PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

jueves, 29 de noviembre de 2012

INVESTIGACIÓN MÉDICA REVELA EVIDENCIA SOBRE LA REENCARNACIÓN

DESCUBRIMIENTOS DE LA DRA. WAMBACH Y EL DR. MICHAEL NEWTON SOBRE REGRESIONES A VIDAS PASADAS.
 
En la comunidad científica, una hipótesis no será aceptada hasta que la evidencia muestre que hay altas posibilidades de que sea cierta. Sin embargo, se sabe que la comunidad científica pondrá la prueba bajo reexaminación. Por lo tanto, no es de sorprenderse que la investigadora en cuestión, la doctora Helen Wambach, psicóloga, haya mantenido una actitud de cuestionamiento con respecto a su estudio sobre la reencarnación. De hecho, personas de su círculo indicaron que Wambach quería “desacreditar” la reencarnación.
 
Los libros de la doctora Wambach Reviviendo vidas previas (Reliving Past Lives) y La vida antes de la vida (Life Before Life), publicados en 1978 por Bantam Paperback Books, trataban sobre la evidencia de la reencarnación bajo hipnosis, y describían sus investigaciones en detalle. En la primera mitad de su libro, Wambach habló sobre cómo se interesó por los fenómenos espirituales, y qué la llevó a comenzar sus estudios. También les contó a los lectores su experiencia de estar confundida y hasta cínica. Sin embargo, decidió continuar con su investigación después de encontrar lo que creyó ser información verídica entre la vasta cantidad de datos recogidos. En la segunda mitad del libro, describe los datos que juntó y su análisis.
 
A FINES DE LOS AÑOS 60, WAMBACH LLEVÓ A CABO UN ESTUDIO DE 10 AÑOS SOBRE RECUERDOS DE VIDAS PREVIAS, CON 1.088 SUJETOS BAJO HIPNOSIS. PARA MAYOR PRECISIÓN HISTÓRICA, LA DOCTORA WAMBACH HIZO PREGUNTAS ESPECÍFICAS SOBRE LA ÉPOCA EN LA CUAL LA GENTE VIVÍA Y PREGUNTAS SOBRE LA VIDA COTIDIANA EN TALES ÉPOCAS.
 
La Sociedad Americana de Hipnosis Clínica describe la hipnosis como un estado de absorción interna, concentración y atención enfocada. La hipnosis es un procedimiento durante el cual un profesional médico, o investigador, guía al sujeto a experimentar cambios de sensaciones, percepciones, pensamientos, o comportamiento, es decir, un estado de conciencia alterado. En base a las diferencias en las ondas cerebrales, estar bajo hipnosis no es similar al sueño, sino similar a la meditación tradicional budista o taoísta.
 
Bajo tales condiciones, la gente posiblemente podría usar su tercer ojo para observar sus vidas previas. Bajo la terapia de la regresión a una vida previa, la persona se puede identificar con un cierto individuo de una particular época anterior. Aparentemente, experimentará todo lo que el individuo experimentó en ese momento de tiempo particular, y podrá comunicarse verbal u oralmente en un idioma antiguo. Interesantemente, tras despertar de la terapia de regresión, el individuo ya no será capaz de reconocer el idioma antiguo. A veces, la personalidad presente del individuo puede participar con un rol pasivo en la regresión, esto quiere decir que el individuo observará la vida previa como si estuviese mirando una película. Podrá escuchar las palabras sin entender lo que se dice.
 
Durante la sesión de hipnosis, el individuo hipnotizado puede recordar el tiempo y lugar de los eventos, pero de alguna manera mezclarlos con su personalidad de esta vida o de la vida previa. Puede ser capaz de saber el tiempo y lugar del recuerdo particular. Por ejemplo, cuando se le hizo una pregunta específica a un individuo hipnotizado sobre la época y el lugar, él vio una fecha de la era Cristiana. Esto nos dice que marcar el lugar y tiempo exactos del recuerdo puede ser difícil, aunque algunos individuos hipnotizados pueden ser capaces de señalar el lugar en un mapa.
 
Tras un meticuloso análisis de los datos, la doctora Wambach concluyó que la información reunida bajo la hipnosis era, con respecto a documentos históricos disponibles, “increíblemente precisa”, con la excepción de 11 sujetos. Por ejemplo, un individuo dijo que tocaba el piano en el siglo XV, cuando el piano en realidad fue inventado dos siglos más tarde.
 
Entre los once sujetos, nueve dieron información que difería sólo un poco del marco histórico de la época. Es sorprendente que sólo un 1% de la población fue imprecisa en la información proporcionada bajo la hipnosis. Está claro que si todos esos recuerdos son meras ilusiones, es imposible un índice tan bajo de errores.
 
La doctora Wambach hizo preguntas específicas sobre la época, incluyendo la posición social, raza, género, vestimenta, utensilios, dinero, vivienda y por el estilo. Utilizó gráficos y tablas para registrar la información para que sea más fácil de comparar con la de la época correspondiente.
 
Con respecto a la posición social, Wambach clasificó a la gente como clase alta, clase media y clase baja. Encontró que su población podía ser separada en 10% de la clase alta, 20-35% de la clase media y el restante 55-70% de la clase baja. A pesar de que la proporción de los casos de clase media era relativamente más alta alrededor del año 1.000 a.C., la proporción cayó más tarde, y volvió a subir después del 1.700 d.C, comparable con la del 1.000 a.C.
 
Documentos históricos muestran que durante esa época, los artesanos y los comerciantes se encontraban principalmente cerca del mar Mediterráneo Este. Las empresas comerciales estaban bien establecidas. Sin embargo, aproximadamente un 60-77% de la población vivía en o por debajo del nivel de la pobreza. Usaban ropa hecha por ellos mismos y vivían en casitas simples con techos de paja. La mayoría eran campesinos que trabajaban todos los días en el campo. Ninguno de los individuos hipnotizados recordaba ser una figura histórica famosa. Aquellos que recordaban tener una posición social alta parecían estar bastante insatisfechos con sus vidas, como si el estar vivo fuese una carga. Aquellos que recordaban ser un campesino o un miembro de una tribu primitiva parecían estar contentos con sus vidas. La evaluación de los datos sugiere que es muy improbable que estos recuerdos provengan de la imaginación del individuo. Generalmente, la gente se imagina a uno mismo como una figura histórica famosa o un noble y no como algo tan mundano como un campesino o un miembro de una tribu primitiva.
 
La vestimenta de los sujetos durante su vida previa también se correspondía con los registros históricos. Por ejemplo, un sujeto que vivía alrededor del año 1.000 a.C. en Egipto describió distintos tipos de prendas de vestir usados por las clases altas y las clases bajas. Las clases altas vestían una túnica blanca de algodón de largo medio o largo completo. Las clases bajas vestían algo como un tipo de pantalones exóticos que se envolvían desde la cintura hacia abajo. Los investigadores consultaron registros históricos de vestimentas utilizadas durante los respectivos períodos y por lo tanto pudieron compararlos con las descripciones de estos sujetos. Se encontró que las descripciones eran correctas. También estamos bastante seguros de que estos sujetos no estaban familiarizados con lo que vestían los antiguos egipcios.
 
Una mujer recordó que fue un caballero en el 1.200 d.C. Dijo que, “Siento que es poco viable. Debo tener ilusiones”. Continuó diciendo, “Bajé mi cabeza para ver mi pie. Vi un par de botas con puntas triangulares. Pensé que serían de punta redonda, como la armadura que vi en el museo.” Más tarde, encontró tales botas de punta triangular en una enciclopedia. Según la enciclopedia, este tipo de botas se usaban en Italia antes del 1.280 d.C. Recordó que estaba en Italia en ese tiempo, ya que murió en el 1.254.
 
Es difícil explicar estos fenómenos como ilusiones. Pero quizás no sean aceptados fácilmente por la ciencia moderna como evidencia para el concepto de la reencarnación.
 
Por supuesto, el lector debería juzgar por sí mismo si la reencarnación existe o no. Debería juzgarlo basándose en su experiencia personal y sistema de creencias. Este artículo es para aumentar su interés sobre el tema. No obstante, lo deseemos o no, la reencarnación es parte de nuestra cultura.
 
DATOS A TENER EN CUENTA:
 
1) La investigación científica ha descubierto muchos casos de recuerdos anteriores a la vida entre niños pequeños. Estos recuerdos fueron estudiados, clasificados y confirmados a través de rigurosas investigaciones.
 
2) Los detalles que los sujetos recordaron sobre sus vidas previas corresponden con los registros históricos. Aún más, hay una gran coherencia entre recuerdos anteriores a la vida de la misma época y regiones geográficas.
 
3) Los sujetos recordaron idiomas antiguos y palabras que no aprendieron durante esta vida. Además, después del estado hipnótico ya no podían hablar ni entender esos idiomas.
 
4) Algunos sujetos, entre familiares, amigos, o incluso extraños, recordaron a las mismas personas y detalles independientemente.
 
5) El recordar angustias y eventos de vidas previas contribuyó decisivamente a tratar y a menudo a aliviar los problemas y enfermedades que sufrían hoy, tales como el terror y dolores duraderos.
 
¿Es la reencarnación una hermosa fantasía o una realidad? Tras la hipnosis, mucha gente asegura que puede recordar vidas pasadas y parece poder describirlas en gran detalle. ¿Son reales o sólo fantasías? ¿Puede comprobarse esto científicamente? ¿Se ha recopilado y analizado información para comprobar o desmentir estas hipótesis?
 
A fines de los años 60, La Dra. Wambach (Psicóloga) llevó a cabo un estudio de 10 años sobre recuerdos de vidas previas, bajo hipnosis, con 1.088 sujetos. Para mayor precisión histórica, la doctora hizo preguntas específicas sobre la época en la cual la gente vivía y sobre la vida cotidiana en tales épocas.
 
Tras un meticuloso análisis de los datos, la Dra. Wambach concluyó que la información reunida bajo la hipnosis era, con respecto a documentos históricos disponibles, “increíblemente precisa”, a pesar de que en el inicio de su investigación tenía la intención de “desacreditar” la reencarnación.
 
Wambach seleccionó para su investigación principalmente a sujetos blancos de clase media de California. Sus recuerdos indicaron que habían vivido en distintas áreas geográficas y el color de su cabello era distinto durante la vida previa. Wambach los dividió en varias categorías de ascendencia: caucásicos, asiático, indios, negros y del oriente medio. Alrededor del 2.000 a.C., sólo el 20% de los sujetos eran caucásicos. Vivían ampliamente dispersados a lo largo de lo que se conoce como el Oriente Medio, el Mediterráneo, Europa y Asia Central (Kazakhstán, Uzbekistán, etc., zona llamada Estepa Central durante los tiempos históricos). Los recuerdos de los sujetos parecían ser principalmente de dos razas distintas (aproximadamente 40% de cada una).
 
La edad media de los sujetos era de alrededor de los 30 años y la mayoría nació después de 1945. Cuarenta y cinco de los sujetos recordaron vidas previas entre el año 1900 y 1945;n tercio eran asiáticos. Entre los que vivieron entre el 1900 y 1945, la muerte por causas no naturales parecía ser muy alta. Muchos de ellos murieron durante las dos guerras mundiales, también en guerras civiles en países asiáticos. Por lo tanto, esta gente reencarnó poco después de haber muerto. Sorprendentemente, la Dra. Wambach encontró que el 69% de los sujetos que murieron durante los 1850 eran caucásicos, mientras que entre el 1900 y 1945, sólo 40% eran caucásicos. Parece que la transmigración de las distintas razas aumentó después de 1945. ¿Qué podría haber sucedido durante esa época? La Dra. Wambach dijo bromeando: “lo más probable es que muchos devotos de la Iglesia Congregacionalista reencarnaron en la China comunista”.
 
Con relación a los hábitos alimenticios de la gente que vivió alrededor del 500 a.C., éstos no eran tan malos. El veinte por ciento de los sujetos recordaron que comían aves y carne de oveja. Sin embargo, entre el año 25 d.C. y el 1.200 d.C., los hábitos de comer eran bastante pobres. Los sujetos recordaron que la comida era desabrida. No es de sorprenderse que los que recordaron la comida más sabrosa eran aquellos que recordaron una vida previa en China. Una de las mujeres le contó a la Dra. Wambach que comía muchos rábanos en su vida previa. Dijo: “No he comido rábanos durante esta vida, así que es un misterio para mí el cómo supe que eran rábanos”. Unos meses después, fue a comer a un restaurante con su marido. Había unos vegetales blancos que se veían bastante raros en uno de los platos que ordenó su esposo. Después de probarlo, le dijo a su esposo que era como el sabor del rábano que comió en su vida anterior. Le preguntaron al camarero, y éste les dijo que eran rábanos. Otra persona recordó que había vivido durante los años 800 d.C. en lo que hoy se llama Indonesia. Recordó haber comido un cierto tipo de nuez que no había comido, ni siquiera visto en esta vida. Más tarde vio una foto de esas nueces en una revista. “¡Es exactamente lo que vi bajo la hipnosis!” dijo, “el artículo comentaba que estas nueces sólo se encuentran en la isla de Bali”.
 
La Dra. Wambach también interrogó a los hipnotizados durante los recuerdos de una vida determinada, las razones de sus muertes y sus experiencias. Para protegerlos de la angustia y el sufrimiento, la doctora les dio instrucciones de suprimir sus sentimientos negativos de ese tiempo. Las experiencias de los sujetos eran muy similares a las experiencias extracorpóreas sufridas por personas reportadas clínicamente muertas por los doctores e investigadores de hoy. Salieron de sus cuerpos, se vieron a sí mismos desde arriba, vieron luz y a los familiares que habían muerto anteriormente. Se sintieron libres de los lazos humanos y, al mismo tiempo, tristes por aquellos parientes que aún seguían vivos.
 
Entre todos los sujetos, 62% murieron de vejez y enfermedad, que los antiguos chinos llamaban “murió en su cama”. 18% murió violentamente durante la guerra o alguna otra catástrofe provocada por el hombre, y el restante 20% murió en accidentes. Algunos sujetos dijeron que ya habían dejado sus cuerpos físicos aún antes de ser fatalmente heridos. Encontramos que en el año 1.000 a.C. y el siglo XX d.C., la proporción de gente que murió violentamente alcanzó su número más alto. Parecía haber muchas batallas localizadas entre tribus durante el 1.000 a.C. En el siglo XX, muchos murieron durante un ataque aéreo cuando tiraban bombas en áreas civiles. Por lo general, esta gente había muerto de asfixia por el humo causado por las bombas. Esta información pudo ser verificada fácilmente por registros históricos recientes. Nuevamente, creemos que las descripciones de los sujetos no fueron una ilusión, ya que no mucha gente estaba al tanto de esto.
 
La Dra. Wambach no era una creyente religiosa. A la información que juntó la llamó un “mito” de la vida. También alentó a los lectores a que obtengan su propio “mito”. Hoy en día, hay muchos libros publicados sobre la reencarnación. La información reunida por investigadores más recientes es más exhaustiva, profunda y perspicaz que los datos juntados por Wambach. Aun así, el libro su libro, “Vida antes de la vida”, sigue siendo valioso porque hasta ahora es la única investigadora que completó un análisis estadístico para poner a prueba la hipótesis de la reencarnación con una amplia muestra de información.
 
Por supuesto, el lector debería juzgar por sí mismo si la reencarnación existe o no.
 
La mayoría de las investigaciones llevadas a cabo sobre el tema de la reencarnación se han enfocado en el recuerdo de vidas previas. Las investigaciones no se enfocaron en explorar lo que le sucede a una persona en el lapso entre una vida y la siguiente. El estudio sobre vidas previas del Dr. Michael Newton comenzó accidentalmente. Un día, Newton dio instrucciones poco claras a uno de sus pacientes llevándolo a recordar una de sus vidas previas. Mientras continuaba estudiando sus vidas previas, accidentalmente descubrió un área aún más amplia para investigar a través de otra instrucción poco clara. La persona que abrió ambas puertas fue una mujer de mediana edad.
 
Un día, tras recordar una de sus vidas previas, el Dr. Newton le pidió que regresara al momento cuando perdió a su pareja. También le preguntó si había un grupo de gente al que ella extrañara mucho. Repentinamente, la mujer comenzó a llorar. Cuando Newton le preguntó qué pasaba, ella contestó, “Extraño a mis amigos, esta es la razón por la cual me he sentido tan sola en este mundo.” El doctor estaba muy confundido y le preguntó, “¿Dónde están tus amigos?” Ella contestó, “Están en mi ‘hogar eterno’. Accidentalmente, la conciencia de la mujer había viajado al “otro lado”, al cual ella se refería como su “hogar espiritual.”
 
Desde ese entonces, el Dr. Newton comenzó a estudiar el mundo del “otro lado”. Entre los pacientes había fieles creyentes religiosos así como ateos. Sin embargo, la mayoría de la gente estaba en un punto medio, creyendo en varias filosofías. Sorprendentemente, Newton encontró que cuando sus pacientes entraron en la dimensión del otro lado, lo que describieron era muy similar uno del otro. La acumulación de casos fue muy lenta. Pero después de diez años de investigación, el Newton finalmente estableció un modelo para explorar el otro lado. Durante esos diez años, nunca reveló sus hallazgos al público. Al mismo tiempo, tampoco leyó ningún libro metafísico con el propósito de evitar formar cualquier tipo de noción preconcebida.
 
El libro de 300 páginas del Dr. Newton, Viaje de las almas (Journy of Souls) se publicó en 1994. Este libro documentó, en orden cronológico, el viaje espiritual de varios pacientes mientras reencarnaban de una vida a la siguiente. Una considerable porción del libro son diálogos entre Newton y sus pacientes. Siete años más tarde, a pedido de sus lectores, publicó su segundo libro, Destino de las almas (Destiny of Souls). Este libro de 400 páginas fue aún más exhaustivo en su documentación.
 
Los pacientes vieron al mundo del otro lado como su verdadero lugar de origen y su verdadero hogar. En sus descripciones, el mundo espiritual es un vasto y hermoso espacio, intenso y radiante. La razón por la que los llamamos mundos espirituales es para hacer una comparación con nuestro mundo material. Otra forma de verlo es que el mundo espiritual es un mundo más real y fundamental con alta energía. Los seres que lo habitan no tienen sufrimientos y se encuentran en paz total. Sus cuerpos no tienen peso y pueden flotar en el aire sin esfuerzo. Una vez que una persona entra al mundo espiritual ya no es engañado por nuestro mundo material.
 
Todas las vidas pertenecen a distintos grupos y reencarnan en sus respectivos grupos. Se acompañan mutuamente de una vida a la siguiente. Los compañeros de cualquier individuo particular jugarán varios roles en su vida. Podrán ser su esposa, padres, hijos, hermanos, amigos o enemigos. De todas las relaciones predestinadas, la relación entre esposo y esposa es la más importante. Normalmente, el cónyuge de uno es la persona más cercana a uno de su grupo, aunque en la vida, por varias razones, puede darse que nos emparejemos con la persona equivocada. Entre los pacientes de Newton había una pareja quienes vivieron durante la época de la Roma antigua. Durante aquella vida, la mujer fue una esclava que cocinaba para los gladiadores. La noche antes de que ese gladiador muriera en batalla, él le dijo, “Te amo para siempre.” La reunión de esa pareja durante esta vida cumplió aquel juramento. En la China antigua, los enamorados se prometían mutuamente, “Seamos marido y mujer a lo largo de todas nuestras vidas”.
 
A veces, una persona no puede regresar inmediatamente a su grupo debido a que ha cometido algunos actos malos en el mundo, y su energía se ve dañada. Sin embargo, si sus pecados no pueden ser perdonados es enviado a la tierra para ser víctima del mismo tipo de violencia que una vez ejerció sobre otros. En el mundo espiritual, uno es absolutamente honesto y nunca busca excusas por sus pecados. Todos los malos actos, sin importar hayan sido intencionales o no, serán pagados en la próxima vida. Si las acciones injustas de uno dañaron a mucha gente en este mundo, tendrá que pagarlo sufriendo miserias similares a lo largo de varias vidas.
 
En su libro, Newton describe un fenómeno interesante con respecto a la energía. En otras dimensiones, la energía del alma se manifiesta como colores, y son indicadores de la iluminación y desarrollo espiritual de una persona. El doctor también acentuó que hay una jerarquía en el mundo espiritual, pero esta estructura es muy armoniosa. Es completamente diferente de las clases sociales y las jerarquías políticas de este mundo. Las almas de los niveles más altos tratan a las almas de niveles más bajos con compasión y tolerancia, y todos son respetados y amados.
 
Tras reunirse en el mundo espiritual, las almas conocen a seres de niveles más altos, quienes se convierten en sus guías espirituales. Las almas se sienten muy cercanas a aquellas que las guían y tienen un inmenso respeto por ellas. Cuando las almas se encuentran con sus guías espirituales es de alguna forma similar a un estudiante dirigiéndose a la oficina del director. El alma le dice al guía las cosas que ha hecho bien, las cosas que ha hecho mal y como lo compensará en su próxima vida. Parece que todo lo que hace una persona, sea bueno o malo, es documentado en detalle.
 
Justo antes de que las almas se reencarnen son llevadas a un lugar para escoger un cuerpo. A menudo, las almas eligen una vida imperfecta con miserias y tribulaciones para poder pagar deudas pasadas o elevarse a niveles más altos. Tras tomar decisiones sobre su próxima vida, las almas son enviadas a una sala circular tipo salón de funciones, donde les es permitido ver con anticipación eventos importantes que sucederán en su próxima vida. Un momento importante particular que se ve es el momento cuando sus cónyuges entran en sus vidas. En tiempos antiguos, el matrimonio era generalmente arreglado por los padres de la persona y este evento ocurría sin ninguna complicación. En la sociedad de hoy la gente tiende a depender más del razonamiento que de su intuición. Como resultado, a veces pierden la oportunidad de conocer a sus cónyuges convenidos.
 
CONCLUSIÓN
 
La investigación evaluada en este artículo es tan sólo un pequeño porcentaje de los estudios llevados a cabo sobre la reencarnación. Estamos viviendo en un tiempo donde prevalece la ciencia y deberíamos ver estos estudios desde una perspectiva científica. Después de todo, la ciencia es un proceso continuo que se está desarrollando y renovando continuamente. Desde una perspectiva científica moderna, en última instancia, los fenómenos físicos obedecen a una serie de leyes matemáticas y teóricamente todo, incluyendo la química, biología, y la sociedad, deben seguir leyes. Ya que los acontecimientos que tratamos en este artículo no pueden ser explicados por la ciencia moderna, muchos los consideran imposibles. Pero, ¿deberíamos considerar todo lo que la ciencia no puede explicar como ciencia ficción?

martes, 27 de noviembre de 2012

ENFRENTARSE A LA VIDA DE UN MODO NUEVO:

Según me parece, una de las cosas que la mayoría de nosotros acepta ansiosamente; y da por sentada, es la cuestión de las creencias. No estoy atacando las creencias.
 
Lo que tratamos de hacer, es averiguar por qué las aceptamos. Y si pudiéramos entender los motivos y las causas de la aceptación; quizá seríamos capaces no sólo de comprenderlas, sino también de liberarnos de ellas.
 
Uno puede ver cómo las creencias políticas, religiosas, nacionales y otros tipos diversos de creencias, separan de hecho a los seres humanos.
 
Generan conflicto, contusión y antagonismo, lo cual es obvio; sin embargo, no estamos dispuestos a abandonarlas.
 
Está la creencia hindú, la creencia budista, la cristiana... innumerables creencias; sectarias y nacionales, diversas ideologías políticas.
 
Todas rivalizando entre sí, tratando cada una de convertir a las otras.
 
Es evidente; todos podemos verlo, que la creencia separa a las personas y crea intolerancia.
 
  ¿ES POSIBLE VIVIR SIN CREENCIAS?
 
Eso podemos descubrirlo, sólo si somos capaces de estudiarnos a nosotros mismos en relación con una creencia. ¿Es, entonces, posible vivir en este mundo y no tener creencia alguna?
 
No cambiar de creencias, no sustituir una creencia por otra, sino estar enteramente libres de todas las creencias. Con el fin, de que nos enfrentemos a la vida de un modo nuevo a cada instante.
 
Esto; después de todo, es la verdad: Ser capaces de afrontarlo todo de una manera nueva; afrontarlo de instante en instante sin la reacción condicionadora del pasado (Con nuestras creencias), de modo tal que no exista el efecto acumulativo que actúa como una barrera entre uno mismo y lo que es.
 
KRISHNAMURTI
 
Extracto………. “DEL LIBRO DE LA VIDA”

lunes, 26 de noviembre de 2012

“CUANDO LA GENTE BUENA SUFRE” (II PARTE)

“ La gente que leyó este libro me pregunta con frecuencia si creo en los milagros. Por supuesto que creo. Pero algunas veces debemos mirar con mucha atención para verlos porque no siempre adoptan la forma que estábamos esperando".
 
Cuando los padres de un niño sumamente enfermo rezan por una recuperación milagrosa, cuando los tíos y tías y abuelos y miembros de su iglesia o sinagoga se unen a sus oraciones, y el niño muere, ¿debemos llegar a la conclusión de que no hubo milagro? ¿De qué nuestras plegarias no fueron escuchadas?
 
En realidad, quizá sí hubo un milagro, después de todo. El milagro no fue que el niño sobreviviera; algunas enfermedades son incurables. Tal vez, el milagro fue que el matrimonio de sus padres sobrevivió, a pesar de las tensiones que inflige la muerte de un hijo en un matrimonio. El milagro puede ser que la fe de la comunidad sobreviva aún después de comprobar que en este mundo los niños inocentes enferman y mueren. Cuando vemos que gente débil se vuelve fuerte, que gente tímida se vuelve valiente y que gente egoísta se vuelve generosa, sabemos que estamos presenciando un milagro. Yo he visto esos milagros (muchos de ellos me sucedieron a mí). Sospecho que todos los hemos visto.
 
Cuando viajo no son muchas las personas que reconocen mi nombre, pero sí muchas las que reconocen el título de este libro. Cuando la gente buena sufre se ha transformado, virtualmente, en una frase común para referirse al tema de las injusticias de la vida. Al contemplar los acontecimientos de los últimos ocho años, encuentro tres motivos de satisfacción:
 
Primero, le he contado al mundo la historia de la vida y muerte de Aaron. Cuando Aaron comprendió que moriría al comienzo de su adolescencia, fue importante para él que se conociera su historia. Aparentemente, muchos niños con enfermedades terminales temen que, al morir, se los olvide porque su vida fue muy breve y estuvo demasiado llena de dolor como para recordarla. Tuvimos que asegurarle muchas veces que su vida era demasiado preciosa para nosotros como para olvidarla. En parte, escribí este libro para cumplir una promesa que le hice a mi hijo.
 
Segundo, el hecho de que este libro cambió mi vida es mucho menos importante que el hecho de que cambió la vida de miles de personas, dándoles esperanzas y consuelo y ayudándolas a encontrar el camino de regreso a Dios. Dondequiera que viajo y doy conferencias, me encuentro con personas que me dicen que he cambiado su vida, no sólo a través de mis ideas sino por ser una persona que sufrió una pena y emergió íntegra de ella. En última instancia, esa será mi inmortalidad, el haber influido beneficiosamente en la vida de los demás.
 
Y, finalmente, pienso que este libro dio significado a la vida de Aaron. Aaron no vivió lo suficiente para casarse y tener hijos o para tener un efecto sobre la vida de los demás (aunque varios de sus compañeros del pequeño colegio al cual asistió, escribieron ensayos en la universidad refiriéndose a él como “mi personaje inolvidable”). Sin este libro, su muerte sólo hubiera sido una estadística, una tragedia privada. Pero creo que Dios, que no envió la enfermedad ni podía evitarla, hizo por mí lo que hace por tanta gente que sufre: me dio la fortaleza y la sabiduría para convertir mi dolor personal en un instrumento de redención, un medio de ayuda para los demás. Como en la adivinanza de Sansón en el Libro de los jueces (14:14): “Del que come salió comida, y del fuerte salió dulzura”.
 
Extracto del libro: "CUANDO LA GENTE BUENA SUFRE"
 
Autor: HAROLD S. KUSHNER Natick, Massachusetts, 1989

sábado, 24 de noviembre de 2012

LA ACEPTACIÓN DE CÓMO SOMOS Y LO QUE VIVIMOS. (REFLEXIONES PARA EL FIN DE SEMANA)

CUÁNTAS VECES HEMOS DESEADO SER MÁS AMABLES, NO TENER AGRESIVIDAD O NECESIDAD DE JUZGAR.
 
CUÁNTAS VECES HEMOS QUERIDO PODER ENTREGARNOS MÁS A LA VIDA SIN TEMORES.
 
CUÁNTAS VECES HEMOS CAÍDO UNA Y OTRA VEZ EN ESOS PATRONES VIEJOS QUE CREÍAMOS YA HACE TIEMPO HABER SUPERADO. CUÁNTAS VECES HEMOS LUCHADO ANTE LO QUE LA VIDA NOS PRESENTABA.
 
CUÁNTA RESISTENCIA HEMOS PUESTO ANTE LO INESPERADO Y SORPRESIVO. CUÁNTAS VECES NOS EXIGIMOS, NOS CASTIGAMOS, NO NOS ACEPTAMOS.
 
Hoy luego de transitar la lucha ante aquello que no quieres ser, tener, ver, en definitiva que no quieres vivir, es tiempo de bajar la defensa, de detener la guerra y pedir la Paz interior. Hoy es tiempo de vivir en ACEPTACIÓN.
 
Si niegas la oscuridad en ti, tu cuerpo se encargará de hablar de lo que le sucede a tu interior.
 
Si niegas o reprimes cada emoción baja que aparezca, y te esfuerzas por no ver lo que está adentro sin resolver, tu alma se sentirá presa de tus conflictos, tus emociones serán desproporcionadas y poco sinceras contigo y con los demás. Si niegas o luchas ante lo que el camino te presenta, sólo será más difícil que antes.
 
Eres humano, y estas aprendiendo a Amar, y entre un aprendizaje y otro, habrá caídas, vueltas e idas, pero no te enojes contigo o con lo que te toca vivir, estas aprendiendo como un niño a caminar. No califiques tus vivencias o tus estados emocionales como buenos o malos. Sólo son.
 
ERES TODO LO QUE VIVES, ENTONCES VIVE TODO LO QUE ERES.
 
Hay un justo equilibrio, un punto entre las polaridades de lo que quieres ser y lo que eres realmente, o lo que quisieras vivir y lo que vives realmente, y en ese punto está la Paz.
 
Si encuentras ese punto en tu vida, ese lugar de ti donde puedes descansar y aceptar todo sin juzgar, podrás trasformar cada momento, cada segundo de tu existencia en una bendición. Podrás vivir en verdadera e imperturbable Paz.
 
En este punto central de ti, serás lo que eres, ni más ni menos. Ni blanco ni negro, ni bueno ni malo. Eso eres tú, una chispa de Dios jugando a recordar su origen Divino.
 
NO NIEGUES NADA. TODO LO QUE ATRAVIESAS, EN ALGÚN LUGAR MÁS PROFUNDO HAS DECIDIDO VIVIRLO PARA EXPERIMENTAR Y CRECER.
 
Equilibrio. El camino del medio es al que debes llegar, y cómo se llega: Con Aceptación. Aceptando lo que eres ahora, tus limitaciones, tus temores, bloqueos; aceptando tus “problemas” actuales, tus conflictos cotidianos.
 
CUANDO TRANSITES ALGO QUE NO PUEDAS TRANSFORMARLO CON LO QUE ERES O TIENES, ACÉPTALO. ABRÁZALO. ESO ERES TÚ.
 
¿Cuánto esfuerzo gastas en querer negar lo que eres, en querer negar lo que debes ver y transitar? ¿Y si simplemente lo aceptas? ¿Si simplemente te aceptas y te abrazas, y abrazas todo lo que hay dentro y fuera de ti? ¿Si te amas y dices: “Acepto lo que Soy”, “Acepto lo que en mi vida se presente”?
 
Tal vez eres consciente de que puedes dar mucho más de ti si estarías en otra situación de vida, pero para llegar a más debes aceptar lo que hay Aquí y Ahora.
 
Escúchate un momento. Tomate un tiempo para apreciar tu camino. Mira todo lo que eres. Sólo debes amarte, sólo debes amar tu vida. “Esto es lo que soy. Esto es lo que vivo hoy. Sé que puedo más, siento mis potenciales y capacidades ilimitadas, pero hoy me toca transitar esto. Quisiera una vida más armoniosa, pero hoy, en este segundo de mi eternidad, acepto lo que vivo. Hoy me acepto como soy”
 
LA ACEPTACIÓN TRAE PAZ. EL ESFUERZO Y NEGACIÓN, CANSANCIO E INFELICIDAD.
 
Pero es importante no confundir “Aceptación” con “resignación”.
 
La resignación te hará estancarte en la situación de vida, sin necesidad ni motivación de cambio alguno. Y principalmente, la resignación difícilmente te traerá paz porque estarás siendo sólo una parte de todo lo que eres verdaderamente.
 
La resignación es la no esperanza de cambio. La aceptación es cambio, porque cuando se acepta lo que hay, lo que hay ya no es lo mismo.
 
La aceptación es la esperanza de que todo es transitorio y momentáneo, pero aun así me enseña a que debe ser respetado y vivido.
 
La aceptación verdadera trae indudablemente Paz, y esta paz será la llave de la transformación.
 
La mayoría de las veces cuando algo difícil se presenta en nuestras vidas, tomamos dos posturas, o luchamos contra ello o lo negamos consciente o inconscientemente. Toda la vida hemos crecido así. Se nos cae algo al piso y decimos “No!”. Se nos rompe algo y lo primero que decimos sin pensar es “No!” Nos echan del trabajo, perdemos algo importante, nos separamos de alguien querido, y ante todo el primer impulso que tenemos es decir “No, no puede ser”.
 
Puede haber cosas más difíciles que aceptar que otras, pero debemos saber que cuanto mayor es el caos, mayor es la paz que se siente cuando se lo acepta sin resistencia.
 
Empieza probándolo en pequeñas cosas, verás que liviano comienza a ser todo. Di “Si!”. Sólo date la oportunidad de soltar la resistencia de los hechos de tu vida.
 
POR SUPUESTO QUE ES MÁS FÁCIL ACEPTAR AQUELLO QUE COMPRENDES, QUE SABES LOS PORQUÉS, LA RAZÓN POR LA CUAL VIVES O SIENTES ALGO, QUE AQUELLO QUE NO COMPRENDES POR QUÉ DEBES TRANSITARLO Y POR LO TANTO LO SIENTES INJUSTO PARA TI. PERO AUN ASÍ, ANTE EL MAYOR DESCONCIERTO, CONFÍA, SIENTE EL ORDEN DETRÁS DEL CAOS.
 
Suelta la mochila. No es pesada si la entregas al poder superior. Descansa la mente, no debes entenderlo todo. No debes solucionar el mundo. No debes ser de una determinada forma ante los demás. No te esfuerces por mantener una imagen de ti ante ti mismo y el mundo. No hace falta que lo hagas, primero porque en ningún lugar está escrito cómo debes ser, y segundo porque estarás limitando la verdadera belleza de tu alma.
 
Acepta tus limitaciones, los problemas de tu vida, los conflictos interiores. Acepta la luz y la sombra de la vida.
 
Acéptalo con humildad y sinceridad. No debemos ser perfectos, sólo sinceros y humildes. Sólo flexibles y livianos.
 
Entrega todo eso que guardas adentro de ti, deja que salga. Es una mochila muy pesada para ti, pero rápidamente se vacía si la miras con aceptación. Si la miras con amor. Si la abrazas y la sueltas.
 
DEJA QUE TU ALMA AFLORE, DEJA QUE GUÍE TUS ACCIONES, PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS. SI QUIERES CONTROLAR Y MEDIR CADA COSA QUE OCURRE, TU ALMA NO TENDRÁ LUGAR PARA EXPRESARSE. SIN EMBARGO, SI ACEPTAS TODO EN PAZ, TU ALMA TOMARÁ EL MANDO DE TU VIDA, Y TODO SE TRANSFORMARÁ.

jueves, 22 de noviembre de 2012

SILENCIO Y QUIETUD

LA MUERTE DEBE SER ALGO EXTRAORDINARIO, COMO ES LA VIDA. PARA COMPRENDER LA MUERTE TENEMOS QUE COMPRENDER LA TOTALIDAD DE LA VIDA, NO TOMAR SÓLO UN FRAGMENTO DE ELLA Y VIVIR CON ESE FRAGMENTO, COMO LO HACE LA MAYORÍA DE NOSOTROS. EN LA COMPRENSIÓN DE LA VIDA ESTÁ LA COMPRENSIÓN DE LA MUERTE, PORQUE AMBAS NO ESTÁN SEPARADAS.  "KRISHNAMURTI".
 
Cuando la existencia duele es bueno dar largos paseos por la naturaleza, sin prisas y en silencio. Los árboles, las nubes, el sol, el agua, el viento y el cielo son sanadores. También lo es estar callados y sin hacer nada en casa. La quietud y el silencio nos conectan con nuestra fortaleza y nos ayudan a recordar lo valiosos y extraordinarios que realmente somos.
 
Entrar en el mundo del silencio, a través de la meditación, el yoga o cualquier práctica que nos ayude a encontrar un poco de paz en nuestro transito por el duelo y sus distintas etapas.
 
Que aun a pesar del dolor que sentimos por dentro, no nos desconecte con la realidad diaria de nuestro mundo, porque todos y todas sabemos que el mundo a pesar de nuestro dolor por la pérdida de nuestro ser querido, no se detiene.
 
No es fácil, lo sé, pero debemos intentarlo, compatibilizar esos dos mundos en los que vivimos, nuestro mundo interno de silencio y quietud, donde reside nuestra esencia y nuestro mundo externo.
 
Es más fácil escucharnos y sintonizar con la esperanza, la confianza, la paciencia y el amor incondicional si nos centramos en nosotros mismos, porque es en nuestro interior -y no fuera- donde de verdad se encuentran.
 
LA TRANSFORMACIÓN LENTA Y PROFUNDA QUE EMPRENDEMOS DURANTE LA TRAVESÍA DEL DUELO REQUIERE LLEVAR UNA VIDA PAUSADA Y SENCILLA.
 
No es momento de acumular, al contrario, la liberación llega si somos capaces de aligerar miedos y desprendernos de lo que nos ocupa DEMASIADO ESPACIO Y TIEMPO.
 
Debemos intentar acceder al conocimiento de los procesos que se dan en nuestro interior, el conocimiento nos lleva a la comprensión y la comprensión nos lleva a la aceptación y la aceptación con conocimiento nos llena a la paz interior y aunque el dolor de la perdida siempre está presente, será un dolor sereno.
 
ASÍ, DESNUDOS DE RECELOS, AL FINAL DEL VIAJE CADA UNO ALZARÁ CON PLENITUD Y SERENIDAD EL VUELO.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

“CUANDO LA GENTE BUENA SUFRE”

¿Qué aprendí de esas cartas, llamadas telefónicas y encuentros personales con las personas a quienes mi libro conmovió?
 
Principalmente, que existe mucho más dolor en el mundo del que yo había imaginado. Como pastor de una congregación, creía tener noción del sufrimiento y la angustia que me rodeaban. En una semana cualquiera, un cierto número de mis parroquianos tenía que internarse en un hospital. Un cierto número acudía a mí para consultarme acerca de problemas con sus padres ancianos, matrimonios tambaleante s o hijos rebeldes. Dos o tres veces al mes, me llamaban para oficiar un funeral, por lo general la muerte tranquila de una persona anciana, pero ocasionalmente una pérdida más trágica. Suponía que el mundo era así: la mayoría de la gente proseguía con su vida normal mientras que, en un momento determinado, una minúscula porción de la humanidad tenía aflicciones y sufría.
 
La correspondencia que recibí me indicó lo contrario: supe de pérdidas dolorosas, enfermedades con secuelas serias, personas que habían sido perjudicadas por aquellos en quienes confiaban. Yo había partido de la suposición de que mi esposa y yo éramos la excepción porque, en un mundo lleno de gente normal, habíamos perdido un hijo. Aprendí que existían pocas personas “normales” en el mundo. Quizá no tengamos mucho en común con los Bush, Kennedy y Rockefeller pero, al igual que ellos, nosotros y la familia que vive en la vereda de enfrente o la gente que vive a la vuelta de la esquina, hemos perdido a un hijo. Y quienes no hayan sufrido esa tragedia probablemente han recibido otro tipo de heridas o las sufrirán si viven lo suficiente y se interesan por los demás.
 
Durante los últimos ocho años aprendí algo que quizá debí haber sabido pero no sabía: no solo existe mucho sufrimiento sino que, en su mayor parte, la religión organizada no cumple bien con su trabajo de aliviar ese dolor. En una carta tras otra, los lectores me contaban que su pastor o sus amigos religiosos tenían buenas intenciones pero les decían las cosas equivocadas que los hacían sentirse peor. ¿Por qué? Es posible que las expectativas de la gente fueran demasiado elevadas o irreales, que su pérdida hubiera dejado un vacío que no podía llenar ni siquiera el pastor más hábil. Si los amigos no podían devolverle la vida a una persona amada, ¿qué podían hacer para que una esposa, madre o hija se sintiera mejor? Pero creo que también existe otra razón. Es posible que el objeto de la mayoría de las respuestas religiosas no sea tanto aliviar el dolor de la persona sufriente sino defender y justificar a Dios, para persuadirnos de que lo malo es en realidad bueno, de que nuestra aparente desgracia sirve a los designios más grandes de Dios. Las frases tales como “con el tiempo, esto te convertirá en una persona mejor”, “debes estar agradecido por lo que tuviste”, o “Dios solo elige a las flores más bellas para Su jardín celestial”, aun cuando hayan sido dichas con las mejores intenciones, son interpretadas por el que sufre como si le estuvieran diciendo: “Deja de sentir lástima por ti mismo; existe una buena razón para esto”. Sin embargo, lo que más necesitan las personas que atraviesan por un momento doloroso es consuelo, no una explicación. Un abrazo cálido y un oído paciente curan más corazones que un sermón teológico.
 
Una de las cosas que hace que nos resulte difícil manejar nuestros propios problemas y ayudar los demás con los suyos es que nos cuesta mucho aceptar el dolor. Comprendemos que el dolor es una señal de que algo está mal y llegamos a la conclusión de que si pudiéramos eliminado -tomando pastillas, emborrachándonos o alejándonos de una relación problemática- podríamos corregir lo que está mal porque de ese modo ya no nos causaría dolor. He recibido docenas de cartas de mujeres que me contaban que cuando contrajeron una enfermedad grave o descubrieron que tenían un hijo discapacitado, sus esposos las abandonaron. La mayoría de las cartas expresaban desconcierto. “No lo puedo comprender. Yo creía que realmente me quería y quería a los niños.” Tengo la corazonada de que muchos de esos esposos no eran simplemente egoístas y duros. Amaban a su familia, tanto la amaban que les causaba dolor ver sufrir a sus seres queridos y no podían soportar ese dolor. Por lo tanto, como no podían ignorar el problema, lo “solucionaban” marchándose y así no tenían que enfrentado. Cuando doy conferencias acerca de ayudar a la gente a sobrellevar su pena, una de las cosas que digo es: “Habrá momentos en que las cosas estén tan destrozadas que estarán seguros de no poder hacer nada para enmendadas, pero siempre pueden hacer algo, aunque más no sea sentarse junto a alguien y ayudado a llorar, para que no tenga que llorar solo”.
 
Aprendí que todas las experiencias de pérdida y duelo están estructuradas del mismo modo; sólo difieren en intensidad. Experimentamos los mismos sentimientos cuando un amigo se muda a otra ciudad que cuando ese amigo muere, pero menos intensamente: pérdida, tristeza, ira contra la persona que nos deja, culpa por enojarnos con un buena amigo. Nadie tiene derecho a decirnos: “No te sientas mal, hay otros que están peor”. Cada corazón conoce su propio dolor, y sabe que tiene motivos para sufrir. Y nadie tiene derecho a colocarnos dentro de un cronograma y decirnos: “Ya pasaron seis meses, deberías haberlo superado”.
 
Pero lo principal es que aprendí algo acerca de la increíble resistencia del alma humana. He leído y oído testimonios de circunstancias que debieron soportar muchas personas y de las cuales muchos emergieron con su fe, su deseo de vida y su determinación intactas. He hablado con padres que permanecieron junto a la cama de su hijo moribundo, como lo hicimos mi esposa y yo, y respondieron: “Ojalá seamos merecedores del valor puro de este niño. Ojalá tengamos la fuerza y la sabiduría para vivir los años que él no vivió, para saborear la alegría de vivir que él no vivió para saborear”. La tragedia los hizo comprender que la enfermedad y la muerte son trágicas solamente porque la Vida es buena y santa.
 
He conocido gente cuya vida quedó destrozada por accidentes o crímenes violentos me maravillé ante su capacidad no sólo de sobrevivir Sino de esforzarse por vivir una vida llena de logros. He mantenido correspondencia con personas que sufrieron abusos siendo niños y llevaban muchos años tratando de superar la culpa y el dolor, uniendo las piezas de su vida para poder confiar, amar y reír nuevamente, dispuestas a hablar en público de sus historias angustiantes con la esperanza de ayudar a los demás. Y admiré el valor y la determinación de todos ellos, preguntándome dónde habrían encontrado la fuerza para hacer lo que estaban haciendo. No hay respuesta a menos que realmente exista un Dios que renueva nuestra fuerza cuando luchamos para lograr algo difícil.
 
Autor: HAROLD S. KUSHNER
 
Extracto del libro: “CUANDO LA GENTE BUENA SUFRE”

lunes, 19 de noviembre de 2012

LA IMPORTANCIA DE SABER AYUDAR A UN ENFERMO TERMINAL Y A SU FAMILIA

ELISABETH KUBLER-ROSS, PIONERA DEL MOVIMIENTO DE CUIDADOS PALIATIVOS EN EL MUNDO ENTERO.
 
Autora de más de 20 libros sobre la muerte y la atención en Cuidados Paliativos, traducidos a más de 60 lenguas, ha sido considerada por la revista Times como una de los 100 pensadores más importantes de nuestro siglo.
 
En la década de los 60, la Dra. Kubler Ross trabajó en varios hospitales de Chicago, Colorado y Nueva York y se sintió horrorizada por los tratamientos que se daban a los entonces llamados enfermos moribundos: “SE LES AISLABA, SE ABUSABA DE ELLOS; NADIE ERA HONESTO CON ELLOS”.
 
En contra de sus colegas médicos decidió sentarse cerca de sus enfermos, perder tiempo con ellos y escucharles para conocerles mejor: “MI OBJETIVO ERA ROMPER LA CAPA DE NEGACIÓN SOCIAL Y PROFESIONAL QUE LES PROHIBÍA EXPRESAR SUS PREOCUPACIONES MÁS INTIMAS ACERCA DE LA PROPIA MUERTE”.
 
Los médicos y personal del hospital de Chicago negaron las existencia de enfermos terminales, otros la acusaron de explotarlos, pero poco después sus seminarios, dónde les entrevistaba frente a una audiencia de personal sanitario, fueron tan populares que llegaron a convertirse en cursos acreditados.
 
Hoy la formación sobre la muerte y el morir forma parte del curriculum de Medicina en los Estados Unidos. En 1969 publicó un libro donde explicaba sus experiencias con más de 500 enfermos al final de la vida: “SOBRE LA MUERTE Y LOS MORIBUNDOS”, fue un best seller en su momento.
 
SU MODELO CONCEPTUAL EN 5 FASES EN LA APROXIMACIÓN A LA MUERTE NEGACIÓN, IRA, PACTO, DEPRESIÓN Y ACEPTACIÓN- SE HA UTILIZADO EN TODO EL MUNDO PARA EXPLICAR LA EXPERIENCIA SUBJETIVA DE AFRONTAMIENTO A LA MUERTE.
 
A pesar de que este modelo hoy ya no es utilizado por carecer de confirmación y evidencia científica, SU TRABAJO SIGUE CONSIDERÁNDOSE UNA LLAMADA A LA HUMANIZACIÓN AL TRATO CON LOS ENFERMOS AL FINAL DE LA VIDA, UNA INVITACIÓN AL DIÁLOGO HONESTO Y FRANCO ACERCA DE SUS PREOCUPACIONES, Y UN SIGNO DE ESPERANZA DE QUE ESTA ÚLTIMA ETAPA DE LA VIDA PUEDE VIVIRSE CON SIGNIFICADO Y PLENITUD SI SE AFRONTA SIN DOLOR FÍSICO, CON CONCIENCIA Y ACOMPAÑADO DE LOS SERES QUERIDOS.
 
En 1970 la Dra. Kubler Ross empezó a explorar la posibilidad de la existencia de vida después de la muerte. Su trabajo sobre el más allá supuso un alejamiento de muchos estamentos médicos que habían valorado su trabajo como pionera del movimiento de paliativos. La universidad de Chicago cuestionó su trabajo y la despidió.
 
A partir de entonces decidió dedicarse a la práctica privada dando conferencias, escribiendo y promocionando servicios de atención a personas en duelo y de atención paliativa. DEDICÓ TODA SU VIDA Y SU VOZ HASTA EL FINAL A DEFENDER LOS DERECHOS DE LOS ENFERMOS EN LA ÚLTIMA ETAPA DE LA VIDA:
 
”DEBEMOS APRENDER DE NUESTROS PROPIOS PACIENTES, ELLOS SON NUESTROS MAESTROS Y PARA PODER ACOMPAÑARLOS ES ESTA ETAPA DEBEMOS ESTAR DISPUESTOS AFRONTAR NUESTRO PROPIO MIEDO A LA MUERTE”
 
Más de treinta años han pasado desde la publicación de su primer libro y su mensaje ahora en su muerte, sigue totalmente vigente y aún pendiente. A pesar de que los programas de Cuidados Paliativos han sido introducidos en prácticamente todo el mundo occidental, hay mucha evidencia de que morir sigue siendo una experiencia muy negativa.
 
EN PALIATIVOS LAS ESTANCIAS SE HAN ACORTADO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, HAY MUCHO MIEDO AÚN ENTRE LOS PROFESIONALES A HABLAR DE LA MUERTE CON LOS PACIENTES Y FAMILIARES, Y CONSECUENTEMENTE SE SIGUE MEDICALIZANDO EL SUFRIMIENTO PSICOLÓGICO.
 
Algunas administraciones sugieren que para hacer más atractivas las unidades de paliativos deberían empezar a ofrecerse tratamientos más agresivos orientados a la enfermedad como parte del tratamiento paliativo.
 
FUERA DEL ENTORNO DE PALIATIVOS, MUCHOS PROFESIONALES SANITARIOS CARECEN DE LA ADECUADA FORMACIÓN PARA AYUDAR A MORIR A SUS PACIENTES, y desde sus propios miedos y el paradigma “hay que hacer todo lo posible” el encarnizamiento terapéutico sigue siendo una práctica frecuente en la mayoría de los hospitales de éste país.
 
TODO ELLO SON SIGNOS DE QUE NUESTRA SOCIEDAD MÉDICA Y LAICA– SIGUE NEGANDO LA MUERTE y que preferimos seguir ofreciendo tratamientos inefectivos que no van a funcionar para así evitar afrontar el hecho y la experiencia de acompañar en la muerte.
 
LA MUERTE DE ELISABETH KUBLER-ROSS ES UN RECORDATORIO PARA TODOS NOSOTROS DE LA VISIÓN DE ESTA PIONERA QUE CONTRIBUYÓ AL ORIGEN DE LOS CUIDADOS PALIATIVOS, Y QUE CON SU EJEMPLO Y CORAJE NOS AYUDÓ NO SOLO A SER MEJORES CUIDADORES SINO TAMBIÉN A VIVIR NUESTRA VIDAS Y NUESTRA MUERTE DE UNA MANERA MÁS CONSCIENTE.

sábado, 17 de noviembre de 2012

REFLEXIONES PARA EL FIN DE SEMANA

DEJA QUE LOS DEMÁS SEAN... Y TÚ TAMBIÉN
 
DEJA QUE LOS DEMÁS SEAN
 
No corras desatinadamente intentando sanar a todos tus amigos. Haz tu propio trabajo mental y sánate a ti mismo.
 
Eso será más benéfico que ninguna otra cosa para quienes te rodean.
 
No podemos hacer que los demás cambien. Solo podemos ofrecerles una atmósfera mental positiva donde tengan la posibilidad de cambiar, si lo desean. No es posible hacer el trabajo por otra persona, ni tampoco imponérselo.
 
Cada persona está aquí para aprender sus propias lecciones, y no les servirá de nada que se las demos resueltas, porque tiene que pasar personalmente por el proceso vital necesario para aprenderlas.
 
Lo único que podemos hacer por los demás es amarlos y dejar que sean quienes son, saber que su verdad está dentro de ellos, y que cambiarán cuando quieran hacerlo.
 
SEAMOS AMABLES, CARIÑOSOS Y PACIENTES CON NOSOTROS MISMOS
 
Piensa en tu mente como si fuera un jardín. Para empezar, un jardín es un trozo de tierra. Puede que en el haya muchas zarzas de odio a uno mismo y piedras de desesperación, rabia y preocupación. Hay un viejo árbol llamado miedo que necesita una buena poda o que lo corten. Una vez hayas limpiado bien el terreno y abonado la tierra, siembra algunas semillas de alegría y prosperidad. El sol brilla sobre tu jardín, y tú lo riegas, lo abonas y lo cuidas amorosamente.
 
Al principio, no se ve que suceda gran cosa. Pero tú no te detengas, continúa cuidando tu jardín. Si tienes paciencia, las plantas crecerán y se llenarán de flores. Lo mismo sucede en tu mente: tú seleccionas los pensamientos que vas a cuidar y, si tienes paciencia, verás cómo crecen y contribuyen a crear el jardín de experiencias que deseas.
 
Todos cometemos errores. Es normal equivocarse cuando se está aprendiendo. Como ya he dicho, son muchas las personas que padecen de perfeccionismo. No se dan ni una sola oportunidad de aprender algo nuevo porque si no lo hacen a la perfección en los tres primeros minutos, ya suponen que no sirven. Cualquier cosa que decidas aprender requiere tiempo. Cuando uno comienza a hacer algo que nunca ha hecho, generalmente lo encuentra algo raro. Para que veas lo que quiero decir, tómate de las manos. No hay ninguna forma correcta o incorrecta de hacerlo. Tómate las manos y observa que dedo pulgar queda encima. Ahora separa las manos y vuelva a tomarlas, esta vez con el otro dedo pulgar encima. Probablemente te parecerá extraño, raro, incluso incorrecto. Tómate de nuevo como la primera vez, luego cambia, vuelve a tomarlas como la segunda vez y déjalas así. ¿Qué te parece? No tan raro. No tan mal. Ya te estás acostumbrando. Tal vez puedas aprender a tomártelas de las dos maneras sin sentir extrañeza.
 
Lo mismo sucede cuando hacemos algo de una forma nueva. Puede parecernos diferente e inmediatamente la juzgamos. Sin embargo, con un poco de práctica se nos hace normal y natural, No vamos a amarnos a nosotros mismos totalmente en un solo día, pero podemos amarnos un poco más cada día. Si cada día nos damos un poquitín más de amor, dentro de dos o tres meses habremos progresado bastante en nuestro amor propio.
 
Así pues, las equivocaciones son nuestros peldaños. Son muy valiosas porque son nuestras maestras. No te castigues por cometer un error. Si estás dispuesto a utilizarlo para aprender y crecer, entonces te servirá como un peldaño hacia la realización total en tu vida. Algunos llevamos bastante tiempo trabajando en nosotros mismos, y nos preguntamos porqué aun nos siguen reapareciendo problemas. Es necesario que continuemos reforzando lo que sabemos, que no nos resistamos agarrándonos la cabeza y exclamando: “¿de qué me sirve?”. Cuando estamos aprendiendo algo nuevo, tenemos que ser dulces y cariñosos con nosotros mismos. Recuerda el jardín de que hablábamos hace un momento. Cuando aparezca una mala hierba, arráncala cuanto antes.
 
Amarse a uno mismo no tiene nada que ver con sentimentalismos ni cursilerías. Se trata de un asunto bastante más serio. Al hablar de amor, nos referimos a los pensamientos, palabras, actitudes y comportamientos que nos profesamos a nosotros mismos. Así, amarnos es sinónimo de escucharnos, atendernos, aceptarnos, respetarnos, valorarnos y, en definitiva, ser amables con nosotros en cada momento y frente a cualquier situación.
 
El primer paso para amarnos consiste en conocernos, comprendiendo cómo funcionamos para diferenciar lo que deseamos de lo que verdaderamente necesitamos para ser felices. Y aunque en un primer momento lo parezca, este proceso de autoconocimiento no es un fin en sí mismo. Es el medio que nos permite adueñarnos de nuestra mente, superando a través de la aceptación y el amor nuestros miedos, complejos y frustraciones.
 
Emocionalmente hablando, solo podemos compartir con los demás aquello que primero hemos cultivado en nuestro corazón. Si no aprendemos a ser felices de forma autónoma e independiente, es imposible que podamos ser cómplices de la felicidad de las personas que nos rodean. No en vano, al vivir tiranizados por nuestras carencias, nos relacionamos desde la escasez, pendientes de que los demás nos den eso que no hemos sabido darnos. Por el contrario, al conectar con nuestra fuente interna de bienestar y dicha, entramos en la vida de los demás desde la abundancia, ofreciéndoles lo mejor de nosotros sin necesitar ni esperar nada a cambio.
 
"La vida te trata tal y como tú te tratas a ti mismo"
 
Louise L. Hay