PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

viernes, 30 de julio de 2010

EL SIGNIFICADO DE LA MUERTE

La humanidad comparte el concepto de la muerte como un proceso biológico natural que se manifiesta con el cese de las funciones vitales del ser humano, pero una visión más amplia nos permite concebirla también, como un proceso espiritual mediante el cual el espíritu abandona el cuerpo físico para continuar viviendo en otro plano o dimensión.

Las experiencias aportadas por quienes han estado en ese umbral, es decir testimonios que ilustran lo que se denomina "cuasi muerte", afirman que no se siente dolor alguno en ese momento.

Lo que sí duele (en accidentes, paros cardíacos, enfermedades, etc.), son las sensaciones nerviosas que la materia consciente aún o semiconsciente, envía al cerebro y este registra como materia. Son estas impresiones nerviosas las que producen dolor, no el desprendimiento del espíritu del cuerpo.

Y esto se ha comprobado infinidad de veces en las ya citadas experiencias de cuasi muerte, donde las personas relatan que se ven flotando sobre su cuerpo herido o en una camilla, escuchando todo lo que sucede a su alrededor, pero sin sentir dolor.

El dolor por sus lesiones lo experimentará luego, de regreso a la materia, cuando se encuentren asistidos y atendidos por sus dolencias.

La Dra. Elisabeth Kübler-Ross ("La muerte un amanecer"), que asiste a los enfermos en ese tramo de la vida, expresa así sus convicciones basadas en largos años de experiencias: "La muerte es sólo un paso más hacia una forma de vida en otra frecuencia. (...) la experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento.

Es un nacimiento en otra existencia... la muerte no es más que el abandono del cuerpo físico, es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo y en el que se tiene la posibilidad de continuar evolucionando".

Luego del desprendimiento del cuerpo, el alma o espíritu atraviesa un período de "convalecencia", para recuperar sus fuerzas de espíritu libre de la materia. La lucidez de las ideas y la memoria de su vida retornan muy lentamente, de acuerdo con su grado de evolución espiritual o elevación.

En este momento de "despertar" al mundo o plano espiritual, el espíritu nunca se encuentra solo: es asistido o recibido por su Ángel Guardián o Espíritu Protector y espíritus familiares a los que unió en vida el amor, clara expresión del cumplimiento de la Ley de Solidaridad Universal entre ambos planos. Sea cual sea la condición del espíritu, siempre se hallará contenido por esos seres espirituales que se encuentran ocupados y preocupados por su proceso evolutivo.

En este nuevo mundo, siempre apoyado por otros espíritus más evolucionados que él, repasa su vida, analiza sus errores y sus aciertos, ve, oye y se comunica a través del pensamiento y del sentimiento en forma directa, trata de intuir y apoyar a aquellos seres que dejó en la materia, porque el amor y el afecto conquistado son vínculos que no se interrumpen o destruyen con la separación física.

A este mundo espiritual podríamos definirlo como imponderable porque no es mensurable por lo humano o material y en él, el espíritu deberá aprender a desplazarse sin el peso del cuerpo o la atracción de la ley de gravedad.

A pesar de todo esto, el dolor ante la muerte de un ser querido es inevitable, porque implica una separación transitoria y el dejar de experimentar la sensación física de su presencia y ello, naturalmente, deja un hueco que lleva un tiempo poder recomponer.

Conocer y saber más sobre este proceso común en la vida de todo ser humano puede ayudar a encarar el tema desde otra óptica, más amplia y evolucionista de la vida.

El Dr. Rubén Bild, tanatólogo argentino, es decir especializado en la disciplina que se ocupa del fenómeno de la muerte en sí, como un proceso más del ciclo vital del individuo y de los fenómenos psíquicos que se producen frente a la misma, manifiesta: "La muerte es un tema eludido, soslayado, negado por nuestra sociedad moderna, que ha hecho un culto de la juventud.

Olvidamos que es una parte de la existencia, como el nacer y que también en esa etapa final puede haber crecimiento y desarrollo. No es una enfermedad (...) ni una prisión de la que debemos escapar. Los que han tenido la fortuna de que la muerte les avisara su llegada por anticipado, tuvieron una posibilidad más de llegar a ser, en esos postreros momentos, plenamente humanos".

La certeza de la supervivencia del espíritu luego de la muerte del cuerpo físico, constituye una realidad trascendente al aportar conocimientos sobre la inmortalidad del alma y lleva serenidad y confianza en los procesos de la evolución.

El conocimiento espírita comparte con otras filosofías y doctrinas la seguridad de que el espíritu es inmortal y que guarda en sí todos los sentimientos cultivados en la vida material, porque estos no conocen de fronteras y límites terrenos.

Sin dudas, nos sentiremos más tranquilos y serenos al saber que cuando el espíritu recobre sus fuerzas en el mundo espiritual, podrá asistirnos mediante la intuición, la fortificación a nuestras luchas, acompañando nuestros pensamientos y sentimientos, siempre que nos predispongamos en la reflexión serena a recibir su ayuda.

Podremos percibirlos entonces, de otra manera, y la calma y la conformidad que vayamos logrando a medida que transcurra el tiempo nos ayudará y ayudará también al ser que dejó el plano material a conseguir la suya.

La confianza en la energía creadora y el conocimiento de sus leyes que nos guían y protegen, aunque no siempre podamos razonarlas, nos darán más serenidad y entrega para saber que la muerte es sólo el comienzo de otra vida más plena, donde nos reencontraremos, en algún momento, con quienes luchamos, vivimos y amamos, para seguir aprendiendo y progresando.

Entre las diferentes experiencias que corroboran la inmortalidad del espíritu encontramos, las de "cuasi muerte". Son experiencias en el umbral de la muerte donde personas que, luego de un trance difícil-accidente, operación, paro cardíaco, etc. "visitan" momentáneamente el plano espiritual, para regresar luego a su cuerpo y a su vida material.

Estas vivencias tienen un común denominador:
* Ausencia de dolor físico.
* Percepción de integridad corporal.

La Dra. Kübler-Ross ("La muerte un Amanecer") narra experiencias de personas ciegas, que en ese trance veían y realizaban minuciosas descripciones de su entorno, o de otras que desde hacía tiempo, se encontraban en sillas de ruedas imposibilitadas para moverse y que podían hacerlo libremente. Todo indica que las limitaciones son de la materia y no del alma o espíritu.
* Nadie está solo en el momento de la muerte.

Independientemente de la vida que se haya tenido en la materia, en el trascendente instante de la muerte, todos tenemos seres espirituales, nuestro guía y espíritus familiares, acompañándonos.
Siempre hay alguien cuidándonos y esperándonos cuando se produce esta separación del cuerpo.
Básicamente estas experiencias posibilitan a quienes han tenido la certeza de la supervivencia, perder el miedo a la muerte, porque se produce un cambio interno en sus conciencias, un aprecio más grande por los seres, por la vida y una visión más optimista y universalista de la experiencia.

Esto no es un fenómeno de nuestros días, pues ya en el libro "La República" de Platón, encontramos el relato que hace un soldado herido en una batalla y dado por muerto, de su visita a ese mundo espiritual y su retorno a la vida material narrando todo lo observado. Platón hace especial hincapié en aclarar en que esto no se trata de un mito sino de un hecho real.

Es así que por diferentes vías: científicas, con testimonios reales, a través del análisis y estudio de los conocimientos espíritas obtenemos las mismas conclusiones a las que arribó Allan Kardec cuando en 1857 publicó "El libro de los espíritus": el espíritu es inmortal, la muerte es sólo un tránsito de un plano a otro, donde el espíritu continúa viviendo, experimentando, creciendo.

No podemos dejar de mencionar el aspecto emocional de la muerte, es decir lo que muchos llaman "morir con ternura". La ternura del intercambio entre el que se va y el que se queda. Christiane Joain, jefa de enfermeras del hospital Chambéry de París, expresa: "La única realidad que nos permite vivir y morir es la ternura.

Lo que espanta a algunos es la sensación de haber arruinado su vida, de no comprender más que cuando es demasiado tarde cómo deberían haber vivido, a quién y a qué deberían haberse dedicado. Ya que una vida bien vivida es una vida en la que se han cumplido las razones de vivir, donde se ha dado sentido a la existencia, en la que se ha amado y se ha sido amado. El instante de la muerte entonces, lleva en sí su propia eternidad, la de la Verdad del Amor".

A pesar de todo ello, la muerte sigue inspirando temor, tal vez alimentado por ese miedo ancestral que sentimos por ella.

Esta actitud tan humana y natural, es positiva. Si no fuera así, si no amáramos intensamente la vida, si no nos sintiéramos fuertemente comprometidos con ella a través de nuestras vivencias y nuestros afectos, si no deseáramos aferrarnos a ella y a todo lo que nos brinda, si no anheláramos vivir, si recordáramos las bonanzas de ese mundo espiritual, a la primera dificultad buscaríamos los medios para retornar a él y ese no es el sentido de la evolución y del progreso.

Los seres humanos necesitamos imperiosamente de la vida material o corporal para superarnos, para aprender, para desarrollar nuestros sentimientos, nuestras potencias y capacidades, que son las que nos acercan al saber, al amor y la libertad.

Rescatemos como trascendente la idea de comprometerse con la existencia, vivir la vida intensa y solidariamente, valorarla como fuente de aprendizajes, con sus desafíos, sus sinsabores y sus alegrías. Ella es nuestra escuela de aprendizajes, nuestra fragua espiritual.

Y tan importante es nuestra vida material, que ella está regida por una ley Universal: la ley de Conservación, que hace que amemos la existencia, que nos aferremos a ella con todas nuestras fuerzas para vivirla plenamente, a pesar de los dolores y los contratiempos.

Anclados a la vida, gozándola en la solidaridad de la familia, en el amor de quienes nos rodean, con la paz del sentimiento y la claridad de la mente orientada al progreso del ser, podremos luchar todos los días, caernos, levantarnos, llorar y sonreír.

Porque la vida constituye ese canto permanente que implica el trabajo, la unión, las experiencias, las luchas, pero armonizado por el conocimiento de la inmortalidad del espíritu y el amor incondicional que nos brinda el conocimiento de las leyes Universales que llenan de paz a los corazones y tranquilidad al espíritu.

miércoles, 28 de julio de 2010

LO QUE CUENTA DE VERDAD CUANDO NOS VAMOS


¿Qué es lo que se aprende sobre la vida a partir de las relaciones cercanas que se tienen con la muerte?

Permítanme compartir con ustedes algo que he aprendido: Lo único que cuenta cuando la vida ha terminado, es la personalidad, nuestra filosofía profunda, nuestra esencia en función de nuestro grado de conciencia: la integridad, la compasión, las buenas obras que hemos hecho a lo largo de nuestra existencia.

Lo que un ser humano deja como herencia no se encuentra en su vivienda o en lo elegante de su casa o en lo exitoso de su negocio o cuántas veces apareció su nombre en el periódico, sino en su esencia como persona. Y esto es el fruto de un esfuerzo. No se hereda de los padres; no es un apéndice del nacimiento.

Recuerdo una bella historia. Un zorro hambriento contemplaba unos deliciosos frutos que se encontraban en un jardín, pero para su tristeza no podía encontrar ninguna forma de entrar. Por fin descubrió una apertura por la que pensaba que podría introducirse, pero pronto vio que el hueco era demasiado pequeño para que cupiera por él. “Bueno, pensó, si ayuno durante tres días, podré pasar por ahí”. Así lo hizo; pasó y disfrutó de un banquete con las uvas y todos los demás frutos que había en el jardín. Pero cuando quiso huir antes de que llegara el dueño del jardín, descubrió, para su enorme desgracia, que la apertura no había crecido en lo más mínimo, y nuevamente el hueco era demasiado pequeño para que pudiera salir.

¡Pobre zorro! Nuevamente tuvo que ayunar durante tres días, y cuando por fin escapó, dio un último vistazo de despedida al lugar en el que tanto había disfrutado: “¡Eres un hermoso jardín! ¡Tienes deliciosos frutos! ¡Pero mírame! ¿Qué es lo que me queda ahora que demostré mi astucia?”

Lo mismo sucede con el SER HUMANO.

Los sabios enseñaron: “Un ser humano llega al mundo con los puños cerrados como diciendo que todo le pertenece. Parte con sus manos abiertas como diciendo que no se lleva nada del mundo”.

¡Qué verdad! Nada deja, excepto la marca de su personalidad. Así, el momento de la muerte nos enseña una lección sobre la vida: que para compensar su brevedad debemos elevar su intensidad.

Vivimos para un propósito. Cumplimos con nuestra misión en la Tierra cuando hacemos algo por los demás. Servimos como esposos o esposas; como padres; como hermanos; como hijos; como miembros de una comunidad; como compañeros de trabajo; como amigos. Tenemos un papel que cumplir. Es de lo que se trata la vida.

La muerte enseña muchas lecciones sobre la vida: el poder del recuerdo, la unión familiar, la confusión entre la tristeza y la culpa, pero por encima de todo, nos enseña el valor de la personalidad, nuestras autentica esencia.

Lo único que cuenta cuando la vida ha terminado es la integridad, la compasión, el buen nombre y las buenas obras hechas, que el ser humano deja como su mayor herencia.

La melodía de la vida

La melodía que el ser amado tocó en el piano de nuestra vida
nunca será tocada otra vez de la misma manera,
pero no debemos cerrar el teclado y permitir que el instrumento se llene de polvo.
Tenemos que buscar otros artistas del espíritu,
nuevos amigos que nos ayuden a recorrer el camino.
Sólo así lograremos la conquista de
la aflicción y de la muerte.

viernes, 23 de julio de 2010

APRENDIENDO A SER PADRES (II)


“Mi hijo se aburre… ¿Y qué?”

Como si no fueran suficientes nuestras obligaciones tanto laborales como familiares, así como el peso de las tensiones a que diariamente se nos somete, se nos martiriza la conciencia porque nuestros hijos se aburren. Sobre todo en las vacaciones.

¿Dónde fueron a parar aquellos veranos tan largos y a la vez tan cortos para los niños, que no dejaban ni una sola rendija al aburrimiento? Aquellos niños, con muchísimos menos juguetes, dedicaban todo su tiempo a compartir juegos con otros niños; eran los dueños de caminos y callejones; desde que se levantaban ponían a trabajar esa creatividad que a todos se nos da, para, junto a sus amiguitos, construir los juguetes más imaginativos que se pueda soñar.

Los niños de entonces no se aburrían porque creaban. Y es que los seres humanos somos capaces de combatir el aburrimiento con la creatividad.

Nuestros niños de hoy… ya sabemos. Desde que son bebés les enchufamos la tele, al tiempo que el biberón. El uno, para que se alimente, y la otra, para que no se aburra. Y luego nos quejamos de que nuestro hijo o hija no se entretiene con nada.


Cuando crecen, queremos organizarles minuto a minuto su período vacacional: campamentos, sí. Siempre que mi niño no se aburra. Empieza cualquier actividad lúdica y, desde que deje de ser ocio y se convierta en disciplina, ya no es válida porque mi niño/ a se aburre. Renunciamos a nuestro descanso en un lugar de nuestro gusto personal si nuestra hija o nuestro hijo se aburre.

¿Cuándo dejaremos que nuestros hijos conozcan el aburrimiento, orientándoles para que fabriquen estrategias que potencian su autonomía personal? El niño debe aburrirse. Es bueno que se aburra, para que ponga en marcha su inagotable fuente creativa.

Tomemos la hermosa iniciativa de que se reúna con niños de su edad. Para nada en concreto. Para nada previamente organizado. Simplemente para que juegue, para que discuta, para que tenga conflictos con sus iguales y aprenda a resolverlos.

Dejemos que se invente historias; no se las demos hechas. Que se fabrique sus juguetes, para que aprenda a jugar. Cultivemos en el niño la capacidad de asombro, simplemente porque ha sido capaz de construirse una cometa , que ha logrado echar a volar. ¡Cuánto puede soñar, imaginar historias y situaciones, al tiempo que sigue con sus ojos infantiles cargados de inocencia, el vuelo caprichoso de una cometa que ha logrado armar con sus propias manos! No hay juego interactivo que se le pueda comparar.

Y nosotros, padres, estamos apostando por un ciudadano creativo, con imaginación. Capaz de comprender lo valioso que puede resultar manejar su tiempo. Si no enseñamos a nuestros hijos a que usen bien su tiempo libre… malo, malo, cuando tengan que administrar su vida.

Es una colaboración de J.T.G.

domingo, 18 de julio de 2010

LA POESÍA ALIMENTO DEL ALMA


SI ME VES CANSADO FUERA DEL CAMINO

Si me ves cansado y que no atino,
ya casi sin fuerzas para hacer camino.

Si me ves sintiendo que la vida es dura,
porque ya no puedo, porque ya no sigo

ven a recordarme cómo es un comienzo,
ven a desafiarme con tu desafío.

Muéveme en el alma, vuélveme al impulso,
llévame a mí mismo.

Yo sabré entonces encender mi lámpara
en el tiempo oscuro, entre el viento frío.

Volveré a ser fuego desde brasas quietas,
que alumbre y reviva mi alma de peregrino.

Vuelve a susurrarme aquella palabra
del primer paso para un principio.

Muéstrame la fuerza que se necesita
para levantarse desde el suelo.

Si me ves cansado fuera del camino,
sin ver más espacios que el de los abismos.

Trae a mi memoria que también hay puentes,
que también hay alas que no hemos visto,

Que vamos armados de confianza y de bravura,
que seremos siempre lo que hemos creído.

Que somos guerreros de la vida plena,
y todo nos guía hacia nuestro sitio.

Y que un primer paso, y que un nuevo anhelo,
nos lleva a la forma de no ser vencidos.

Que el árbol se dobla, se agita, estremece,
deshoja y retoña, pero queda erguido.

Que el único trecho que da el adelante
es aquel que cubre nuestro pie extendido.

Si me ves cansado fuera del camino,
solitario y triste, quebrado, herido.

Siéntate a mi lado, tómame las manos,
entra en mis ojos guíame hasta mi mismo.

Y dime . . . ¡SE PUEDE!,... e insiste,
¡SE PUEDE!,
Hasta que yo entienda que puedo lo mismo.

Que tu voz despierte, desde tu certeza,
al que de cansancio se quedó dormido.

Y, tal vez, si quieres, préstame tus brazos,
para incorporarme, nuevo y decidido.

Que la unión es triunfo
cuando hombro con hombro vamos,
¡sí, se puede!, con el mismo brío.

Si me ves cansado fuera del camino,
lleva mi mirada hacia mi destino.

Hazme ver las huellas, que allá están marcadas,
de un paso tras otro por dónde has venido.

Y vendrá contigo una madrugada,
la voz insistente para un nuevo inicio.

Que abriré otro rumbo porque he creído,
QUE SIEMPRE SE PUEDE...
¡se puede,....Amigos!

sábado, 17 de julio de 2010

UNA EXPERIENCIA DE CÓMO VIVIR LA MUERTE


Martes con mi viejo profesor

“El envejecimiento no es sólo decadencia, sabes, es crecimiento. Es más que el aspecto negativo de que vas a morir; también es el aspecto positivo de que comprendes que vas a morir, y que vives una vida mejor debido a ello”.

Existen muchos tipos de maestros, todos hemos tenidos algunos a los que hemos odiado, otros indiferentes, muchos especiales, pero pocas veces coincidimos con ese profesor único, que aparte de sus asignaturas correspondientes, conecta con nosotros y nos hace crecer como personas. A este profesor nunca se le olvida.

A Mitch Albom le pasó lo mismo con su profesor favorito de la universidad, Morrie Schwartz, a quien no había vuelto a ver desde que acabó la carrera. Cuando supo que tenía una enfermedad terminal decidió visitarlo y lo acompañó todos los martes restantes, hasta que la muerte los separó.

Cada martes recibió, así, una nueva clase sobre la vida, y con ellas escribió como una tesina, este libro que ha cautivado a millones de personas.

Ya en la portada dice de lo que se trata: “un hombre viejo, un hombre joven, y la lección más grande de la vida”. Este pequeño libro puede leerse de una sola sentada, aunque uno desearía releerlo una y otra vez. Contiene lecciones que todos necesitamos aprender.

Morrie Schwartz fue un profesor de sociología en la universidad de Brandéis. Había dado clases a muchas generaciones de estudiantes y sus colegas lo estimaban. En 1994, cuando tenía alrededor de 70 años, le fue diagnosticada una enfermedad incurable, mejor conocida como la de Lou Gehrig. Al enfrentarse con la opinión médica de que le quedaban como máximo dos años de vida, Morrie Schwartz tomó una importante decisión. Se preguntó a sí mismo: “¿he de marchitarme y desaparecer o he de aprovechar al máximo el tiempo que me queda?”. Decidió que haría que “la muerte fuera su proyecto final, el punto central de sus días”.

Mitch Albom, el autor del libro, fue alumno de Morrie en la universidad. Era periodista deportivo para un periódico de Detroit. Durante sus años en la universidad, Morrie había sido un mentor para Mitch, alguien que lo alentó y guió; fue su maestro en el sentido más elevado de la palabra. En marzo de 1995 Morrie fue entrevistado por Ted Koppel en el programa Nightline. Mitch casualmente vio el programa, se enteró de la situación de su maestro y viajó para verlo. A partir de ahí ser ealizó una serie de visitas cada martes, durante las catorce semanas previas a la muerte de Morrie Schwartz.

Nos encontramos ante un relato triste, pues infunde una pena enorme ver a un buen hombre llegando a su final, y a la vez un texto esclarecedor, que nos enseña a ver la vida de otra forma, sin dejarnos llevar por las obsesiones materiales de la sociedad imperante. A medida que leía el libro, sentí que Morrie me hablaba como si él fuera el mensajero de lo que nuestros seres queridos que nos esperan al otro lado nos hubieran querido decir o enseñar.

El primer martes ellos hablan sobre el mundo hasta concluir con una lección sobre las cosas más importantes de la vida. ¿Cómo responderías tú a la pregunta de qué es más importante en la vida? Morrie dice: “morir es sólo una cosa por la cual estar triste. El vivir infeliz es otra cosa. Puedo decirte qué es lo que más estoy aprendiendo con esta enfermedad: la cosa más importante en la vida es aprender cómo dar amor, y a dejarlo entrar. Déjalo entrar. Creemos que no merecemos el amor. Y creemos que si lo dejamos entrar nos volveremos demasiado suaves”.
¡Qué gran verdad! ¿No es cierto que con más frecuencia de lo que creemos olvidamos o no permitimos que el amor esté presente en la vida? Y cuando ya no está, nos arrepentimos.

El siguiente martes hablan sobre la muerte y Morrie dice: “una vez que has aprendido cómo morir, aprendes a vivir. Todos saben que van a morir, pero nadie lo cree. Si lo creyéramos, viviríamos vidas diferentes. El enfrentarse con la muerte cambia la vida. Te desprendes de todas las cosas que no importan y te concentras en lo esencial. Reacomodas tus prioridades”.
Seguramente, la mayoría de nosotros no hemos aprendido a morir. Peor aún, ¿hemos aprendido a vivir?

En su quinta visita la conversación trata sobre la familia. “La verdad es que no hay ningún fundamento, ningún cimiento sobre el cual la gente puede sostenerse hoy en día que no sea la familia. Esto se ha vuelto muy claro para mí a lo largo de mi enfermedad. Si no tienes el apoyo, el amor, la preocupación y el cuidado que da la familia, no tienes mucho que digamos. El amor es sumamente importante.” Y Morrie agrega “esto es parte de lo que es la familia: no sólo amor, sino permitir a otros saber que hay alguien que los está cuidando. Ninguna otra cosa te dará eso. Ni el dinero ni la fama ni el trabajo.”
¿No es esta una lección obvia y al mismo tiempo algo que necesitamos escuchar ahora?

Y luego Morrie habla sobre el envejecimiento: “todo este énfasis en la juventud no me lo creo. Sé lo miserable que puede ser un joven, así que no me cuenten que es una maravilla.” Mitch le pregunta: “¿nunca temiste envejecer?” Y Morrie responde: “yo abrazo el envejecer. Es muy sencillo. Conforme creces, aprendes más. El envejecimiento no es sólo decadencia, sabes, es crecimiento. Es más que el aspecto negativo de que vas a morir; también es el aspecto positivo de que comprendes que vas a morir, y que vives una vida mejor debido a ello”.

Este último párrafo me conmovió tanto que lo leí y volví a leer, lo hice con una mezcla de miedo, optimismo y esperanza. ¿Acaso pensar en nuestros seres queridos no es nuestra forma de concienciarnos del paso del tiempo en nuestra propia vida?

“¿Morrie, qué podemos aprender sobre valores?”, pregunta Mitch. Y el viejo maestro responde: “hay una gran confusión sobre qué es lo que queremos en oposición a que es lo que necesitamos. Necesitas comida, quieres un helado de chocolate. Tienes que ser honesto contigo mismo. No necesitas el último coche deportivo, no necesitas la casa más grande. ¿Sabes qué es lo que realmente te da satisfacción? Ofrecer a los demás lo que tienes para dar, me refiero a tu tiempo, a tu preocupación. ¿Recuerdas lo que dije sobre encontrar una vida con significado? Dedícate a amar a los demás, dedícate a la comunidad que te rodea, y dedícate a crear algo que te dé propósito y significado. Porque el amor gana, el amor siempre gana”.

Y, finalmente, el martes que hablan sobre el perdón, Morrie enseña: “no tiene ningún caso seguir con la venganza o la necedad… ¡Cómo me arrepiento de estas cosas en mi vida. El orgullo. La vanidad!”. Durante esta conversación, Morrie casi no podía respirar. Sin embargo, con mucho esfuerzo agrega: “perdónate a ti mismo. Perdona a los demás. No esperes. Lamento que mi tiempo esté por terminar, pero aprecio la oportunidad que me da de arreglar las cosas“.

Enfermedad, familia, valores reales, envejecimiento, perdón y muerte. Lecciones de vida que espero no sólo aprender sino aplicar en la mía. ¿No es esto lo que nos gustaría escuchar de aquellos a quienes recordamos? ¿No son estas las palabras que nos gustaría decir a nuestros seres queridos para poder ser recordados?
Y quiero compartir también el final del libro:

“Cuando murió Morrie, revolví varias cajas de antiguos papeles de la universidad. Y descubrí un trabajo de fin de curso que había preparado para una de sus asignaturas. El trabajo ya tenía veinte años. En la primera página aparecían mis comentarios escritos a lápiz, dirigidos a Morrie, y debajo de éstos aparecían los comentarios de él como respuesta a los míos.

Los míos comenzaban: «Querido entrenador…».
Los suyos comenzaban: «Querido jugador…».
Por algún motivo, cada vez que lo leo lo echo más de menos.

¿Has tenido realmente alguna vez un maestro? ¿Un maestro que te viera como algo en bruto pero precioso, como una joya que, con sabiduría, podía pulirse para darle un brillo imponente? Si tienes la suerte suficiente para encontrar el camino que conduce a maestros así, siempre encontrarás el camino para volver a ellos. A veces, sólo está en tu cabeza. A veces está junto a sus lechos.

Mi viejo profesor impartió la última asignatura de su vida dando una clase semanal en su casa, junto a una ventana de su despacho, desde un lugar donde podía contemplar cómo se despojaba de sus hojas rosadas un pequeño hibisco. La clase se impartía los martes. La asignatura era el Sentido de la Vida. Se impartía a partir de la experiencia.

La enseñanza prosigue.”

miércoles, 14 de julio de 2010

¿ME PERMITES HABLARTE DE LA MUERTE?

Lo hago simplemente con el propósito de acercarte, amigablemente, a un tema, que en general evadimos, ya sea por temor o ignorancia: la muerte.

Deseo de corazón que te sirva, para entenderla mejor y así vivir, intensamente la vida.


” ¿Me permites hablarte de la muerte? ¿Me permites que te muestre, mientras vas leyendo, que yo comprendo la muerte y que, tal vez te ayude a entenderla y a no temerle cuando llegue el momento?


¿Me permites que te diga cómo sobreponerte al desconsuelo por la muerte de las personas que amas y cómo tú y el hombre o la mujer que más amas puede inmortalizar su amor ahora mientras viven para que la muerte no los separe? ¿Me permites que te diga qué es lo que pasa después de la muerte y mientras tu cuerpo está muriendo?


¿Me permitirás llegar al punto de decirte cómo morir? Porque hay un arte de morir, y la muerte no es algo que pasa mañana: cuando la muerte llega es siempre hoy. No te pido que creas lo que voy a decir, sólo te pido que leas sin depender de otra cosa que de tu buen sentido y de tu parte más verdadera y más real.


Dado que en nuestro mundo moderno rara vez se habla de la muerte con alguna realidad, mucho de lo que voy a decir puede sonarte nuevo y no familiar, así que tómate tu tiempo, date el espacio y el silencio para absorberlo lentamente.


También ten en cuenta por favor, que la razón por la que estás leyendo es que no entiendes la muerte.

Voy a decirte a lo largo de los artículos de este blog, todo acerca de la muerte, comenzando por el principio: qué es la muerte, por qué le tememos y dónde comienza la terrible confusión y la falta de entendimiento. Entonces, si permites que tu mente reaccione con lo que piensas que es la muerte, o lo que crees que es, estarás tratando de decir lo que no entiendes y te perderás lo esencial “.


¿Por qué llegué a esto? Les cuento.


Recuerdo que de pequeño este tema para mi más bien algo curioso, y ya siendo adulto pensé, ¿qué voy hacer cuando un ser querido muera? ¿cómo será para mí sobrellevar esta ausencia? Por eso es que este tema me tocó el alma. ¿Qué pasó entonces?


Apareció esa amigo/a que llega justo a tiempo cuando lo necesitas, y me recomienda el libro “La Rueda de la Vida”, de la escritora Elizabeth Kübler-Ross, autobiografía de esta médico psiquiatra que dedicó su vida a los enfermos terminales y moribundos.


Ella decía que estos pacientes tienen tanto que entregar, tanto que compartir, y en cambio, son aislados, dejados en frías salas y solos. Si todos supiéramos esto, ¿cuántos de nuestros familiares morirían en sus casas, rodeados de sus seres más queridos?. Volver al entorno familiar, ser acompañados y permanecer junto a ellos, es el secreto de un bien morir.


El entender lo que la muerte significa, las prodigiosas posibilidades que ella encierra, que en realidad estamos muriendo a cada instante, que cambiamos sin cesar y que a cada instante renacemos, que la muerte viene a ser simplemente el exacto resultado de toda nuestra vida, que morimos como hemos vivido, todo esto hace que la muerte cese de estar desprovista de sentido y que la vida tenga un sentido más trascendente, por lo tanto vivirla intensamente.


Vivir y morir son las dos caras de una misma moneda y para saber vivir no les quepa duda hay que saber morir.


Hay un misterio tan antiguo como la vida: la muerte.


Una Historia Preciosa:


El ambiente es tenso, la atmósfera está cargada con sentimientos encontrados, el aire que se respira parece estar plagado de las dudas y miedos de los allí reunidos. Los familiares y amigos muestran su dolor por la inexorable partida de aquél que había compartido tantos momentos dichosos con ellos.


Nadie sabe que decir, los sentimientos por la marcha del ser querido están teñidos por el miedo al olvido. Nadie quiere interferir. Sólo sus miradas expresan las emociones que están viviendo en esos instantes. El capta todas esas energías que tienen la doble virtud de empujarle hacia adelante, a emprender su viaje por un lado y retenerle junto a sus seres queridos, los que han llenado sus momentos, por otro.


Todos son conscientes de que cuando traspase el umbral estará en la otra vida.

Todos saben lo que eso significa y por eso sus deseos más fervientes son que el trance no sea doloroso. Aunque llevan tiempo preparándose para la separación, llegado el momento se dan cuenta de que es duro ver marchar a alguien. Una última sonrisa acompaña al adiós que pone punto final a una relación de amor largamente mantenida.
Su espíritu de pronto, se hunde en un oscuro túnel al final del cual brilla una intensísima luz. Una fuerza irresistible le atrae como si fuese un imán, quiere llegar cuanto antes al pequeño punto luminoso que se ha convertido en su única referencia.
Se siente presionado, como si algo o alguien le empujara, mientras va creciendo en él la necesidad de ir hacia la luz. Un último esfuerzo y finalmente se zambulle en una luminosidad increíble que todo lo invade. La presión desaparece, el túnel, la oscuridad, la opresión... todo quedó atrás. Siente todo su ser sacudido por sensaciones desconocidas... ¿dónde está?... ¿qué ocurrirá ahora?... Se siente extraño en un entorno muy diferente al que estaba acostumbrado hasta entonces.
Tímidamente abre los ojos y mira alrededor. La luz le ciega en un primer instante pero después empieza a descubrir a su lado formas, rostros que se le acercan.
Siente como le tocan, le acarician con sumo cuidado... Se siente sorprendido y sobrecogido a la vez. Ve como unas caras familiares vienen a recibirle... todos sonríen... se respira alegría y gozo.

No hay duda, han venido a recibirle. El gran viaje ha terminado, ya ha llegado por fin a la otra vida: UN NIÑO ACABA DE NACER.

sábado, 10 de julio de 2010

DESPEDIDA A UN AMIGO

*Cuando un Amigo se Va*

Cuando un amigo se va,
Es entonces cuando uno se da cuenta
De lo que en verdad vale.
Ya no habrá conversaciones largas
Ya no habrá secretos ni risas tontas.
No más miradas a escondidas
No habrá canciones a quien dedicar,
Serán tristes mis días
Buscarte y saber que no estás,
Pero será mucho más triste
Saber que jamás regresarás


*CUANDO SE VA UN AMIGO*

Cuando se va un amigo solo queda la tristeza
Y un terrible vacío en tu alma y corazón
Un rostro desolado que una lagrima atraviesa
Que viene acompañado de una gran desilusión.
De recuerdos y cosas que viviste en el pasado
Y de muchos momentos que no volverán a ser
Es difícil aceptar que aquel amigo se ha marchado
Y por más tiempo que pase no lo volverás a ver.
Es como desprenderte de una parte de ti mismo
No ves el futuro no sabes cómo seguir
Caminas paso a paso por el borde de un abismo
Pensando ligeramente si vas a sobrevivir.
Adiós mi buen amigo en este día de verano
Con esta rosa blanca me he venido a despedir
He sido inocente pues pensé que eras eterno
Y que nunca en la vida, jamás te vería morir.
Tu gran amiga que nunca te olvidara

Dedicado a ti mi gran amigo:
JOSE MANUEL PEREZ FERNANDEZ

Enviado por CANDE

jueves, 8 de julio de 2010

LA MUERTE ENTRADA A LA VIDA

A veces pienso que la muerte no es enemiga de la vida sino su amiga.
Saber que nuestros años tienen un límite es lo que los hace tan preciados.
Conocer que el tiempo nos fue prestado es lo que hace que, en el mejor de los casos, lo veamos como un patrimonio que nos ha sido dado temporalmente.
Somos como niños que tienen el privilegio de pasar un día en un gran parque con muchos jardines y juegos, azules lagos llenos de barcos que navegan sobre tranquilas olas. Es cierto que los días que nos fueron asignados a cada uno no tienen la misma duración, ni la misma luz, ni la misma belleza.

Algunos tienen el privilegio de pasar largos días en los jardines de la Tierra. Para otros, el día es más corto, más nublado. También sabemos que existen tormentas y vendavales que nublan hasta el cielo más azul, y que hay rayos de sol que atraviesan el más oscuro cielo de invierno.

Entonces para cada uno llega el momento en que la muerte toma al hombre, a la mujer y al niño de la mano y despacito le dice: “es hora de ir a casa; está llegando la noche. Es hora de dormir, niño de la Tierra. Estás cansado. Ven, reposa y duerme, el día ha terminado. Las estrellas brillan en el firmamento…”.

Por eso nunca debemos olvidar que cuando un ser querido se nos va, no es un adiós definitivo sino simplemente una despedida temporal.

Y ser conscientes que no estamos vacios que todo lo que vivimos junto a ese ser querido, sigue en nuestro interior, todos dejamos en todos sentimientos y emociones que permanecerán siempre en quienes las recibieron.

miércoles, 7 de julio de 2010

ARENDIENDO A DECIR ADIÓS A NUESTROS SERES QUERIDOS


Este trabajo, es parte fruto de la reflexión y experiencia de muchas personas las cuales han ayudado en el tránsito de decir adiós a un ser querido muerto de un modo repentino, quiere servir de espejo donde cada cual pueda mirarse y darse cuenta de que está solo con su dolor, que esta soledad es una condición necesaria para descubrir su intimidad y elaborar su pena y su angustia, pero que también, está acompañado.

Que hay otros seres humanos como él que comparten una misma experiencia y que demandan o demandaron, tanto como él, una mano, un consuelo, una presencia, una escucha.

Parece un hecho elemental, pero no tanto, para quien pasa por esta experiencia, que lo conmociona y aísla a la par que lo desgarra y conmueve. Por eso el desprendimiento, la elaboración de esta pérdida debe ser un proceso progresivo, a lo largo del tiempo, pero con un horizonte visible que dé esperanza a la angustia.
Por eso es que propongo un método sencillo para acompañar el trabajo del alma sobre la tristeza y el conjunto de afectos que esa muerte despierta. Un método que promueve el compromiso y el despertar de los curadores interiores de cada cual. Un método de introspección y de meditación.

•EL METODO •
Este método lo puede desarrollar solo o en compañía. Dura nueve meses, 36 semanas. No se apure: su alma requiere tiempo para aquietar su dolor. Continúe hasta completarlo aunque se sienta bien. Hágase un regalo a usted mismo, lo necesita.

• EN QUÉ CONSISTE EL TRABAJO •
Cada semana a partir de una fecha que usted elija (que sería bueno que coincidiera con el día de la muerte del ser querido que perdió) lea, durante los siete días que dura la semana, la frase correspondiente que encontrará más adelante.

Medite sobre ella unos minutos. Si puede, anote en un cuaderno sus reflexiones. No adelante frases. Sea paciente con usted mismo. Todas las frases sin autor han sido recogidas de expresiones d e personas que recorrían el proceso de duelo por una muerte inesperada y el autor de este libro sólo les ha dado forma literaria.

SEMANA
1.- La muerte es una cosa tan extraña que a pesar de la experiencia que de ella tenemos, no la consideramos posible cuando se trata de alguien a quien queremos; siempre sobreviene como algo increíble y paradójico. GOETHE

2.- La muerte del hombre no aparece casi nunca a la conciencia del hombre como verdaderamente natural. I. LEPP

3.- Se vive solo, se muere solo; los demás nada pueden PASCAL

4.- Es una dicha para el hombre ser mortal, pues gracias a esta condición su existencia puede hacerse dramáticamente intensa. SIMONE DE BEAUVOIR

5.- El destino nos convierte a todos en condenados a la muerte. CAMUS

6.- Lo que se llama razón para vivir, es al mismo tiempo una excelente razón para morir. CAMUS

7.- Las naturalezas delicadas desean una muerte lenta para la cual uno se prepara largamente y en la que la vida se termina paulatinamente. En cambio, las vidas violentas eligen una muerte repentina. LOUIS LAVELLE

8.- Cuando los seres humanos se aman verdaderamente, la muerte no puede matar su amor SAN FRANCISCO DE ASÍS

9.- Fuerte como la muerte es el amor SAN AGUSTÍN

10.- La base del sufrimiento es el apego. Donde hay apego hay miedo. Si nada tienes, nada puedes perder.

11.- No hay amor más seguro como el que se mantiene libre. Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los apegos te hacen vulnerable. A. DE MELLO

12.- Como no tengo miedo a perderte, entonces puedo amarte así como eres, sin apegos, sin condiciones, sin egoísmos, sin querer poseerte. Aunque ya no estés en esta tierra puedo comenzar a amarte de este modo. Una manera que me permite desprenderme de ti.

13.- Me di cuenta de que dependía de ti para mi propia felicidad.

14.- La verdad es que no puedo echarte de menos porque estoy lleno de ti. A. DE MELLO

15.- Cuando te recuerdo, te recuerdo independiente de mis necesidades. No amándome a mí, sino a la vida.

16.- Ahora estoy comenzando a comprender qué quisiste enseñarme con tu muerte.

17.- Me doy cuenta de que la felicidad consiste en la falta de apegos, en no estar dependiente de nadie para sentir la vida.

18.- Tu muerte me ha despertado a la vida

19.- No temo a la muerte; lo que temo es morir MONTAIGNE

20.- Ahora me doy cuenta de que estar despierto es no dejar que nadie ni nada interfiera en mi vida. Ni aun tu muerte.

21.- Ya puedo recordarte como eras, no como yo quería que fueras. Esto me hace bien y me ha hecho aprender que el amor va siempre unido a la verdad y a la libertad y por eso es siempre fuerte.

22.- A causa de tu muerte pensaba que toda la existencia humana carecía de sentido. Hoy me doy cuenta de que tu muerte tuvo un sentido, que no fue inútil.

23.- Es peligroso vivir de la memoria del pasado. Sólo el presente está vivo. Es el ahora el que importa, porque ahora es la vida, ahora es todo lo posible, ahora es la realidad.
A. DE MELLO

24.- Ahora puedo percibirte con claridad. Limpia mi memoria de idealizaciones, prejuicios y emociones del pasado, puedo verte de un modo nuevo.

25.- Ahora me doy cuenta de que el amor existe aunque no estés aquí

26.- Sabiendo que el amor existe, sé que puedo amar. Puedo volver a ser feliz. A medida que venzo mis miedos de estar solo y ser independiente afectivamente, el amor surge cada día con más fuerza.

27.- Hoy estoy descubriendo algo que me maravilla. Cuando moriste sentí que te perdía. Fui egoísta. Egoísmo es exigir que el otro haga lo que yo quiera. Dejar que cada cual haga su camino, eso es amor. Ahora acepto tu despedida, por amor.

28.- Sólo en la libertad se ama. Antes creía que la orquesta sonaba sólo cuando estábamos juntos, pero ahora veo que la felicidad no es casual. Lo que importa no es ni tú ni yo, sino la relación, libre de exigencias. A. DE MELLO

29.- Ya que no te necesito para ser feliz, no te ato ni me ato. Tú eras mi instrumento favorito, pero no voy a renunciar a escuchar los demás. A. DE MELLO

30.- Hubo un tiempo en el cual, luego de tu muerte, me detestaba. Me sentía culpable y responsable. Quizá no de tu muerte, pero sí de cosas que habían pasado mientras estabas vivo. Me di cuenta de que era un “rebusque” para no volver a amar. No podía amar si me detestaba.

31.- Si quieres volver a amar, tendrás que aprender a ver a las personas y las cosas como son. Empezando por ti. A. DE MELLO

32.- Mi dolor está casi curado. Te recuerdo pero ya he aprendido a no añorarte. A aceptar tu partida. Como logré independizarme de ti he llegado a amarte como eras. Ya te puedo decir adiós.

33.- En estas semanas has sido mi maestro. Me has ayudado a descubrirme y a descubrir tesoros dentro de mí, que no sabía que existían. Tu muerte fue dolorosa para mí, pero no ha sido inútil. Quiero contarte todo lo que aprendí a partir de ella (Anote todo lo que se le ocurra)

34.- Tu muerte no se deja encerrar en palabras, es algo que se siente. Al principio me contrarió, cómo podías hacerme esto o cómo la vida podía hacerme esto. Después sentí odio, luego miedo, soledad... y muchas otras emociones. Hoy me siento liberado, sin mochilas. He crecido. Por eso tu muerte no es sólo una palabra, es una experiencia en mi vida, una experiencia que me ha transformado.

35.- Se acaba el tiempo. He aprendido con tu muerte lo que es el amor incondicional: amarte tal como eres, hagas lo que hagas. Aun partir como partiste.

36.- Ésta es la última semana de trabajo. Es un momento de mirar el recorrido y elegir cada uno lo que crea adecuado e incluirlo aquí. Deben ser palabras que surjan del corazón. No importan las que sean, lo significativo es que nazcan –como dice Juan Ramón Jiménez-, como “surtidores que suban hasta el sol”.

EXTRACTO DEL LIBRO:
Muertes inesperadas
Manual de autoayuda para los que quedamos vivos
Eduardo H. Grecco


lunes, 5 de julio de 2010

VISUALIZAR EL DESTINO HUMANO

A medida que vaya filtrándose más información sobre la Otra Vida en la conciencia de la gente, creo que nuestra comprensión de la historia y el destino humano cambiará de modo considerable.


Si todos nacemos en este mundo con una tarea, significa que todos los que vivieron alguna vez aquí tuvieron una tarea y que todo lo que ocurrió fue siguiendo un propósito más elevado.


De hecho, considero que con esta nueva conciencia ya podemos sentir que se forma una nueva historia sobre lo que pasó en esta dimensión. Podemos sentir esa historia porque, en realidad, lo que estamos haciendo es recordar la gran secuencia de los hechos.


Cuando el universo empezó a existir, nosotros éramos un aspecto de lo que estaba pasando. Vivimos en las primeras estrellas mientras gravitaban juntas, creaban los esquemas básicos de la energía elemental y se dispersaban en el espacio.


Nuestra intención se unió a lo divino cuando el Sol y los otros planetas formaron nuestro sistema solar, creando el medio perfecto para la vida en la Tierra. Fuimos los primeros aminoácidos cuando se transformaron en los primeros vegetales unicelulares y después en animales. Fuimos las plantas cuando liberaron el oxígeno a la atmósfera por primera vez. Nadamos en los océanos como organismos multicelulares y después como peces.


Fuimos nosotros los que ansiamos superar los límites del agua y festejamos al saltar a la forma de anfibios y al arrastrarnos por primera vez por la tierra. Y fuimos parte de la mayor conciencia que avanzó a través de los reptiles y los mamíferos hasta llegar al fin a nuestra especie.
A partir de ahí, la historia continúa con la paciente participación de nuestras almas en las miles de vidas que pasaron hasta que los seres humanos adquirimos los primeros atisbos de conciencia de nosotros mismos. Lentamente, despertamos y tomamos conciencia de que estamos vivos en la Tierra y que por último morimos. A diferencia de los demás animales, necesitábamos saber por qué estamos acá. ¿Cuál es nuestro propósito?

UNA HISTORIA ESPIRITUAL
En el momento en que formulamos por primera vez esa pregunta, la evolución ingresó en un nuevo terreno: el lento avance de la realidad humana hacia la verdad de quiénes somos y qué deberíamos estar haciendo. La humanidad primitiva creó una mitología rica que intentó explicar nuestra existencia y cómo vinimos a este mundo. No obstante, desde el principio nos faltó energía y empezamos a manipularnos y dominarnos unos a otros, iniciando así el uso de la fuerza bruta.
Ahora vemos que la evolución tenía un propósito implícito para esa violencia: la diseminación de nuevas ideas. El humano primitivo de inmediato sintió el impulso de conquistar y unificar, de forzar a los demás a adoptar su punto de vista. Los más fuertes dominaban y ganaban la deferencia y la atención de los otros, y en un proceso de lenta unificación estos individuos fuertes y sus seguidores conquistaron cantidades cada vez más grandes de territorios y pueblos, a los que impusieron nuevas filosofías de vida, sólo para ser a su vez conquistados y sometidos con otros valores y creencias.
Desde la perspectiva de la Otra Vida, todo esto fue lo mejor que pudimos hacer en esas circunstancias. Creo que cada uno puede intuir que vinimos a la Tierra muchas veces a lo largo de esta evolución. Y cada vez que vinimos, siguiendo nuestra Visión del Nacimiento, nuestra intención era hacer todo lo posible por alejar a la humanidad de la barbarie de la guerra y el imperio e introducir una forma más civilizada de unificar y discernir la verdad.
Al principio esta transmisión de una verdad superior avanzó con mucha lentitud porque en los primeros años la brecha entre lo que sabíamos en la Otra Vida y lo que podíamos vivir en la Tierra era muy grande. Cada vez que nacimos, luchamos por superar las convenciones de las culturas en las que nacimos y luchamos por recordar la verdad que se suponía traíamos al mundo. Lentamente, no obstante, los esfuerzos civilizadores de grupos de seres humanos inspirados empezaron a cambiar las cosas. En Medio Oriente, tribus judías crearon una rica mitología basada en la idea de un solo Dios, y poco a poco esta idea de un creador, una fuente paternal compartida por todos, se difundió en gran parte del hemisferio occidental.
Desde Oriente, empezó a difundirse un reconocimiento similar de que todos compartíamos una unidad común con la inteligencia absoluta o Divinidad. Esta idea provocó un salto hacia delante en la unificación. Ahora, en vez de pensar que nos apoyaba un dios local que competía con los dioses de nuestros enemigos, empezó a aflorar la conciencia de que todos los seres humanos éramos en esencia parte de la misma fuerza creativa.

EXTRACTO DEL LIBRO DE JAMES REDFIELD

LA NUEVA VISIÓN ESPIRITUAL (The Celestine Vision)
El despertar de una nueva conciencia espiritual y universal hacia el nuevo milenio.

sábado, 3 de julio de 2010

EL ANILLO DEL DESTINO

El salón de proyección de las vidas futuras

El lugar para la selección de la vida futura es visto como una esfera que contiene unos campos de fuerza altamente concentrados, con pantallas de energía resplandeciente. Como lo mencioné en la sección de bibliotecas espirituales, el lugar de la selección de las vidas ha sido descrito como el Anillo del Destino, donde primero vemos nuestro próximo cuerpo.

La mayoría de los pacientes ven el anillo como un teatro circular y en forma de cúpula, con pantallas panorámicas que van del piso al techo, rodeándolo completamente mientras ellos se encuentran en una área sombreada de visión.

Algunas personas ven las pantallas en dos o tres lados mientras están de pie o sentados en una cubierta levantada. Desde esta cubierta de observación, las almas pueden mirar directamente delante o debajo de las pantallas, que son inmensas comparadas con lo que es visto en otros centros de aprendizaje del mundo espiritual.

El anillo despliega escenas de eventos y personas que el alma encontrará en la vida que viene.

Algunos pacientes han comentado que cada pantalla refleja escenas de la niñez, adolescencia, vida adulta, vejez de los cuerpos que están revisando, mientras otros dicen que todas las pantallas les muestran la misma escena simultáneamente.

Toda la estructura espiritual del salón de proyecciones está diseñada para dar al observador la facultad de observar o participar en la acción, tal como en las bibliotecas. Tengo la impresión de que más personas prefieren entrar en las pantallas del anillo, durante la selección de la próxima vida, que en las pantallas de los otros centros de aprendizaje.

Ellos realmente desean experimentar partes de eventos futuros en ciertos cuerpos antes de tomar una decisión final. La elección de entrar en una escena o solamente observar es siempre dejada al alma individual. Como con las pequeñas consolas, el Anillo también parece tener panel de control, o palancas de barras para controlar la acción.

La gente llama a este procedimiento "analizar las líneas del tiempo" y los más avanzados me dicen que pueden controlar mentalmente la serie de instrumentos que se despliega ante ellos. La secuencia de eventos puede, hasta cierto punto, ser regulada en acción detenida, para aquellas partes de la vida futura que el alma desee considerar más cuidadosamente.

Quiero enfatizar una vez más que lo que mis pacientes sienten y lo que han visto ha sido editado para su beneficio y tienen menos control sobre lo que pueden ver, por decir algo, en la biblioteca.

Es más, tengo la impresión que cuando ven hacia el futuro, ven más de las primeras etapas de la vida que de las últimas. Esto puede deberse a la tendencia a relatar sobre aquellos años que ya han pasado cuando escucho a mis pacientes.

El período clave para observar una nueva vida parece estar entre los ocho y los veinte años, cuando las primeras grandes variaciones de la vida empiezan a surgir. Muchas personas me dicen que les han mostrado ciertos años en gran detalle mientras otras partes de su vida futura son completamente omitidas.

El panel de control parece no ser utilizado aquí, aunque esto jamás fastidia a mis pacientes. Yo creo que su amnesia presente también juega una parte.

Como explicaba un hombre de cuarenta y nueve años, "se me mostró mi cuerpo presente a las edades de cuatro, dieciséis y veintiocho años pero yo creo que ahora estoy siendo bloqueado para recordar lo que vi posteriormente".

Durante la inspección la pantalla merma y flota como una película de agua. Una mujer usó una metáfora muy acertada para representar sus sentimientos sobre la experiencia cuando dijo:

Al llenarse de vida, las pantallas parecen un acuario submarino tridimensional, donde yo veo que la vida es como tomar aire profundamente y sumergirse. Gente, lugares, eventos, todo flota en un destello ante sus ojos, como si estuviera ahogándose, entonces regresa a la superficie. Cuando en realidad se está probando una escena de la vida que le está siendo mostrada, se está reflejando el tiempo que se es capaz de estar bajo el agua.

De muchas maneras, descubrir las memorias que mis pacientes tienen sobre su última experiencia en el salón de selección de la vida y sus interpretaciones sobre su elección de cuerpo es uno de los aspectos más terapéuticos e informativos de mis sesiones de hipnosis.

Mi trabajo clínico es altamente valorado cuando un paciente retorna a su anillo debido a la relevancia de su vida presente. Al brindar al lector una idea más amplia de este proceso, espero traer una mejor apreciación de la importancia de cada vida que seleccionamos en nuestro ciclo de vidas.

Extracto del libro:
DESTINO DE LAS ALMAS (Un eterno crecimiento espiritual)
Del Dr. MICHAEL NEWTON

viernes, 2 de julio de 2010

LAS VIDAS PASADAS por MICHAEL NEWTON

Me he encontrado esta entrevista del hipnoterapeuta Michael Newton que empezó trabajando como hipnólogo, para luego interesarse en las técnicas de regresión a otras vidas.
Un buen día, en una sesión con una paciente, apareció el tema del ‘estado entre vidas’ y lo que allí acontecía… Desde ese momento Michael Newton empezó a explorar este ‘reino de la imaginación’ (o del espíritu o del alma) y desarrolló una técnica especial para inducir a sus pacientes a una ‘regresión’ al estado entre vidas.

Tras largos años de investigación en solitario, Michael Newton se decidió a exponer los hallazgos de su investigación en varios libros y conferencias (para finalmente retirarse y abrir un centro de formación para otros terapeutas). En definitiva, la técnica que utiliza este terapeuta es la hipnosis, pero tratando de alcanzar un estado de ‘trance’ más profundo que en las sesiones de regresión.

Lleva más de 40 años estudiando los casos de sus pacientes y ha escrito libros de gran éxito como El Destino de las almas y Viaje de las almas.

http://www.youtube.com/watch?v=DC3cEhLwR6I&feature=PlayList&p=73C2F6EE32327D93&playnext_from=PL&index=0&playnext=1

UNO DE SUS TRABAJOS RECIENTEMENTE PUBLICADO ES:
Los Niveles de Evolución de Alma

El cual exponemos a continuación
El Alma de Principiante
Hay dos tipos de almas de principiante: las almas que son sinceramente jóvenes en función de exposición a una existencia fuera del mundo de espíritu, y de las almas que han estado reencarnadas en la Tierra por un período largo de tiempo relativo, pero todavía se quedan inmaduro.

Casi tres-cuartos de todas las almas que habitan cuerpos humanos en la Tierra hoy son todavía en las etapas tempranas del desarrollo. Las almas terminan su encarnación en la Tierra cuando alcanzan la madurez llena.
El alma del principiante puede vivir varias vidas desorientada y en la ineficacia, influido por un plan de la Tierra que es diferente de la coherencia y armonía sostenedora del mundo de espíritu. Las almas menos desarrolladas son inclinadas a rendir su voluntad a los aspectos que controlan de la sociedad humana, con una estructura socioeconómica que causa una proporción grande de personas para ser subordinados a otros. El alma inexperimentada tiende a ser suprimida por una falta de pensamiento independiente. Ellos también se inclinan hacia ser egocéntrico y no aceptan fácilmente otros para que son. Cada alma fue una vez un principiante.

El Alma Intermedio
Una vez que nuestras almas avanzan en las gamas intermedios del desarrollo, agrupen actividad de grupo es reducida considerablemente. Esto no significa que volvemos a la clase de aislamiento que ocurre con almas de principiante. Las almas que evolucionan en el nivel mediano del desarrollo tienen menos asociación con grupos primarios porque han adquirido la madurez y la experiencia para operar más independientemente. Estas almas también reducen el número de sus encarnaciones.

Estas almas son se prepara por fin para responsabilidades más graves. La relación que tenemos con nuestras guías ahora cambios del maestro-estudiante a uno de colegas que trabajan juntos. Desde que nuestras guías viejas han adquirido nuevos grupos de estudiante, es ahora nuestra vuelta de desarrollar enseñando habilidades que finalmente nos calificarán para las responsabilidades de ser una guía a otra persona.

Esto es una etapa significativa para almas en su desarrollo porque ahora son dados responsabilidades aumentadas para almas más jóvenes. El estatus de una guía no es dado a nosotros de repente, sin embargo.

Al igual que con muchos otros aspectos de la vida del alma, nosotros somos probados con cuidado. Los niveles intermedios son periodos de prueba para maestros potenciales. Nuestros mentores nos asignan un alma para cuidar, y entonces evaluar nuestro desempeño de liderazgo en y fuera de encarnaciones físicas.

Sólo si esta instrucción preliminar tiene éxito es nosotros permitido funcionar aún en el nivel de una guía menor. No todos son convenidos para enseñar, pero esto no nos mantiene de llega a ser un alma avanzada.

Las guías, como los otros, tienen capacidades y talentos diferentes, así como defectos. Cuando alcanzamos el nivel avanzado, nuestras aptitudes del alma son sabidas bien en el mundo de espíritu. Somos dados los deberes profesionales proporcionados con nuestras capacidades. Las avenidas diferentes de enfoque a aprender finalmente nos traen al mismo fin a adquirir la integridad espiritual.

El Alma Avanzada
Creo que personas en la Tierra que posee las almas que es ambos viejo y sumamente avanzado son escasos. Una persona cuya madurez es esto alto no busca a un terapeuta de retroceso para resolverse conflictos de vida-plan. En la mayoría de los casos, ellos están aquí como guías encarnadas. Habiendo dominado los asuntos fundamentales la mayor parte de nosotros luchamos con diario, el alma avanzada es más interesada en hacer pequeños refinamientos hacia tareas específicas.

Nosotros los podemos reconocer cuando parezcan como personajes públicos, como Madre Teresa; sin embargo, es más usual para el alma avanzada ir acerca de sus trabajos buenos en una calma, la manera sencilla. Sin demostrar falta de moderación, su cumplimiento viene de mejorar las vidas de otras personas. Enfocan menos en asuntos institucionales y más a aumentar valores individuales de humano.

La marca de un espíritu avanzado es uno que tiene paciencia con la sociedad y muestra enfrentarse extraordinario habilidades. Más prominente es su penetración excepcional. Esto es de no decir que la vida no tiene trampas del karma para ellos, de otro modo ellos probablemente no estarían aquí en todo.

Pueden ser encontrados en todas las caminatas de la vida, pero son con frecuencia en las profesiones auxiliares o combatiendo injusticia social en alguna moda.

El alma avanzada irradia serenidad, la bondad, y comprendiendo hacia otros.

No ser motivado por interés, ellos pueden desatender sus propias necesidades físicas y vivir en circunstancias reducidas.

Fuente: Conclusiones del Dr. Michael Newton
Instituto Newton