

 Los métodos de nuestra institución responden a una forma individual y grupal que fomenta el aprendizaje personal desde un sistema que necesita y desarrolla la humildad.

 El Espiritismo se desenvuelve sobre el conocimiento y la aplicación de las Leyes Divinas. ¿Cómo podemos darnos cuenta si estamos en cumplimiento de las mismas? Podemos encontrar la respuesta evaluando qué relación hay entre el conocimiento que tenemos y su aplicación práctica.

 Las Leyes Divinas en su conjunto regulan la vida del espíritu en su trayectoria evolutiva y dentro de este camino está la encarnación, en la que se le presentan al espíritu las alternativas que le permiten desarrollar todo su caudal de potencias y debilitar sus errores.

 El espíritu encarnado necesita de todos los seres que lo acompañan para poder cumplimentar sus objetivos de evolución y las diferentes situaciones que se le presentan en este plano.

 En el cumplimiento de las leyes, se abarcan todas las virtudes que el espíritu puede desarrollar y aquilatar, y dentro de ese marco, el hombre cuenta con una posibilidad invalorable de traducir las fuerzas negativas en positivas. 

 Planteada la importancia de la reflexión, del aporte que hace la institución espirita a través de la sesión mediúmnica, y del conocimiento que podemos adquirir a través del estudio de la doctrina y las Leyes Divinas, se pone a nuestro alcance la gran posibilidad de llegar a un profundo conocimiento de nosotros mismos.

 Con el aporte de la voluntad y un sincero deseo de superación, los recursos están a nuestro alcance. Podemos valernos de ellos y aplicarlos de manera habitual y sostenida apoyados por sus fundamentos filosóficos y su metodología práctica.

 De esta manera, decididamente orientados en la búsqueda de nuestra propia superación, estaremos en condiciones de aportar a la evolución de la humanidad. 

 “El afán del espírita es buscar en todo momento de la vida a quien dar un consejo, una palabra de consuelo y ayudar donde quiera que haga falta su presencia, procurando dejar el sendero, como se dice, sembrado de flores.”  ALAN KARDEC 

 www.acpalalborada.blogspot.com

lunes, 3 de junio de 2013

EL DOLOR

EL DOLOR ES LA METÁFORA EXTREMA DE NUESTRA CAPACIDAD DE SENTIR 

NO ES FEALDAD NI DESPROPÓSITO, SINO UNO DE LOS MEDIOS PARA ENCONTRAR EL SENTIDO 

EL DOLOR ES UNA REALIDAD CUYA ACEPTACIÓN TRATAMOS CONTINUAMENTE DE POSTERGAR, A PESAR DE QUE ES LA METÁFORA EXTREMA DE NUESTRA CAPACIDAD DE SENTIR. EL DOLOR TIENE UNAS CAUSAS, PERO HABLAR DE ELLAS PONE EN PELIGRO EL “ORDEN” ESTABLECIDO O INDUCIDO. POR ESO SE ESCONDEN LAS CAUSAS DEL SUFRIMIENTO QUE ORIGINA EL PODER LEGITIMADO POR UN MODELO POLÍTICO, ECONÓMICO, CULTURAL, MODERNO O TRADICIONAL, QUE NO SE REVISA Y QUE SE CONSTITUYE DOGMÁTICAMENTE COMO ÚNICA FÓRMULA DE INTERACCIÓN SOCIAL, OCULTÁNDOSE LAS RESPONSABILIDADES TRAS LAS ESPALDAS Y EN LAS SOMBRAS. GOZAR EL PLACER, SUFRIR EL DOLOR, NO VIVIR DE ELLOS, SERÍA LA MANIFESTACIÓN DE UNA VERDADERA MADUREZ HUMANA. 

De tanto que miramos, no vemos; de tanto que nos hablan no oímos; de tanto que poseemos estamos insensibilizados para buscar. Pero nos queda el dolor como el sentido que en algún momento nos despierta de nuestro inconsciente sueño. Se teme al dolor, pero el dolor nos puede acercar a nuestra humanidad. Aunque nosotros lo neguemos, él está ahí. Aunque, incluso, en los círculos sociales más cercanos e íntimos nos parezca “incorrecto” demostrar la “debilidad” de padecer, el dolor, tercamente, estará presente.

Del dolor no se quiere hablar porque provoca, porque nos enfrenta, porque nos intranquiliza. Pero si pudiéramos medir el nivel de dolor que hoy el ser humano produce y se produce, es probable que el experimento hiciera saltar por los aires el supuesto laboratorio, ante el grito concentrado que se encierra en las entrañas del alma de este planeta. 

EL DOLOR ES, PUES, UNA REALIDAD CUYA ACEPTACIÓN NOSOTROS TRATAMOS CONTINUAMENTE DE POSTERGAR, PERO QUE A LA ALTURA DE NUESTRA ACTUAL CONCIENCIA SOCIAL SU EXISTENCIA IMPIDE QUE NOS DURMAMOS EN ESTA INCONSCIENCIA QUE NOS ANULA, QUE NOS INSENSIBILIZA: EL DOLOR ES LA METÁFORA EXTREMA DE NUESTRA CAPACIDAD DE SENTIR. 

Se habla del dolor causado por la frustración, la soledad, la renuncia, la humillación, el desprecio, la incomprensión. También se habla del dolor de los que no tienen nada, de los que emigran, de los que abandonan a los hijos, de los que torturan y de los que son torturados; de los delincuentes, de los que no tienen trabajo, de los que no poseen asistencia médica para sí mismos o para sus seres queridos; de los que se ven arrastrados por guerras que ni comprenden ni les van, de los desplazados, de los sometidos por epidemias que los que tienen las soluciones contra ellas no están interesados en erradicar. 

DOBLE LECTURA 

Y ese dolor que es “estéticamente feo” no lo asumimos como realidad humana cuando se manifiesta como pobreza, dependencia, enfermedad, injusticia, violencia, ignorancia, desamparo... atreviéndonos a negar o a omitir la verdad que se esconde: el dolor está ahí porque lo producimos en nuestra fábrica de mentiras y de imágenes aparentes que alimenta la máscara social, aunque se diga que son efectos no deseados, incontrolados. 

Pero esos efectos no deseados también se reciclan y se vive de ellos, son portadas de todos los medios de comunicación. Para eso es para lo que se utiliza el dolor, el ajeno claro, en una sociedad de la imagen y el hedonismo: se utiliza el sufrimiento físico y psíquico como espectáculo, nutriendo con el morbo el vacío que dejan las frustraciones en los proyectos, las dificultades para conseguir los sueños, las injusticias justificadas con discursos cargados de confusión y mentiras.