PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

lunes, 28 de febrero de 2011

VIVE Y SIENTE TUS SENTIMIENTOS INTENSAMENTE


La mejor manera de LLEVAR tus sentimientos no es “LLEVARLOS”, es sentirlos

Puede que la gente te esté dando los mensajes menos útiles acerca de cómo afrontar la muerte de tu ser querido.


Te dicen: “estás manejando muy bien tu pérdida”. Lo que mucha gente quiere decir con esta retroalimentación es que no estás llorando demasiado, o actuando demasiado triste, que pareces bastante normal. Tal vez estás siendo estoico. Lo que sea que otros dicen no es necesariamente la mejor manera de sentir el dolor.

Otra frase que usualmente se emplea: “debes ser fuerte ahora”. Frecuentemente se espera que seas fuerte para otras personas, tu propia familia. Algunas veces te dicen que seas fuerte tan sólo para ti mismo, de manera que puedas manejar todo lo que enfrentas. Puede haber otra intención en estas palabras: “no te veas como si te sintieras débil o inseguro”. También suelen decirnos: “alégrate. Esto pasará pronto”. Otra traducción para “anímate” es “anímanos”.

Algunas personas no saben qué hacer cuando otros están tristes. Se sienten incómodos cerca de ellos. Se sienten doblemente incómodos cuando alguien permanece triste por un largo tiempo (lo que puede ocurrir fácilmente durante el duelo). Tal vez las personas traten de apurarte junto con su retroalimentación y su consejo, como para decir: “acabemos con esto tan rápido como podamos”. Ellos se tienen en mente a sí mismos más que a ti.

Si te dan este tipo de mensajes, hazte un favor a ti mismo: no les pongas atención. La mejor manera de atravesar el duelo es estando en contacto con aquellas emociones que pasen por tu camino. Puede que tus sentimientos sean muchos o pocos. Pueden ser suaves, fuertes o de cualquier otra forma. Suelen ser impredecibles. Pero no son un signo de que haya algo malo en ti.

De hecho, tus sentimientos son un signo de que hay algo bien en ti. Alguien que amas ha fallecido y te ha dejado, y naturalmente eso duele. Tu vida y costumbres han cambiado. Por lo tanto, pasas por dolor. Esa es la manera en la que comienzas a sentirte de nuevo más como tú mismo, más completo, por mucho tiempo que tome.

Puede que te sientas triste, más triste de lo que pensaste fuera posible. Puedes sentirte deprimido, incluso desesperado. Puedes sentir miedo, aun sin entender por qué. Puedes sentirte muy solo, aun cuando te encuentras rodeado de gente, y especialmente en algunas ocasiones, cuando estás rodeado de otros. Puedes sentirte inusualmente cansado, fácilmente distraído, inexplicablemente ansioso. Es posible que te enojes más fácilmente, que estés enojado con los demás, contigo mismo, con Dios e incluso con la persona que falleció. Algunas personas se sienten culpables, ya sea por lo que han dicho o hecho, o por lo que no han dicho o hecho.

Otra sensación que tal vez experimentes es la que se refiere a no albergar casi ningún sentimiento. Puede que te sientas vacío y entumecido. Esa es una reacción común, especialmente al principio. Es un signo de que tu cuerpo y tu mente te protegen hasta que estés listo para procesar lo que ha sucedido.

Toma mucho valor enfrentar todo lo que se viene. Requiere una gran cantidad de energía, y estás un momento en el que tus reservas están más bajas de lo normal. Toma fuerza y determinación de seguir haciendo lo que debes en estos días, sentir lo que sea que sientas. Tienes una simple opción. Puedes experimentar tus sentimientos a tu propio modo, como te llegan, o puedes posponerlos hasta otro momento. Pero no tienes la opción de posponerlos para siempre. En algún lugar, de alguna manera, en algún momento, tus sentimientos demandarán tu atención. Para entonces pueden haberse desarrollado aún más fuertes y profundos.

Recuerda: La mejor manera de afrontar tus sentimientos no es rodearlos, sino caminar con ellos.
“LOS SENTIMIENTOS ESTÁN PARA SENTIRLOS”

sábado, 26 de febrero de 2011

PASO UN ÁNGEL POR MÍ VIDA...................... Y SE QUEDO


Cuando muera no vengan a llorarme
Nunca estaré bajo tierra
Soy viento de libertad

“ALGUIEN MUY ESPECIAL..."

Siempre a lo largo de nuestra vida pasan personas especiales, pero siempre, siempre llega una persona que enseguida sabemos que será algo más que especial.

Por su vibración, por su simpatía, por su afinidad y porque hacen que dentro de nosotros vibren y afloren sentimientos que nadie consiguió hacer aflorar.

Por esos son especiales por eso y porque su paso por nuestra vida hace que después de dicho paso, nada en nuestra vida sea igual.

Hay alguien especial para cada uno de nosotros. Pertenecen a distintas generaciones y viajan a través de los mares, del tiempo y de las inmensidades celestiales para encontrarse de nuevo con nosotros. Proceden del otro lado, del cielo.

Su aspecto es diferente, pero nuestro corazón las reconoce, porque las ha amado en los desiertos de Egipto iluminados por la luna y en las antiguas llanuras de Mongolia.

Con ellas hemos cabalgado en remotos ejércitos de guerreros y convivido en las cuevas cubiertas de arena de la Antigüedad.

Estamos unidos a ellas por los vínculos de la eternidad y nunca nos abandonarán.

Ella nos toma de la mano por primera vez y el recuerdo de ese contacto trasciende el tiempo y sacude cada uno de los átomos de nuestro ser, perfumando la esencia de nuestro espíritu.
Nos mira a los ojos y vemos a esa alma especial a través de los siglos.

El corazón nos da un vuelco. Se nos pone la piel de gallina. En ese momento todo lo demás pierde importancia.

Sentimos el vínculo que nos une. También intuimos las posibilidades, el futuro.
La pasión que surge del mutuo reconocimiento supera la intensidad de cualquier sentimiento sentido, y se libera una energía amorosa que lo impregna todo.

Podemos reconocer a nuestra alma especial cuando llega, de un modo inmediato.

Nos invade de repente un sentimiento de familiaridad, sentimos que ya conocemos profundamente a esta persona, a un nivel que rebasa los límites de la conciencia, con una profundidad que normalmente está reservada para los miembros más íntimos de la familia. O incluso más profundamente.
De una forma intuitiva, sabemos qué decir y cuál será su reacción.

Sentimos una seguridad y una confianza enormes, que no se adquieren en días, semanas, meses o años, sino que son producto de muchas vidas juntos.

A ti. A mi alma especial que llegaste a mi vida y la llenaste, sabiendo que estas bien, con mi corazón alegre, pero aun sangrante, solo decirte que fuiste tú la que a mí me enseñaste.

Te doy las gracias por elegirme para acompañarte en tus últimos instantes, por dejarme hacerte feliz, por dejarme hacerte reír, por ayudarme a crecer espiritualmente.

Y como lo que una vez ha sido, ya no puede ser que no sea, unidos seguiremos hasta que vuelva ya sabes tú donde….a encontrarte.

Solamente recordar tu deseo, para que la esencia de tu enseñanza no se pierda:

Cuando muera no vengan a llorarme
Nunca estaré bajo tierra
Soy viento de libertad

Por eso querido amigo/a, lector/ra de este blog si aun no ha llegado a tu vida esa persona especial ten presente que:

El reconocimiento se da casi siempre de un modo lento y sutil.

La conciencia se ilumina a medida que el velo se va descorriendo.

No todo el mundo está preparado para percatarse al instante.

Por eso a veces hay que saber esperar, porque tarde o temprano ella aparecerá. Y no olvides que……………………………

“La paciencia es un árbol de raíces amargas, pero de frutos muy dulces”.

jueves, 24 de febrero de 2011

MUERTES INESPERADAS

La muerte es una separación. Una experiencia de desprendimiento tanto para el que muere como para los que quedan vivos. Es un adiós de las almas a los apegos terrenales: afectos, personas, lugares, objetos.

Morir no es sólo perder el cuerpo, es algo más profundo y doloroso, que implica siempre la posibilidad de un aprendizaje. Morir es aprender a despedirse y lo curioso es que el ser humano sabe desde niño que la muerte ocupa un lugar en su vida y en cierto modo se prepara para ese acontecer, pero la muerte, por mejor dispuesto que se esté hacia ella, siempre sorprende.


Sin embargo, es bien diferente la resonancia de una muerte súbita a una cita esperada. La última permite cierto espacio de preparación, de ir cortando lazos y cerrando historias, mientras que la muerte repentina acontece con un sabor de hecho incomprensible, irreparable e inexplicable, con una carga de fatalidad y de destino que reviste un cierto sabor de “injusticia”.


La muerte inesperada no da espacio para saldar cuentas pendientes, decir adioses, limar rencores o dar un abrazo más. Muchas veces hace nacer, en los que quedamos vivos, sentimientos de indignación e impotencia que se aceptan sólo con resignación. Uno se ve obligado a aprender de golpe, y todo junto, algo para lo cual aún no estaba preparado.


La muerte inesperada es una cirugía sin anestesia, algo parecido a la ruptura de un orden natural. Y es común que nos preguntemos, frente a ella, ¿por qué?, ¿por qué esto?, ¿por qué ahora?, ¿por qué él o ella?


Es que ocurre, al principio, que la muerte inesperada nos deja sin “sentido”.




En su doble significación: por una parte, con la conciencia aturdida, desmayado nuestro psiquismo, vulnerada nuestra seguridad y, por otra, sin entender y comprender el significado de lo acontecido. Como vacíos de respuestas.


La muerte inesperada de alguien amado nos desgarra el corazón y nos arranca parte de nuestra alma, nos cambia la vida de golpe.

Sabemos que morir es un viaje, tanto para el que se va como para los que quedamos. Pero se trata de recorridos por caminos diferentes. Salidas sin aviso previo que truncan los proyectos que teníamos para realizar con el otro y nos enfrentan con la pérdida, la soledad y el desapego.


¿Se puede estar preparado, alguna vez, para recibir, aceptar, asimilar y trasmutar esta vivencia en crecimiento, aprendizaje y sabiduría interior? No creo que nadie pueda llegar a estarlo totalmente, pero sí puede conseguir llevar el proceso del duelo de una manera que lo haga arribar a un buen puerto y hacer que lo vivido no haya sido en vano.


La muerte es un tránsito y un descanso, un amanecer y un anochecer, una despedida y un encuentro, una realización y una promesa, una partida y una llegada. Nuestra vida no comienza cuando nacemos y no termina cuando morimos. Sólo es pasar un tiempo para madurar y crecer un poco. Avanzar un paso, tener la oportunidad de evolucionar un escalón más en el proceso hacia la realización plena como seres perfectos.


La muerte inesperada revela lo que nosotros, los que quedamos, tenemos que aprender. Es un mensaje personal para los que seguimos vivos, un legado que nuestros seres queridos nos dejan, para que descifremos.
No podemos pedir no tener ningún tipo de problema, ya que eso es imposible.




No podemos pedir que todos nuestros seres queridos estén siempre libres de enfermedad. No podemos pedir un hechizo mágico para que las cosas malas sólo les pasen a otras personas y nunca a nosotros.


Pero el ser humano que pide valor, que pide fortaleza para soportar lo insoportable, que pide la gracia de recordar lo que tienen y no sólo lo que han perdido, muy a menudo sus oraciones son escuchadas y sus peticiones les son concedidas. Se dan cuenta de que tienen más fuerza, más valor de lo que nunca hubieran imaginado tener.

sábado, 19 de febrero de 2011

¿QUÉ DIFÍCIL ES DECIR ADIÓS?.........CUANDO SANGRA EL CORAZÓN


A pesar de saber los procesos de la muerte, a pesar de saber que tenía que ocurrir, a pesar de haberte preparado, nada de esto sirve cuando llega el momento de hacerlo, el corazón domina a la razón, todo tu conocimiento queda sumergido bajo el torrente de afectos y emociones del momento y se produce dentro de ti un silencio profundo.


Por eso cuando te llaman al lecho de muerte de tu ser querido, no sabes qué decir. Pero sabes que tienes que decir algo, tus ojos se nublan, tu garganta no responde, sientes que te falta el aire y tu estomago tiene un nudo que le oprime.

Tu mente descarga imágenes a una velocidad que difícilmente puedes controlar, momentos felices, recuerdos importantes y tu corazón se encoge y llora.

Ella han llegado al final de su vida y tiene solamente una cosa más por hacer: morir. Es algo que debe hacer sola, aun que esta rodeada de seres queridos
Nadie tiene experiencia previa en morir (nadie recuerda las otras veces que ha muerto).

Sin embargo, es algo que se tiene que hacer. Lo va a hacer ya sea mal o bien, valientemente o no, de manera resuelta o cobarde, pero lo hará. Como todos, ELLA ha sabido desde hace tiempo que tendrá que hacerlo. Ha pensado con frecuencia en ello. Ha rezado constantemente para tener valor, porque morir bien requiere un gran valor, aun a pesar de conocer todos los procesos de la muerte como los conoce ella.

Tú estás sin habla. Sabes que hay algo por decir, y no estás seguro de qué es. Las enfermeras susurran: “qué bueno que haya venido”.

Ellas han hecho su parte. Las enfermeras y los médicos saben que ahora debes hacer algo que ellos no pueden. Tienes que decir algo al ser querido que está muriendo.

¿Qué debes decir? Debes decir algo que el lenguaje no puede expresar, algo que no está dentro de los recursos del discurso común.

Cualquier cosa que viene a la mente suena fácil e insuficiente, vacía y absurda. Piensas para ti mismo: “tal vez no tengo la capacidad. No puedo pensar en algo correcto porque no tengo experiencia en este tipo de situación”.

Terminarás diciendo algo como: “Estarás bien. Todo estará bien”. Entonces te sientes estúpido porque sabes que no estará bien, y también lo sabe ella. ELLA sabe que se está muriendo, y de algún modo, es más valiente que tú mismo. Pero no te reprocha lo que has dicho.

Tal vez, al final, no importa lo que digas, sino lo que verdaderamente tiene valor es que tu mano estaba en la de ella cuando murió, y la calidez de tu voz se unió a su respiración cuando exhaló su último respiro. Y que la luz de tus ojos se encontró con la de sus ojos en la esa última mirada antes de partir.

Y pides desde lo más profundo de tu ser, tener fuerzas suficientes desde el amor que sientes hacia ella, para poderle decir la única cosa que una persona puede decirle a alguien que está muriendo, a una persona cuya muerte es inevitable. Decirle: “Te amo. Si no puedes resistir, si estás demasiado cansada, si estás muy lastimada, si sientes demasiado dolor, puedes dejarte ir. Yo estaré bien. Mi vida se verá inexorablemente disminuida, pero seguiré hasta que sea mi momento de unirme a ti”.

¿Qué podemos aprender de esto?

Primero, que cuando eres llamado a un lecho de muerte, debes acudir. De otra manera, vives el resto de tu vida con certeza de que no estuviste ahí. Parte de ti sentirá culpa y otra parte sentirá alivio, pero vivirás el resto de tu vida con el conocimiento de no haberte encontrado ahí. Por lo que, si eres llamado, debes acudir.

Segundo, lo único que puedes hacer por un ser amado en el límite de su vida es extender una mano, ofrecer un beso, compartir un suspiro y decir algo que dé permiso a tu ser amado para liberarse.

Y tercero, que en realidad nadie muere realmente solo, porque alguien más está ahí.

No sabría decir qué o quién hay al otro lado, si su guía espiritual, los amigos y familiares que la precedieron, pero sí que se acercan a buscar al que parte, y que los que estamos a su lado, los sentimos llegar y llevarse amorosamente a nuestro ser querido.

jueves, 17 de febrero de 2011

ASOCIACIONES DE AYUDA EN EL DUELO EN ESPAÑA


No cabe duda que cuando nos enfrentamos a la muerte de un ser querido, en numerosas ocasiones no sabemos muy bien que hacer, ni a quien recurir, por eso hoy os dejo las direcciones donde podemos acudir en caso de necesitar ayuda:


No olvidemos que "EL DOLOR COMPARTIDO ES LA MITAD DE DOLOR Y LA ALEGRIA COMPARTIDA ES EL DOBLE DE FELICIDAD"


AMAD. Asociación de mutua ayuda ante el duelo
Madrid. Ofrecen su ayuda de forma gratuita, sin vínculos políticos ni religiosos y respetando creencias y cultos personales. Reuniones semanales. http://www.amad.es/

ALAIA. Asociación de Ayuda a Enfermos Graves y Personas en Duelo. Madrid. Asociación sin ánimo de lucro dedica a brindar apoyo emocional a personas en duelo y acompañar enfermos en situación terminal. http://www.alia-duelo.com/

CAMINAR - Asociación Valenciana de Apoyo en el Duelo.
La Asociación ‘Caminar’ es una entidad no lucrativa y aconfesional que basa su filosofía en la acogida incondicional de las personas en duelo, la escucha activa y el acompañamiento. http://www.ayudaduelocaminar.com/

SNUA. Shanti Nilaya, Unidad de Acompañamiento en el duelo
Teléfono: 93.565.60.00, extensión 5132. Hospital General de Catalunya, Sant Cugat del Vallès, Barcelona. Lunes, martes, jueves y viernes de 9.00 a 14.00.
Teléfono de la Esperanza (España)
Teléfonos de contacto por provincias

Asociación Viktor E. Frankl, es una Asociación de Profesionales (psicólogos, médicos, diplomados en enfermería, maestros, pedagogos, psicopedagogos, abogados, periodistas, trabajadores sociales, etc.) para la ayuda en el sufrimiento, en la enfermedad y ante la muerte. Constituida en la ciudad de Valencia, España, como una asociación sin ánimo de lucro, no persigue fines especulativos ni lucrativos; es apolítica y aconfesional.

Centro de duelo AVES. Barcelona. Ofrecemos un espacio donde encontrarse con personas que están pasando por la misma situación de duelo, o de enfermedad - cáncer y cerebro-vasculares -, y poder expresar y compartir todas las vivencias y sentimientos que están en nuestro interior y que resultan tan difíciles de sacar en las circunstancias de la vida cotidiana.

ISLAS CANARIAS

TENERIFE
Sociedad Española e Internacional de Tanatología
PARA SIEMPRE... en el corazón.
Grupo de Apoyo para madres y padres que han perdido un hijo. Grupo de Apoyo perteneciente a la Sociedad Española e Internacional de Tanatología. Tenerife, teléfonos 670354990 (Alfonso) y 635180728 (Lidia y Luís).
Email: alfonso@tanatologia.org

LA PALMA
ASOCIACIÓN CULTURAL PALMERA ALBORADA (ACPAL)
Somos un grupo de personas que explicamos los procesos de la muerte, trabajando tanto con enfermos terminales como con sus familiares, asesorándolos como proceder en los momentos difíciles.
Nuestros protocolos de actuación están a disposición de quien los necesite, en nuestro blog.
www.acpalalborada.blogspot.com
Email: ac_alborada@live.com

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
ACODUEL. Acompañamiento en el Duelo.
Grupo de Apoyo perteneciente a la Sociedad Española e Internacional de Tanatología. Centro Loyola, Doctor Chil 15, Las Palmas de Gran Canaria, teléfono 658918557.
Email: roberto@tanatologia.org

ISLAS BALEARES / ILLES BALEARS

PALMA DE MALLORCA
Servicio de Acompañamiento al Duelo. Asociación ARA.
c/ Guillem Galmes nº 3B. 07004 Palma de Mallorca - Illes Balears. Telf: 971757789 Fax: 971757797
Email: info@asociacionara.com

GALIZA / GALICIA

PONTEVEDRA
Asociación DMD GALICIA.
C/ Manuel de Castro, 9 - 2º dcha. 36210 Vigo (Pontevedra). Telf. y Fax. 886113227.
Email: asoc_dmd@terra.es

A CORUÑA
Asociación Renacer.
C/ Sarxento Provisional, 14-1º Dcha 15007, Teléfono: 981249221. Sr. Xosé Fernández Pernas (981292507) 656671937.

NAVARRA / NAFARROA

PAMPLONA / IRUÑEA
Fundación - SENDA - Fundazioa.
Íñigo Arista, nº 11. Oficina 8. 31007 Pamplona. Tel. y Fax: 948 25 81 53.
Es una entidad sin ánimo de lucro creada en 2007 cuyo objeto es trabajar con las personas en duelo y con población en general, ofreciendo recursos y espacios de información donde poder hablar del tema de la muerte, como lo que es, parte de la vida. Es un proyecto innovador en Navarra, en el que se ven involucradas dos entidades como son el Grupo Tanatorio Irache y la Asociación de familiares y amigos en duelo Goizargi.
Izaskun Ciprés, Coordinadora, Tel. 608 978 077, email: izaskun@sendafun.org.
Rakel Mateo, Orientadora, Tel. 659 733 066, email: rakel@sendafun.org

EUSKADI / PAÍS VASCO

GUIPUZKOA / GUIPÚZCOA
Donostia / San Sebastian
Grupos de Reflexión sobre la Muerte y el Morir.
Visi Serrano. Teléfonos: 943420926 / 678492521

BIZCAIA / VIZCAYA
Bilbo / Bilbao:
Asociación Krisálida de Apoyo al Duelo.
Centro Civico Bidarte de Deusto (Bilbao). Oficina. (Lunes y Miercoles por la tarde). Murgibe. C/ lehendakari Agirre nº 11 - 4º Dpto. 6. Deusto (Vizcaya). Tel. 619 088 697 y 944 057 379. E-mail: info@krisalida.com
Arrigorriaga:
Asociación Psicoterapéutica "PSIKOLAUSEN."
Organización sin ánimo de lucro que ofrece asistencia psicológica gratuita a todas aquellas personas, grupos o familias que hayan sufrido una pérdida significativa, es decir, que su duelo sea debido tanto a la muerte de un ser querido, o la pérdida del trabajo, jubilación, separación, pérdida de los bienes, etc., así como a la desaparición voluntaria o involuntaria de un ser querido.
Edificio Lonbo Aretoa.Paseo Urgoiti 3, local 6, Arrigorriaga, Bizkaia
Teléfono: 685601385
Web: http://asociacionpsikolausen.blogspot.com
Contacto: Rosana y María

ARABA / ÁLAVA
Gasteiz / Vitoria:
Programa de Apoyo en el Duelo y la Terminalidad - Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos - Ardura Paliatiboetarako Euskal Elkartea.
Acompañamiento humano y apoyo emocional. Psicoterapia individual. Terapia de grupo. Talleres para fomentar emociones positivas.
655 703 609 - Rosa Mª Gómez.
699 858 026 - Elena Subjana.

Asociación DMD-DHE EUSKADI "DERECHO A MORIR DIGNAMENTE".
Apartado 362, 01080 Vitoria-Gasteiz. Teléfono: 635 738 131. E-mail: dmd.dhe@gmail.com

A.M.A.D. Asociación de Mutua Ayuda ante el Duelo.
Silvia Espinosa: Tel. 637350075

CATALUNYA / CATALUÑA

BARCELONA:

TORNAR A SOMRIURE (VOLVER A SONREIR).
Grupo de duelo de Vilafranca del Penedès, Barcelona.
Teléfono: 699-64-65-19
Email: tornarasomriure@yahoo.com
Contacto: Roser Marigó.

S.N.U.A. Shanti Nilaya; Unitat Acompanyament.
Hospital General de Catalunya.
C/Pedro i Pons, 1
08195 Sant Cugat del Vallès, Barcelona.
Teléfonos i direcciones de contacto:
Teléfono: 93.565.60.00 (teléfono Hospital General de Catalunya, donde estamos situados), extensión 5132, lunes, martes, jueves y viernes de 9.00 a 14.00.
Fax: 93.565.60.42
Email: jdomingo@hgc.es

Associació Un Nou Horitzó.
C/ La Salut 1. 08291 Ripollet. Barcelona. Teléfono (34)935046007. Fax (34)935809936.
E-mail: associacio@unnouhoritzo.org.
(Información en formato pdf 115 Kb, castellano y català)
(Proyecto de actuación, formato pdf 105 Kb)
Asociación DMD CATALUÑA.
Puerta del Angel Nº 7, 4º B. 08002 Barcelona. Teléfono (34)934123203. Fax (34)934121454.

Asociación de Familiares y Amigos de Niños Oncológicos.
Telf. 932377979; Fax. 932376698

Asociación de Voluntarios de Enfermos Sanables y Grupo de Ayuda Mutua para el Duelo (Grupo de duelo EKR).

Adela Torras Solet. Paris 206, entresuelo. Tel. 932171150. 08008 Barcelona.
Email: avesgdol@hotmail.com

Asociación Renacer. Grupos de Ayuda para Padres que Perdieron Hijos.
Barcelona: Rosa Mª y Juan Vladimir. Telf. 937613045. Apartado de Correos 87 -Malgrat de Mar 08380 - Barcelona.
E-mail: renacer@renacer-barcelona.org.
L'Hospitalet de Llobregat: Marilina, Teléfono 654263145. Toñi, Teléfono 936622899. Cristina Teléfono 636307897. Email: renacer_hospitalet@yahoo.es

Federación Española de Padres de Niños con Cáncer.
C/Pedraforca nº 13 Sant Vicenç de Torelló 08571 Barcelona. Teléfono/ Fax 938505344.
Email: federacion@cancerinfantil.org

Grupo de Ayuda Mutua para el Duelo.
Telf. 938736769
APSI - Asistencia Psicológica Integral.
Grupo de Duelo. Regomir 18, 2º, 08002 Barcelona, teléfono: 933199922. Juanjo Bringué (Director).
Email: bringue@apsibcn.com

Espai Indra.
Corcega, 271. Tel. 932388010. Eva Monferrer y Jorge Puyana.
Servei d'Acompanyament en el Dol.
Tels. 938390785 y 938768447. Dolors Sanmiquel y Carles Perarnau. Manresa.

Fundación Hospital S. Jaume y Sta. Magdalena: apoyo psicológico individual y grupal (grupos de duelo).
C/ S. Pelegrí, 3. Tel. 93 741 91 60. Anna Ortiz (mañanas). Mataró.

Magda Saez.
Tels. 938892589 y 689275690. Vic.

A.S.E.D. Asociación de Soporte Emocional en el Duelo.
Santa Coloma de Gramanet. Teléfonos: 933854560 y 933925128.
Email: ased@gramenet.lamalla.net

Associació Dones per l'Igualtat.
Terapeuta: Xusa Serra. C/ Industria, 12. 08290 Cerdanyola del Vallès (Barcelona). Telf. 935801398.

Centre de la Dona.
Terapeuta: Xusa Serra. Ayuntamiento de Barberà del Vallès. 08 210 Barberà del Vallès (Barcelona). Tel.: 937293030.
Valdelicea.es

Arte-terapia y creatividad. Banco de favores y trueque. Crecimiento personal. Duelo y apoyo emocional. Integración multirracial. Hábitat, Geobiología y Feng Shui. Medio rural (emigración y mujer). Voluntariado...

FEFOC. Fundación para la educación pública y la formación en cáncer (Fundación Mariantonia Tous Carbó).
C/ Rosselló, 205 7º 2ª. 08008 Barcelona. Telf: (93) 217 21 82. Fax: (93) 238 55 00.
Email: fefoc@fefoc.org

Grupo de soporte del cáncer de mama: Sra. Carmen Cervera. Teléfono de ayuda: 93 217 2182 (puede contactar con pacientes, psicólogos, médicos, que le proporcionarán ayuda, consejo y soporte). Organizan reuniones y cursos de formación e información.

Grupo de soporte del cáncer de próstata: Dr. Elías Valverde. Teléfono de ayuda: 93.218.96.64 (puede contactar con pacientes, psicólogos, médicos, que le proporcionarán ayuda, consejo y soporte).

GIRONA / GERONA:

Grupo de Duelo EKR.
Telf. 972244441
Asociación Renacer. Girona / Gerona
Teléfono 609486776. Lloret de Mar: Carlos, Telf. móvil 616420994. Juani, Teléfono 972363884.
Email: renacerlloret@yahoo.es

Servei de Suport al Dol de Girona.
Tel. 972244441. Lidia Orra, Alba Payars.

TARRAGONA:
Grupo de Ayuda Mutua para el Duelo.
Telf. 977384924

LLEIDA / LÉRIDA:
Paz Luz Moragues.
Tels. 973224590 y 639310225.

COMUNITAT VALENCIANA / COMUNIDAD VALENCIANA

CASTELLÓN DE LA PLANA / CASTELLÓ DE LA PLANA:
Associació Petjada. Asociación de Apoyo Emocional ante el Final de la Vida
PETJADA tiene la finalidad de ser un espacio de encuentro, escucha y acompañamiento, un lugar donde expresar y canalizar de forma positiva el dolor, para recorrer el camino hacia la aceptación de la pérdida e iniciar una nueva etapa en la vida. La asociación está compuesta por personas, todas ellas voluntarias, especialmente sensibilizadas hacia la pérdida de un ser querido, tanto por sus experiencias vitales como por su orientación profesional y formación en el ámbito de la psicología.
Teléfono: 600 686 495
Blog/Web: associaciopetjada.blogspot.com
Email: APetjada@gmail.com

VALENCIA:
Aprenent del dol. Grup de suport per a tu, que has perdut algu que estimes.
Grupo de Apoyo perteneciente a la Sociedad Española e Internacional de Tanatología. Aprenent del dol. Grup de suport per a tu, que has perdut algu que estimes. És un grup que facilita un espai on expresar emocions, on els plors, crits, rabies i rises no estaran jutjades. Et facilitarà ferramentes per apendre a compartir el dol, així aquest es podrà fer més lleuger, sense deixar enrere els records i les vivències compartides. On rebràs recolçament professional a les teves necessitats emocionals. És un grup on No estas obligat a parlar de cap cosa de la qual no et trobes preparat per a compartir-la. De fet, moltes persones assisteixen a les reunions per escoltar i apendre dels altres. Quan estigues preparat , podràs compartir amb els altres les teves experiències.

Mancomunitat de Municipis de la SAFOR. Avda. República Argentina, 28 - Gandia, Valencia
Horari d'hinvern: dimarts de 17:00 a 19:00 h.
Horari d'estiu (del 15 de juny al 15 de setembre): dimarts de 11:00 a 13:00 h.

Nuria Lucas Merino, Tanatologa, Pedagoga. Representant de la sede de la Sociedad Española e Internacional de Tanatología en la Comunitat Valenciana.
Tel. 677646077
E-mail: nulume@telefonica.net

Asociación Victor E. Frankl.

Asociación para la ayuda en el sufrimiento, en la enfermedad y ante la muerte.

Asociación de la Comunidad Valenciana ante la Pérdida, Muerte y el Duelo.
Dirección de servicio: Camino Tres Cruces nº 10 -2. 46014 Valencia. Domicilio social: C/ Padre Esteban Pernet, 22-6ª. Teléfono: 627344338.
Email: asdu_v@hotmail.com

CAMINAR - Asociación Valenciana de Apoyo en el Duelo.
(nº registro CV-01-038550). Olga Teruel. Teléfonos: 963747863 y 676197806.
E-mail: avcaminar@hotmail.com

ALICANTE:

Fundación Verde Esmeralda. Grupo de ayuda Mutua para el Duelo.
Julia López Orozco. Tlf. 629049551.
Email: fundacion@verdeesmeralda.org

Asociación Renacer.
Sara Velasco. Teléfono 965155371.
E-mail: renacer_alicante@e-milio.com

CASTILLA LA MANCHA

ALBACETE:
TALITHA. Asociación de ayuda en el proceso de duelo.
Somos padres y madres que hemos perdido un hijo o una hija, en accidente o enfermedad.
Email: p.tierraseca@dipualba.es

CASTILLA LEÓN

LEÓN:
Asociación Renacer.
León. Adelaida, Teléfono 987 664 393.
Email: renacer_leon@yahoo.es

MADRID

MADRID:
AyudaDuelo.es - Grupo Valdelicea ONGD.
Nuevo servicio en Madrid de ayuda en el duelo que ofrece: grupos de ayuda mutua (GAM), consultas individuales, asesoramiento y formación tanto para familiares como para profesionales...

Valdelicea.es
Arte-terapia y creatividad. Banco de favores y trueque. Crecimiento personal. Duelo y apoyo emocional. Integración multirracial. Hábitat, Geobiología y Feng Shui. Medio rural (emigración y mujer). Voluntariado...

ENCASA. morirencasa.org.
Asociación sin ánimo de lucro con los siguientes fines:
1. Ayudar a las personas que sufren una vida deteriorada por una enfermedad
progresiva e incurable a morir en casa, en paz y con dignidad.
2. Promover socialmente la muerte en casa como alternativa de calidad a la
muerte en hospital.
3. Potenciar los cuidados paliativos y la humanización de la salud en la
Comunidad de Madrid.
Pza. Tirso de Molina 12 , 4 Dcha. 28012 Madrid. Telefono : 914297883.
Email: consultas@morirencasa.org

Asociación DMD MADRID.
Tirso de Molina, 12. 4º. dcha. 28012 Madrid. Teléfonos: (34)915445143 y (34)913691746.

ALAIA. Asociación de Ayuda a Enfermos Graves y Personas en Duelo.
Dulce Camacho. Teléfono: 619406844.
Email: informa@alaia-duelo.com

A.M.A.D.
Asociación de Mutua Ayuda ante el Duelo. Teléfono: 913000690.
Email: amad@telefonica.net

Fundación Pequeño Deseo
(Trabaja para materializar una fantasía de niños con enfermedades terminales). C/ Ibiza, nº 4, 4º C. Teléfono: 915741234, Fax: 914008168. 28009 MADRID.
Email: fpdeseo@fpdeseo.org

Apoyo Positivo
Asociación para Enfermos de SIDA.
* En el distrito de Fuencarral: Avenida Llano Castellano s/n. 28034 Madrid. Teléfono: 913581444
* En el distrito de Villaverde: C/Alcocer 5 A, 1 - B. 28041 Madrid. Teléfono: 917987683.
Email: info@apoyopositivo.org
Humanizar.es
Centro de escucha San Camilo. Sector Escultores, 39. 28760 Tres Cantos (Madrid). Teléfono: 915335223. Fax: 918040033.
Email: escucha@humanizar.es

ANDALUCÍA

SEVILLA:
Asociación ALMA Y VIDA.
Padres y Madres en Duelo. Recinto Universitario CEU "San Pablo". Bormujos (Sevilla). Teléfono: 657411202.
Email: almayvida@almayvida.es

Asociación Renacer.
Sevilla. Vicente, Teléfono 954721928.
Email: renacerdosherma@terra.es

miércoles, 16 de febrero de 2011

AL FINAL DEL CAMINO


Cierto día, me di cuenta que el mundo era demasiado complejo para ser comprendido.

Intentaba buscar las respuestas en personas y lugares.

Fue cuando percibí que era necesario comprenderme a mí, antes de comprender al mundo.

Intenté entrar en mi mente, y comprendí que ella siempre había estado abierta, esperando que la explorara.

Comencé andando en medio de los sentimientos: Descubrí los misterios del amor, vi la belleza de la amistad, sentí la fuerza de la esperanza y lloré con la tristeza del odio.

Así estaba, fascinado con el mundo de los sentimientos, cuando en un determinado momento me caí.

En esta caída fui arrastrado a un lugar frío y triste.
Comencé a andar por los laberintos más oscuros.

No conseguía ver nada, mis manos no conseguían tocar nada... El miedo crecía más y más.

Percibí que había entrado en el mundo de las dudas y de la incertidumbre.

Era imposible decidir. Era inútil intentar volver y arriesgado seguir. Me quedé parado, sintiendo que el miedo me dominaba.

Cuando el miedo, las dudas y la incertidumbre ya eran más grandes que yo, fui envuelto súbitamente por una enorme certeza: "Lo que quería era salir lo más rápido posible de aquella situación y de aquel lugar".

Y, de pronto, como si fuera magia, salí de aquel lugar horrible.

Me di cuenta que para vencer las dudas, la incertidumbre y el miedo, necesitaba solamente tener un objetivo y avanzar.
Donde estaba ya no era aquel mundo triste y gris, al contrario, era iluminado y alegre.

Vi. un lago y caminé hacia él.

En sus aguas cristalinas, vi reflejarse el siguiente mensaje:"Continua caminando y descubrirás las respuestas para todas tus preguntas".

Allí me di cuenta de que estaba en el mundo de la sabiduría.

Obedecí y seguí caminando. Conocí diversos mundos, cada uno con sus encantos y misterios.

Al final de mi caminata, cuando todos los mundos ya se habían presentado, asumí que solamente conociendo mi mente, podría comprender al mundo y así descubrir el verdadero sentido de la vida, y lo principal: Llegar al corazón de los demás a través de mi propio corazón.

¿Cómo comprender a los demás si no nos conocemos en profundidad?

¿Cómo descubrir el verdadero sentido de la vida si muchas veces la vivimos sin sentido?

¿Cómo llegar al corazón si no sabemos apreciar en nosotros muchas veces sus latidos?

Los caminos más importantes son los que van hacia nuestro interior.

En esos caminos vamos y venimos a diario, algunas veces nos encontramos...otras tratamos de no vernos porque nos asalta la duda, el temor, la incertidumbre...

Caminamos y caminamos.

Pocas veces nos detenemos a mejorar esas rutas tan importantes que atraviesan de punta a punta nuestra mente.
Cuando nos asalta el miedo, o tememos fracasar nos sentamos al borde del camino y nos quedamos quietos...
Parece que las fuerzas nos abandonan, que no podemos seguir y sin embargo el seguir caminando aún con el paso tembloroso, mirando hacia adelante, hacia la meta nos permitiría llegar a nuestro destino.

La sabiduría no se obtiene en el andar por caminos llanos.

Al contrario podemos considerarnos sabios si ante los obstáculos no interrumpimos nuestra marcha y seguimos caminando aún sintiendo que el terreno no está firme.

Cuando las dudas, el miedo, o la oscuridad nos cieguen pisemos con todas nuestras fuerzas y sigamos avanzando porque sólo si no nos detenemos podremos encontrar las respuestas a todos los interrogantes y de esta forma descubriremos día a día el verdadero sentido de la vida.

lunes, 14 de febrero de 2011

¿CÓMO ES EL MUNDO ESPÍRITUAL DONDE VAMOS DESPUÉS DE MORIR?


Esa pregunta que muchos seres humanos nos hemos hecho más de una vez el Dr. Michael Newton, nos lo ira aclarando poco a poco en el trabajo que expone en su libro “DESTINO DE LAS ALMAS”

Durante el trance mis pacientes describen muchas imágenes visuales del mundo del espíritu con simbolismos terrenales.

Ellos quizás crean imágenes estructurales de sus propias experiencias planetarias o han sido creadas por sus guías con el fin de acrecentar su confianza con ambientes que sean familiares. Después de discutir este aspecto de la memoria inconsciente en mis conferencias, hay personas que afirman que independientemente de la consistencia de estas observaciones, ponen a prueba la credibilidad. ¿Cómo podría haber aulas de clase, bibliotecas y templos en el mundo del espíritu?

Respondo estas preguntas explicando que la memoria visual pasada es metafórica desde la perspectiva actual. Las escenas originales de todas nuestras vidas nunca abandonan la memoria del alma. En el mundo del espíritu, ver un templo no es el registro literal de unos bloques de piedra sino una visualización de lo que significa el templo para dicha alma. De vuelta en la Tierra, los recuerdos de eventos pasados en la vida de nuestra alma son reconstrucciones de circunstancias y eventos basados en interpretaciones y el conocimiento consciente. La memoria de todos los pacientes se basa en observaciones de la mente del alma que procesa la información a través de la mente humana.

Independientemente de la estructura visual de un ámbito espiritual, siempre miro el aspecto funcional en el que actúa el paciente.

Una vez que las almas dejan su capullo protector, entran a la vida en comunidad. Al iniciar sus encarnaciones, descripciones de los lugares y estructuras que han visto entre vidas toman el mismo sentido de aquellas almas más viejas que vienen a la Tierra. Algunas de estas descripciones no son muy terrenales.

He escuchado relatos de estructuras de vidrio con forma de catedral, estancias de cristal, construcciones geométricas con muchos ángulos y adornos sutiles en forma de cúpula sin líneas. También mis pacientes podrían decir que sus ámbitos no poseen estructuras, sólo campos de flores y escenas naturales con bosques y lagos. Las personas bajo estado de hipnosis demuestran un sentimiento de temor a medida que relatan el momento en que flotan hacia su destino en el mundo del espíritu. Algunos se han alterado tanto que no pueden describir adecuadamente lo que ven.

Escucho muchas explicaciones sobre el diáfano movimiento de las almas en transición, moviéndose de un lugar a otro.

El siguiente relato es de un alma de nivel IV que utiliza formas geométricas para describir las propiedades de los diferentes ámbitos que ve:

Viajo mucho en el mundo del espíritu. Las formas geométricas que veo representan ciertas funciones para mí. Cada estructura posee su propio sistema de energía. Las pirámides representan soledad, meditación y curación. Las formas rectangulares representan el estudio y análisis de vidas pasadas. Las formas esféricas son usadas para examinar vidas futuras y los portales cilíndricos son para viajar a otros mundos para lograr mayores perspectivas. A veces paso por grandes centros de actividad espiritual, como un aeropuerto con personas que se registran telepáticamente. Estos centros son como enormes ruedas prismáticas con radios en forma de curva que se alejan.


Es concurrido pero muy bien organizado, (risas) No debe apresurarse mucho o podría pasarse la fila de salida que está buscando para abandonar el centro. Estos centros son puertos de llamado con almas anfitrionas que dirigen el tráfico y buscan atender las solicitudes de los viajeros. Todo se desarrolla dentro de un suave, cómodo y flotante movimiento, con hermosos tonos armónicos que las almas, por medio de vibraciones, pueden encontrar y seguir para llegar a su destino.

Hay una declaración en Upanishads (libro sagrado de India) con relación a nuestros sentidos, los cuales son arrastrados en la memoria después de morir. Considero este viejo texto filosófico correcto al asumir que los sentidos, las emociones y el ego humano son un patrón o camino a la experiencia infinita, la cual provee conciencia física al ser inmortal.

Estos sentimientos fueron expresados por un paciente mío de manera muy convincente:

Podemos crear cualquier cosa que queramos en el mundo del espíritu para recordar los lugares y las cosas que disfrutamos en la Tierra. Nuestras simulaciones físicas son casi perfectas, para muchos son perfectas. Pero sin un cuerpo... bueno... me parecen imitaciones.

Me encantan las naranjas. Puedo crear una naranja aquí e incluso aproximarme a reproducir la esencia de su dulce sabor. Pero aun así no es lo mismo que morder una naranja en la Tierra.

Esta es una de las razones por las que gozo de mis reencarnaciones físicas.

A pesar de los comentarios de este paciente, otros me dicen que ellos ven el mundo del espíritu como la auténtica realidad y la Tierra como una ilusión creada para enseñarnos. Puede que no haya contradicción en esto. Las personas en la Tierra han desarrollado apego a los gustos, por lo que las naranjas y los seres humanos se encuentran existiendo en armonía. Hay grados de realidad.

El hecho de que nuestro universo sea un campo de entrenamiento no lo hace irreal, simplemente no es permanente. Lo que puede ser una ilusión temporal en el entorno de los seres humanos no desmerita el hecho de que una naranja comida por un ser terrenal tenga mejor sabor que el de una creada en el mundo del espíritu e ingerida por un alma.

Con el mismo simbolismo, la realidad de un mundo espiritual inter dimensional con su falta de absolutos permite darle al alma una magnitud de experiencias que van mucho más allá de cualquier concepción física.

Mis pacientes describen sus centros espirituales como una imagen maravillosa para ellos. Todos los estereotipos culturales combinados con aspectos de simbolismo metafórico recordados por la mente humana están en juego, pero estos replanteamientos en la vida espiritual de una persona no son menos reales. Cuando el alma retorna a la Tierra con la mortaja del olvido, debe adaptarse a un nuevo cerebro sin memoria consciente.

El nuevo bebé aun no posee experiencias pasadas. Lo contrario es verdad justo después de morir. Para quien realiza la hipnosis espiritual hay dos fuerzas operando en regresión.

Por una parte, tenemos la mente del alma trabajando con su enorme cantidad de recuerdos de vidas físicas pasadas y de su vida espiritual.


Por otra parte, también tenemos los recuerdos conscientes de un cuerpo actual y presente comprometido con la imaginación descriptiva mientras el paciente se encuentra bajo hipnosis.


La mente consciente no es inconsciente durante la hipnosis. Si así fuera, el paciente sería incapaz de expresarse de manera coherente.

(SI DESEAN EL LIBRO BASTA QUE LO PIDAN AL CORREO ELECTRONICO Y SE LO ENVIAREMOS TOTALMENTE GRATIS.)

Michael Newton
Extracto de su libro: Destino de las Almas

Michael Duff Newton posee un doctorado en Psicología Consultora, un Master certificado en Hipnoterapia y miembro del American Counseling Association.
Ha ejercido como profesor en diversas facultades de instituciones de educación superior sin abandonar el ejercicio privado de su profesión en Los Ángeles.

El doctor Newton desarrolló sus propias técnicas de regresión de la edad para llevar con éxito a sus pacientes, en estado hipnótico, más allá de los recuerdos de su vida pasada, a una más significativa experiencia espiritual entre vidas.

El autor es considerado un pionero en desentrañar los misterios de nuestra vida en el mundo del espíritu gracias a su primera obra, titulada Journey of Souls, best-seller publicado por la Editorial Llewellyn únicamente en el idioma inglés en 1994. Esta obra ha sido traducida a diez idiomas.

El doctor Newton goza de reputación a nivel internacional como autoridad en regresiones espirituales, ha sido invitado a numerosos programas de opinión de radio y televisión y como conferencista a exposiciones de la Nueva Era.

En 1998 recibió el premio anual por la "Más Destacada Contribución" en el área de la interacción mente, cuerpo y espíritu, otorgado por la National Association of Transpersonal Hypnotherapists. Fue honrado por sus años de investigación de la memoria clínica del alma y sus descubrimientos en la cosmología de la existencia después de la muerte.

El autor es historiador, astrónomo aficionado y viajero incansable. Él y su esposa, Peggy, residen ahora en las montañas de Sierra Nevada del Norte de California.


viernes, 11 de febrero de 2011

REFLEXIÓN EN TORNO A LA MUERTE - UNA APROXIMACIÓN DESDE LA ANTROPOLOGÍA MÉDICA


La asistencia médica descubre sus límites. Muchas veces la medicina se vuelve contra los pacientes

Llevado al extremo de la irracionalidad, el esfuerzo de la medicina por preservar y cuidar la salud de las personas ha demostrado que es capaz de volverse en contra de aquellos a quienes pretende proteger.


Cuando los médicos se empecinan en extender la vida aún más allá de las posibilidades fisiológicas y del deseo de sus pacientes, aparece lo que se ha dado en llamar el encarnizamiento terapéutico. Pero prolongar la vida innecesariamente no sólo perjudica a quienes se les priva del derecho a una muerte digna.


En un mundo donde los recursos públicos que se destinan al cuidado de la salud no sólo son finitos, sino que muchas veces resultan insuficientes, su uso irracional parece cercenar aún más el acceso de la población en general al cuidado de su salud. Hoy se acepta el establecimiento de un límite en la asistencia médica, pero la cuestión es definir cuál es y quién establece, y aun más, cómo se valida este límite. Un punto de partida puede ser la observación de casos y el cambio actitudinal frente al manejo de estos conceptos.

La aplicación del avance tecnocientífico en la práctica de la medicina asistencial de alta complejidad ha de conducir al diseño de experiencias de campo en las que se plantea el crucial dilema ético del fin de la vida: establecer y describir la naturaleza del vínculo entre el soporte vital avanzado y la muerte.

Al tiempo que el acelerado desarrollo del cuidado intensivo del paciente grave y los nuevos procedimientos diagnósticos y terapéuticos han generado la aparición de nuevos cuadros clínicos, asociados a esta nueva medicina crítica como resultado de la aplicación sostenida y prolongada de los métodos de soporte vital ordinarios y avanzados. Entre ellos pueden mencionarse el estado vegetativo persistente, frecuentemente derivado de encefalopatías y disfunciones orgánicas múltiples con trastornos cognitivos frecuentes. Estos cuadros resultan paradigmáticos en este tiempo porque asocian, vinculan y confunden la terminalidad con el carácter presuntamente reversible y transitorio del estado crítico.

En la generación de la toma de decisiones en cuidados intensivos los principios bioéticos, el derecho y las competencias del profesional médico -intensivista- juegan un rol determinante, incluso al principio y término de estos eventuales procedimientos, tanto cuando se discute si es pertinente o no el ingreso del paciente en este tipo de servicio, como a la hora de definir entre aplicar nuevos procedimientos invasivos -fútiles en muchos casos- y el retiro del soporte vital avanzado. En en los intersticios de una u otra decisión, entre el encarnizamiento terapéutico y las consideraciones en torno al dolor, la dignidad y la esperanza, se desliza este concepto de tenues fronteras, a saber, el mejor interés del paciente.

Este núcleo de interés constituye un cambio de paradigma a partir del cual deben replantearse cuestiones cruciales, entre las que se cuentan el desarrollo de una cultura y sensibilidad en torno al planeamiento de la limitación del esfuerzo terapéutico, entendido este ya no sólo como la delimitación tácitamente acordada en vistas a evitar problemas médico-legales a los médicos, sino como una toma de posición deliberada, una decisión que informa una acción, que ejecuta un conjunto de medidas claramente definidas y terapéuticamente controladas tendiente a una limitación ya sea de las medidas que estaban tomadas ejemplo: respiración mecánica, drogas vasoactivas, antibióticos en la infección, así como no iniciar nuevas terapias por ejemplo: diálisis que son de mucho costo, de mucha invasión y eventualmente poco rendimiento.

Es así como en la terapia intensiva se plantean a diario una serie de problemas en relación con la aplicación de los principios bioéticos generales a casos particulares, ello derivado de la posibilidad de aplicación de métodos diagnósticos y terapéuticos invasivos.

Mi convicción, así como el tema a fundamentar en esta Tesis, es que estos dilemas podrían ser atenuados si en la formación inicial, de pregrado, el profesional médico fuera preparado y entrenado no sólo en los aspectos teóricos y principios abstractos -propios de las definiciones de los código de ética médica y bio-ética- sino, y de modo fundamental, en los aspectos concretos e individuales de las situaciones de conflicto, dadas en el caso a caso que es, por lo demás, el proceso por el que se va sentando jurisprudencia.

Para ello se propone aquí la necesidad de -una vez abordados los aspectos legislativos, sensibilizado al cuerpo médico así como a la opinión pública en torno a un debate amplio y democrático sobre estas cuestiones- diseñar modificaciones en el currículum de la educación médica que posibiliten preparar a las nuevas generaciones de médicos tanto en los aspectos valóricos como terapéuticos involucrados.

Esto como práctica en la etapa de internado y en las distintas instancias de simulación gnoseológica y operativa según el plan de estudios de cada Escuela de medicina. La formación teórico-práctica versaría sobre cuestiones tocantes a los criterios, oportunidad y viabilidad de recursos, de la medicina paliativa o aplicaciones de terapias de soporte vital avanzados, así como de discernir cuando éstas, concurriendo todos los aspectos legales, terapéuticos, humanos y espirituales, debe ser retirada y de manera no adjetiva, la preparación de los profesionales en estas maniobras y destrezas terapéuticas y humanizadoras, todo ello atendiendo al estado del arte médica. Para esto es necesario desarrollar consensos amplios que den lugar a la inserción institucionalizada en el currículo de la enseñanza de la medicina tales contenidos y destrezas terapéuticas.

Reflexión en torno a la muerte; una aproximación desde la Antropología médica

De este modo, la reflexión sobre la muerte intervenida como un fenómeno emergente de nuestra cultura resulta imprescindible para que la sociedad se involucre en un tema que le incumbe en forma absoluta y exclusiva. Surge de aquí la necesidad de precisar conceptos:

El concepto de muerte intervenida comprende todas aquellas situaciones en que la aplicación de la suspensión o no aplicación de algún método de soporte vital se constituye en un límite en el tratamiento vinculado con la producción de muerte cardiorrespiratoria tradicional. Es una larga historia la de la domesticación del morir por parte de la medicina, en lo que no cabe duda es de que la invención del respirador artificial significó un antes y un después en esta materia.

El respirador, como es sabido, se gestó durante la epidemia de polio que asoló al mundo en la década del cincuenta. Por aquel entonces, un médico danés decidió utilizar bolsas de aire para bombear oxígeno a los pulmones de niños que, afectados por la enfermedad, morían asfixiados; claro que el método era imperfecto: los mantenía con vida siempre y cuando la enfermera no dejara de bombear oxígeno. La solución llegó semanas después de la mano de la feliz idea de acoplar una bomba mecánica a la bolsa de aire. Como era de esperar, la tecnología no tardó en extenderse; pero no habría de pasar mucho tiempo hasta que el avance obligó a los médicos a enfrentar situaciones clínicas hasta ese momento impensables. Cuando comenzaron a aparecer los métodos de soporte vital, principalmente el respirador, los médicos se encontraron con que tenían pacientes que eran ventilados artificialmente, pero que sufrían cuadros neurológicos absolutamente irreversibles.

Lentamente, las unidades de cuidados intensivos estaban comenzando a poblarse de un nuevo tipo de pacientes: personas que jamás recuperarían la conciencia, pero que podían ser mantenidas con vida artificialmente durante décadas. Sucede que por aquel entonces estaba aún vigente la idea tradicional de muerte, que la asocia al cese de la actividad cardíaca y respiratoria.

Mantener con vida a estos pacientes representaba tanto una prolongación injustificada del sufrimiento de sus familiares que asistían a una agonía eternizada, como un acaparamiento inconducente de recursos monetarios y de infraestructura hospitalaria. Ante esta nueva perspectiva, fue estrictamente necesaria la reformulación del concepto de muerte.

En esta historia de la domesticación del morir los conceptos se han vuelto problemáticos y ambivalentes a partir, precisamente, de las definiciones al uso de la noción de muerte; tanto a través del concepto de la pérdida completa de la función cerebral, lo que después de casi cuarenta años de empleo de este criterio de demarcación para diagnosticar la muerte, puede visualizarse un continuo que se asocia tanto con la necesidad o interés de procurarse órganos para trasplante, como con la necesidad de evitar prolongadas agonías en pacientes irrecuperables. Cuestiones que en un análisis inmediato se revelan de distinta naturaleza y por ello ponderable en términos diversos.

Según se ha expuesto el criterio de muerte cerebral estableció que el fin de la vida llega cuando coinciden la muerte del tronco y de la corteza del cerebro. Sin embargo, algunos estudios del tema sugieren la incidencia de otro factor en la adopción de este nuevo criterio de muerte. Meses antes, más precisamente el 3 de diciembre de 1967, el doctor Christian Barnard había realizado el primer trasplante de corazón: esta nueva posibilidad trastrocaba la mirada que se posaba sobre los pacientes con daños neurológicos irreversibles que eran mantenidos vivos en forma artificial. “La definición de muerte cerebral es un artificio de técnica -opina el doctor Mainetti-. Tiene por único fin introducir la posibilidad de retirar un soporte vital y dar por muerta a una persona a la que se mantiene con vida sin ningún sentido, abriendo así la posibilidad de utilizar sus órganos para un trasplante”

El criterio de muerte cerebral es una de las primeras respuestas sobre los límites en la atención médica de aquellos pacientes que ya no son capaces de verse beneficiados por ningún tratamiento. Pero no es la única. Un paso más allá se encuentra el derecho del propio paciente -o de su familia- a rechazar un tratamiento que se considera inútil. Se revisarán en el desarrollo de esta tesis, varios casos que perduran en el imaginario colectivo como los impulsores del debate que finalmente diera lugar a la instauración de este derecho.

En las últimas décadas la licitud ética -derivada de la aceptación de la práctica- de la interrupción en la aplicación de los métodos de soporte vital ordinarios y avanzados en situaciones que no configuran los supuestos de muerte cerebral -como los estados vegetativos y otras situaciones clínicas irreversibles- y hasta los intentos de obtener órganos para trasplantes en estas ocasiones (cuando se contare con el acuerdo explícito del donante o su representante) hace posible una interpretación conjunta de estos cuadros a través de la admisión del establecimiento de un límite en la asistencia médica.

La cuestión ahora es definir cuál es y quién establece, y aun más, cómo se valida este límite. Un punto de partida puede ser la observación de casos y el cambio actitudinal frente al manejo de estos conceptos.

La observación de casos permite al menos establecer como tendencias generales que en el estado de coma irreversible -definido como muerte cerebral- se tiende a aconsejar el retiro de la respiración mecánica. Así, también, se visualiza en las últimas décadas una aceptación progresiva de disponer la abstención y/o el retiro del soporte vital en pacientes con evolución irreversible para permitir su muerte. Ahora bien, de ambas situaciones basadas en evidencia empírica podemos derivar un punto problemático común: existen casos de pacientes críticos en los que se visualiza la necesidad de establecer límites en la asistencia médica.

El tema central presente en ambas circunstancias es que en estos casos la muerte resulta ligada a las decisiones (acciones u omisiones) que se toman en el ámbito asistencial sobre el soporte vital. Estas decisiones constituyen por sí mismas ese límite y marca el comienzo de toda una época de ‘muerte intervenida’ por oposición a la muerte natural hoy casi desconocida y olvidada por inexistente. Es en virtud de ello que dentro de la expresión ‘muerte intervenida’, utilizada primariamente para describir las acciones de abstención y retiro habituales en terapia intensiva, se incluye también a la muerte cerebral, esto como hito histórico fundamental.

Marco general del Problema Clínico y Bioético

Desde las décadas del setenta y del ochenta en adelante se ha asistido a la aparición cada vez más frecuente de cuadros clínicos intermedios constituidos por un coma inicial resultante de una injuria cerebral con variables grados de lesión del sistema nervioso como en el estado vegetativo persistente, demencias profundas y otros, en que no se cumplen los criterios aceptados de muerte cerebral (indemnidad del sistema reticular activador del tronco cerebral y de las funciones respiratoria y circulatoria), pero que también tienen daño cerebral irreversible con pérdida absoluta de las funciones corticocerebrales superiores.

Tienen permanentemente abolida la conciencia, la afectividad y la comunicación con conservación de los ciclos sueño-vigilia, y fuertes estímulos puede provocar apertura ocular si los ojos permanecen cerrados y también acelerar la respiración, el pulso y la tensión arterial. Los reflejos y movimientos oculares se conservan, así como también los reflejos protectores del vómito y de la tos. Estos pacientes pueden tener movimientos espontáneos que incluyen masticación, rechinar dientes y deglutir.

También pueden emitir sonidos o gestos que sugieren ira, llanto, queja, gemidos o sonrisas. Su cabeza y ojos pueden inconsistentemente rotar hacia luces o emitir sonidos no verbales.
Pese a que para un criterio experto todas estas actitudes son consideradas como de origen subcortical es innegable que a la mirada expectante de los seres queridos estos signos pueden constituir un motivo de aliento y arraigo emocional que es imposible negar como vivencia afectiva.

Así, en los últimos años la pregunta por los límites que se deberían establecer a la prolongación artificial de la vida ha sumado un nuevo aspecto. El conflicto ya no lo plantea el médico que propone una terapia que conduce al encarnizamiento terapéutico, sino que nace del paciente o de sus familiares que piden un tratamiento que no se considera eficiente.

La respuesta de la bioética se centra en el llamado concepto de futilidad, que es por decir lo menos, bastante controvertido. Los tratamientos fútiles, esto es inútiles, lo único que logran es dar al paciente dolor, daño, incomodidad y gasto económico. Sin embargo el problema es ¿cómo determinar la futilidad de una terapia médica? ¿Sólo con los criterios estadísticos que le son propios?

Existen dos criterios, responde. La futilidad fisiológica es el más simple: es cuando el tratamiento demuestra no modificar las variables fisiológicas del paciente que uno busca. Desde otra perspectiva se sostiene que se puede definir la futilidad mediante criterios estadísticos: un tratamiento sería fútil cuando tiene menos del 5% de posibilidades de resultar exitoso. No hace falta aclarar que para determinar la futilidad de un tratamiento es necesario actuar caso por caso. Los límites que delimitan este concepto son muy controvertidos y discutibles; por ello las instituciones médicas cuentan hoy con comités de bioética.

Los comités de bioética son, en su propia definición, espacios multidisciplinarios y pluralistas que se nutren del aporte de expertos no sólo provenientes de la medicina, sino también del derecho, la antropología, la religión y, en algunos casos, de representantes de la comunidad.

La medicina como actividad artesanal destinada al cuidado y eventual curación de las personas siempre tuvo límites, pero el final de la vida llegaba por factores externos alejados de una decisión cercana de efectos inmediatos y directos. Ahora, y como resultado del progreso tecnológico, la posibilidad del manejo de la función vital influye en la determinación y el tiempo de muerte.

Esta cuestión central, que atiende la realidad médica cotidiana y que se encuentra en el marco de las decisiones posibles con el hombre enfermo, marca el comienzo de toda una época de muerte intervenida, por oposición a la natural.

De alguna forma se ha producido una suerte de asalto tecnológico a la disponibilidad de los individuos sobre su propia muerte. Este asalto ha dado lugar a la medicalización de la muerte, obligando, como se ha visto, incluso a cambiar su definición a través de la adopción del criterio de muerte cerebral.

Por otra parte, hoy la muerte no sólo es técnicamente controlable y administrable, sino que resulta en cierta forma negociable. La dramática situación actual de los recursos destinados a la salud lleva a que se establezcan criterios para decidir qué enfermedades se tratan y cuáles no. Todos estos aspectos sensibles, tocantes a materias de salud pública, también serán considerados en la presente tesis.

Fundamentos de la Investigación Antropológica y Médica

Llevado al extremo de la irracionalidad, el esfuerzo de la medicina por preservar y cuidar la salud de las personas ha demostrado que es capaz de volverse en contra de aquellos a quienes pretende proteger. Cuando los médicos se empecinan en extender la vida aún más allá de las posibilidades fisiológicas y del deseo de sus pacientes, aparece lo que se ha dado en llamar el encarnizamiento terapéutico.

La agonía injustificadamente prolongada, el sufrimiento extremo, la desfiguración y el aislamiento del paciente; cualquiera de ellas puede ser la consecuencia del encarnizamiento terapéutico que conlleva formas de morir que resultan una caricatura de la dignidad personal.

Es habitual hablar de la lucha de la vida contra la muerte, pero hay un peligro inverso, presagiado por la literatura de ficción y de algún modo avalado por el desarrollo tecnológico de la medicina. Tendremos que luchar contra la probabilidad de que no muramos. Contra el olvido de la muerte. Nos encontramos en el proceso de reactivar esta inmortalidad patológica, la inmortalidad de la célula cancerígena, tanto a nivel individual como al nivel de las especies como un todo. Es la venganza contra los seres mortales y sexuales de las formas de vidas inmortales e indiferenciadas, en lo que podríamos llamar, al modo de Baudrillard, la solución final.

La muerte, que una vez fue una función vital, se podría convertir en un lujo, en un costoso placer. En todos los modos futuros de la civilización, donde la muerte habrá sido eliminada, los clones del futuro podrán pagar muy bien por el lujo de morir.

Ni la psicología ni la biología han reconocido el lugar central de la pulsión de muerte en la determinación de los seres humanos. Y así como hay una pulsión de inmortalidad para la cual se tienen respuestas tecnológicas como la clonación, también hay una pulsión de muerte. Como hemos visto, estas pulsiones entran en juego simultáneamente y es posible que una no sea más que una variante de la otra, nada más que su dilatación.

Y es que, a veces, “el intento de respetar la vida puede acabar en trato inhumano o degradante, es decir, indigno”, escribió hace algunos años Diego Gracia, miembro de la Fundación de Ciencias de la Salud, de España, en el prólogo del libro Morir con dignidad.

Podría decirse que la muerte indigna -aquella que se demora sin ofrecer nada a cambio, más que sufrimiento y humillación- es un invento reciente. Nace como resultado del avance que protagonizó en los últimos cincuenta años la medicina, avance que permite hoy prolongar la vida a través de instrumentos que proporcionan a los pacientes un soporte vital que suple funciones biológicas perdidas o cuando menos suspendidas.

Pero prolongar la vida innecesariamente no sólo perjudica a quienes se les priva del derecho a una muerte digna. En un mundo donde los recursos públicos que se destinan al cuidado de la salud no sólo son finitos, sino que muchas veces resultan insuficientes, su uso irracional parece cercenar aún más el acceso de la población en general al cuidado de su salud.

Por eso, cabe preguntarse, ¿hasta cuándo es lícito extender artificialmente la vida de una persona? Desde hace algunas décadas, los expertos en bioética han elaborado una serie de criterios que permiten ponerle freno al afán desenfrenado de los médicos por vencer a la muerte, evitando así el encarnizamiento terapéutico.


[Adolfo Vásquez Rocca]mail: adolfovrocca@gmail.com es Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, Teoría del Conocimiento y Pensamiento Contemporáneo. Áreas de Especialización: Antropología y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la PUCV. Profesor de Antropología y de Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la UNAB. Profesor asociado al Grupo Theoria, Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado. Director de la Revista Observaciones Filosóficas, Secretario de Ejecutivo de PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofía de la PUCV, Editor Asociado de Psikeba, —Revista de Psicoanálisis y Estudios Culturales, Buenos Aires—miembro del Consejo Editorial Internacional de la Fundación Ética Mundial de México y Director del Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo. El Dr. Adolfo Vásquez Roca es asimismo columnista de diversas revistas y publicaciones internacionales.


miércoles, 9 de febrero de 2011

¿QUÉ NECESITAMOS CUANDO LA MUERTE NOS LLEGA?


Un libro analiza el concepto de “buena muerte” en cada tradición religiosa. Ayudará a los especialistas a atender las necesidades espirituales de los moribundos.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Victoria de Canadá, en colaboración con científicos de diversas disciplinas y con médicos y enfermeras de distintas partes del mundo, ha recopilado en un libro los enfoques que se dan al proceso de la muerte desde las diferentes perspectivas religiosas. Los investigadores esperan que este trabajo sirva a los profesionales que atienden a personas moribundas a conocer y atender las necesidades espirituales de sus pacientes.

En 2008, un equipo de investigadores liderado por especialistas de la Universidad de Victoria, en Canadá, se embarcó en un proyecto que pretendía profundizar en el proceso de la muerte y las maneras de enfrentarlo, desde diversas perspectivas religiosas.

Harold Coward, director del Centro de Estudios de Religión y Sociedad de la Universidad de Victoria (CSRS) y su colaboradora, la doctora Kelly Stajduhar, reunieron con este fin a 22 investigadores procedentes de una amplia gama de disciplinas académicas y de diversos países, como el Reino Unido, África, China, Tailandia, Estados Unidos y Canadá.

Coward y Stajduhar reclutaron asimismo a enfermeras, médicos y cuidadores de diversas partes del mundo para su estudio.

Conocer las necesidades religiosas de los moribundos

Con todos ellos, fueron analizados los requisitos que pueden garantizar una “buena muerte” en las siguientes tradiciones religiosas: el hinduismo, el budismo, el Islam, las religiones chinas, el cristianismo y las religiones aborígenes. La investigación fue realizada en hospicios para moribundos de todo el mundo.

Según explican los investigadores en un comunicado emitido por la Universidad de Victoria, con el presente estudio se ha intentado paliar una carencia de la literatura médica: ya existían muchas investigaciones acerca del control del dolor y de los cuidados paliativos pero, en cambio, los estudios sobre las necesidades religiosas de las personas moribundas eran escasos.

El resultado de la investigación ha sido el libro “Religious Understandings of a ‘Good Death’ in Hospice Palliative Care”, que será publicado por SUNY Press en 2011. En esta obra, se muestran recursos prácticos para ayudar a los profesionales a atender las diversas necesidades religiosas de los pacientes moribundos.

La meditación como cuidado paliativo

En uno de los capítulos del libro, se habla de la atención a moribundos en hospicios budistas de Tailandia. Pinit Ratanakul, de la Universidad Mahidol de Bangkok, fue en este caso el encargado de estudiar la relación entre religión y muerte.

Para los budistas tailandeses, escribe Ratanakul, una buena muerte es aquélla que es apacible, que está libre de miedo, ira o ansiedad, y que conduce hacia el renacimiento o la iluminación.

Los budistas consideran que el último estado consciente es de extrema importancia, porque contribuye significativamente a la calidad del renacimiento resultante.

Por eso, una gran parte de la preparación para la muerte en los hospicios budistas consiste en paliar el dolor a través de la meditación y de la terapia dhamma (de autosuperación).

Los moribundos estudiados en Tailandia contaban, por tanto, con guía espiritual y con cuidados médicos en los últimos momentos de su vida. Las atenciones proporcionadas por los monjes budistas ayudaban a los moribundos a comprender la muerte como un paso en el ciclo de las reencarnaciones.

La importancia de la conexión

En lo que se refiere a los cuidados paliativos para niños, la especialista en la materia Elizabeth Davies trabajó en la investigación con su marido, el doctor Thomas Attig de la Bowling Green State University de Ohio, y con la religiosa Francis Dominica, una enfermera británica fundadora del primer hospicio infantil del mundo en Oxford.

Daves escribe que “los niños son conscientes de la muerte y de la espiritualidad de una manera muy clara para ellos, e insospechada por los adultos”. Según la investigadora, por eso es importante reconocer la gama de experiencias que un niño puede tener cuando se acerca su propia muerte, para que sus cuidadores puedan atender mejor sus necesidades.

Por otro lado, resulta crucial tener en cuenta que las situaciones de muerte infantil son experiencias que afectan a toda la familia. Por eso, según Daves: “es de vital importancia ser capaces de tratar temas religiosos con las familias, y eso significa dirigirse a ellas de una manera culturalmente sensible, que puedan comprender”.

Daves escribe: “Independientemente de dónde vengan o de su cultura, los padres aman a sus hijos. Ellos valoran mucho la sensibilidad, el respeto, la amabilidad. El enfoque de mi investigación ha sido el de tratar de ayudar a los profesionales del sector a ser más conscientes de la importancia de la conexión de humano a humano”. Parte de esta conexión procede de la comprensión de las necesidades religiosas de cada familia y niño, aunque éstas sean muy diferentes a las de los especialistas.

Atención más allá de las tradiciones religiosas

El presente libro recoge, por otro lado, experiencias de personas moribundas aborígenes y de Panyab (región entre India y Pakistán) que habían asistido a hospicios para enfermos terminales o que habían recibido atención de éstos al final de sus vidas.

Por último, el libro también contempla el proceso de muerte en las personas no religiosas. Según Coward: “Existe toda una nueva generación de gente que afirma sentirse espiritual pero no religiosa. Para cada una de estas personas, la palabra espiritual puede significar una cosa distinta”.

Una parte del libro está, por esa razón, dedicada a los cuidados espirituales en los momentos cercanos a la muerte, más allá de cualquier tradición religiosa.

Después de reunir toda la información, el equipo de investigadores pasó varios meses cotejando cada uno de los capítulos. Éstos fueron editados y compilados finalmente por Coward y Stajduhar.

Los investigadores esperan que “Religious Understandings of a ‘Good Death’ in Hospice Palliative Care” sirva como guía para médicos, enfermeras, estudiantes y voluntarios implicados en el trabajo en hospicios de atención a moribundos de todo el mundo, y que se convierta en un recurso internacional de atención en el proceso de la muerte.

martes, 8 de febrero de 2011

EL DUELO POR LA MUERTE DE UN SER QUERIDO PUEDE VOLVERSE ADICTIVO


Los recuerdos tristes activan las neuronas de los centros de recompensa del cerebro

No todo el mundo vive el duelo por la muerte de un ser querido de la misma forma. Mientras algunas personas lo superan con el paso del tiempo, para otras resulta imposible y se convierte en una sombra que los acompaña sin salida.


Este último caso es el del llamado “duelo complicado”, un síndrome que, por primera vez, ha sido empíricamente demostrado gracias al registro de imágenes de la actividad cerebral de personas que lo padecen. Los resultados han demostrado que el “éxito” de este tipo de duelo para prolongarse en el tiempo se debe a que activa en el cerebro el circuito de recompensa de éste, convirtiéndose, por tanto, en una verdadera adicción. El descubrimiento podría ayudar a los psicólogos en su atención a los dolientes aquejados de duelo complicado.

Todas las personas experimentan el duelo por la muerte de un ser querido en algún momento de su vida, pero no todas reaccionan de la misma manera.

De hecho, para una considerable minoría resulta imposible seguir adelante e, incluso, años después de la muerte de su ser querido, cualquier recuerdo de su pérdida –como una foto- aún resulta demasiado doloroso.

Estas personas se encuentran en una situación conocida como “duelo complicado”, que se caracteriza por sensaciones como el dolor intenso continuo y demasiado prolongado en el tiempo, así como por actitudes que pueden irse agravando, como la somatización por identificación o los cambios radicales en los estilos de vida.

Por el contrario, la gente que supera su duelo pasa por un proceso de adaptación natural, normal y esperable ante la pérdida de un ser querido y, con el paso del tiempo, acaba sanando sus heridas.

Registrando el dolor

Ahora, científicos de la Universidad de California en los Ángeles (UCLA han realizado una investigación con la que se ha podido comparar, por vez primera, estas dos formas de duelo (el duelo complicado y el no-complicado) a nivel neurológico, gracias al uso de tecnologías para el registro de imágenes de la actividad cerebral. En concreto, los investigadores usaron la tecnología fMRI, que permite la toma de imágenes del cerebro mediante resonancia magnética funcional.

Los resultados obtenidos mostraron que este tipo de duelo activa las neuronas de los centros de recompensa del cerebro, otorgando a los recuerdos dolorosos propiedades similares a las de cualquier adicción, señala un comunicado de la UCLA. Este descubrimiento, según los científicos, podría ayudar a los psicólogos en su atención a los dolientes aquejados de duelo complicado.

Comprobar los mecanismos hipotéticos

Hasta ahora, poco se sabía de los mecanismos neurales que distinguen ambos tipos de duelo, explican los investigadores en la revista especializada NeuroImage, pero se habían considerado algunos mecanismos hipotéticos, como la actividad relacionada con el dolor (con la angustia social por la pérdida) y la actividad relacionada con la recompensa (con los comportamientos de apego).

Una de las investigadoras, la doctora Mary-Frances O'Connor, declaró para la publicación de la UCLA que, en lo que se refiere al mecanismo de recompensa, la idea es que, mientras nuestros seres queridos están vivos, obtenemos señales gratificantes cuando los vemos o cuando vemos objetos que nos los recuerdan.

Tras la muerte de un ser allegado, los que se adaptan a la pérdida dejan de obtener esta recompensa neural. Por el contrario, los que no consiguen adaptarse, continúan anhelándola, porque cada vez que ven una señal del ser querido aún obtienen la recompensa neural correspondiente. Todo este mecanismo sucede a nivel inconsciente, es decir que el doliente no pone en ello ninguna intención.

El estudio se centró en analizar si las personas que sufren de duelo complicado presentan una mayor actividad tanto en el circuito de recompensa del cerebro como en el circuito del dolor. Para ello, fueron analizadas 23 mujeres que habían sufrido la pérdida de sus madres o de alguna hermana como consecuencia del cáncer de mama.

Reacción adictiva

De todas estas mujeres, 11 padecían duelo complicado, mientras que las otras 12 pasaban por un duelo normal, no complicado. Cada una de las participantes trajo consigo una fotografía de su familiar fallecida, y esta imagen les fue mostrada mientras sus cerebros eran escaneados con la fMRI. Posteriormente, también se escanearon los cerebros de las participantes en el experimento mientras miraban la fotografía de una mujer desconocida para ellas.

Los científicos buscaban actividad neuronal en un área del cerebro denominada nucleus accumbens, que ha sido tradicionalmente asociada con la recompensa. Curiosamente, se ha demostrado que esta región juega un importante papel también en el desarrollo de los afectos sociales, como el apego a los hermanos o a la madre.

Asimismo, los investigadores examinaron la actividad neuronal del circuito del dolor en el cerebro, en regiones como la corteza singular anterior dorsal o la ínsula, implicadas tanto en el dolor social como en el físico.

Descubrieron así que en los cerebros de todas las mujeres (de las que sufrían de duelo complicado y de las que no) se activó la red cerebral del dolor tras la visualización de la foto de su ser querido fallecido. Sin embargo, sólo en el caso de las mujeres que padecían duelo complicado, también hubo una activación significativa del nucleus accumbens, es decir, del circuito de recompensa del cerebro.

Síndrome catalogado

Los testimonios de las participantes permitieron relacionar la actividad del nucleus accubens con su duelo complicado. Otros factores, como el tiempo desde el fallecimiento del ser querido o la edad de las voluntarias, no guardaron relación con dicha actividad.

El estudio respalda por tanto la hipótesis de que los apegos activan los circuitos de recompensa y pueden por tanto convertirse en una interferencia para la adaptación a las pérdidas. Es decir que, aunque la activación del nucleus accumbens no satisfaga emocionalmente a los dolientes, señala O’Connor, se convierte en una respuesta que hace aún más difícil de superar la realidad del fallecimiento.

El duelo complicado puede debilitar al doliente, así como generar el anhelo recurrente de emociones dolorosas como la ansiedad intensa o el deseo de morir. Ahora, este síndrome ha sido definido por un conjunto de criterios empíricos y se está considerando su inclusión en El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la American Psychiatric Association (Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos), el DSM-IV.

Este manual consiste en una clasificación de los trastornos mentales con el propósito de proporcionar descripciones claras de éstos para facilitar sus diagnósticos.