PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

miércoles, 7 de julio de 2010

ARENDIENDO A DECIR ADIÓS A NUESTROS SERES QUERIDOS


Este trabajo, es parte fruto de la reflexión y experiencia de muchas personas las cuales han ayudado en el tránsito de decir adiós a un ser querido muerto de un modo repentino, quiere servir de espejo donde cada cual pueda mirarse y darse cuenta de que está solo con su dolor, que esta soledad es una condición necesaria para descubrir su intimidad y elaborar su pena y su angustia, pero que también, está acompañado.

Que hay otros seres humanos como él que comparten una misma experiencia y que demandan o demandaron, tanto como él, una mano, un consuelo, una presencia, una escucha.

Parece un hecho elemental, pero no tanto, para quien pasa por esta experiencia, que lo conmociona y aísla a la par que lo desgarra y conmueve. Por eso el desprendimiento, la elaboración de esta pérdida debe ser un proceso progresivo, a lo largo del tiempo, pero con un horizonte visible que dé esperanza a la angustia.
Por eso es que propongo un método sencillo para acompañar el trabajo del alma sobre la tristeza y el conjunto de afectos que esa muerte despierta. Un método que promueve el compromiso y el despertar de los curadores interiores de cada cual. Un método de introspección y de meditación.

•EL METODO •
Este método lo puede desarrollar solo o en compañía. Dura nueve meses, 36 semanas. No se apure: su alma requiere tiempo para aquietar su dolor. Continúe hasta completarlo aunque se sienta bien. Hágase un regalo a usted mismo, lo necesita.

• EN QUÉ CONSISTE EL TRABAJO •
Cada semana a partir de una fecha que usted elija (que sería bueno que coincidiera con el día de la muerte del ser querido que perdió) lea, durante los siete días que dura la semana, la frase correspondiente que encontrará más adelante.

Medite sobre ella unos minutos. Si puede, anote en un cuaderno sus reflexiones. No adelante frases. Sea paciente con usted mismo. Todas las frases sin autor han sido recogidas de expresiones d e personas que recorrían el proceso de duelo por una muerte inesperada y el autor de este libro sólo les ha dado forma literaria.

SEMANA
1.- La muerte es una cosa tan extraña que a pesar de la experiencia que de ella tenemos, no la consideramos posible cuando se trata de alguien a quien queremos; siempre sobreviene como algo increíble y paradójico. GOETHE

2.- La muerte del hombre no aparece casi nunca a la conciencia del hombre como verdaderamente natural. I. LEPP

3.- Se vive solo, se muere solo; los demás nada pueden PASCAL

4.- Es una dicha para el hombre ser mortal, pues gracias a esta condición su existencia puede hacerse dramáticamente intensa. SIMONE DE BEAUVOIR

5.- El destino nos convierte a todos en condenados a la muerte. CAMUS

6.- Lo que se llama razón para vivir, es al mismo tiempo una excelente razón para morir. CAMUS

7.- Las naturalezas delicadas desean una muerte lenta para la cual uno se prepara largamente y en la que la vida se termina paulatinamente. En cambio, las vidas violentas eligen una muerte repentina. LOUIS LAVELLE

8.- Cuando los seres humanos se aman verdaderamente, la muerte no puede matar su amor SAN FRANCISCO DE ASÍS

9.- Fuerte como la muerte es el amor SAN AGUSTÍN

10.- La base del sufrimiento es el apego. Donde hay apego hay miedo. Si nada tienes, nada puedes perder.

11.- No hay amor más seguro como el que se mantiene libre. Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los apegos te hacen vulnerable. A. DE MELLO

12.- Como no tengo miedo a perderte, entonces puedo amarte así como eres, sin apegos, sin condiciones, sin egoísmos, sin querer poseerte. Aunque ya no estés en esta tierra puedo comenzar a amarte de este modo. Una manera que me permite desprenderme de ti.

13.- Me di cuenta de que dependía de ti para mi propia felicidad.

14.- La verdad es que no puedo echarte de menos porque estoy lleno de ti. A. DE MELLO

15.- Cuando te recuerdo, te recuerdo independiente de mis necesidades. No amándome a mí, sino a la vida.

16.- Ahora estoy comenzando a comprender qué quisiste enseñarme con tu muerte.

17.- Me doy cuenta de que la felicidad consiste en la falta de apegos, en no estar dependiente de nadie para sentir la vida.

18.- Tu muerte me ha despertado a la vida

19.- No temo a la muerte; lo que temo es morir MONTAIGNE

20.- Ahora me doy cuenta de que estar despierto es no dejar que nadie ni nada interfiera en mi vida. Ni aun tu muerte.

21.- Ya puedo recordarte como eras, no como yo quería que fueras. Esto me hace bien y me ha hecho aprender que el amor va siempre unido a la verdad y a la libertad y por eso es siempre fuerte.

22.- A causa de tu muerte pensaba que toda la existencia humana carecía de sentido. Hoy me doy cuenta de que tu muerte tuvo un sentido, que no fue inútil.

23.- Es peligroso vivir de la memoria del pasado. Sólo el presente está vivo. Es el ahora el que importa, porque ahora es la vida, ahora es todo lo posible, ahora es la realidad.
A. DE MELLO

24.- Ahora puedo percibirte con claridad. Limpia mi memoria de idealizaciones, prejuicios y emociones del pasado, puedo verte de un modo nuevo.

25.- Ahora me doy cuenta de que el amor existe aunque no estés aquí

26.- Sabiendo que el amor existe, sé que puedo amar. Puedo volver a ser feliz. A medida que venzo mis miedos de estar solo y ser independiente afectivamente, el amor surge cada día con más fuerza.

27.- Hoy estoy descubriendo algo que me maravilla. Cuando moriste sentí que te perdía. Fui egoísta. Egoísmo es exigir que el otro haga lo que yo quiera. Dejar que cada cual haga su camino, eso es amor. Ahora acepto tu despedida, por amor.

28.- Sólo en la libertad se ama. Antes creía que la orquesta sonaba sólo cuando estábamos juntos, pero ahora veo que la felicidad no es casual. Lo que importa no es ni tú ni yo, sino la relación, libre de exigencias. A. DE MELLO

29.- Ya que no te necesito para ser feliz, no te ato ni me ato. Tú eras mi instrumento favorito, pero no voy a renunciar a escuchar los demás. A. DE MELLO

30.- Hubo un tiempo en el cual, luego de tu muerte, me detestaba. Me sentía culpable y responsable. Quizá no de tu muerte, pero sí de cosas que habían pasado mientras estabas vivo. Me di cuenta de que era un “rebusque” para no volver a amar. No podía amar si me detestaba.

31.- Si quieres volver a amar, tendrás que aprender a ver a las personas y las cosas como son. Empezando por ti. A. DE MELLO

32.- Mi dolor está casi curado. Te recuerdo pero ya he aprendido a no añorarte. A aceptar tu partida. Como logré independizarme de ti he llegado a amarte como eras. Ya te puedo decir adiós.

33.- En estas semanas has sido mi maestro. Me has ayudado a descubrirme y a descubrir tesoros dentro de mí, que no sabía que existían. Tu muerte fue dolorosa para mí, pero no ha sido inútil. Quiero contarte todo lo que aprendí a partir de ella (Anote todo lo que se le ocurra)

34.- Tu muerte no se deja encerrar en palabras, es algo que se siente. Al principio me contrarió, cómo podías hacerme esto o cómo la vida podía hacerme esto. Después sentí odio, luego miedo, soledad... y muchas otras emociones. Hoy me siento liberado, sin mochilas. He crecido. Por eso tu muerte no es sólo una palabra, es una experiencia en mi vida, una experiencia que me ha transformado.

35.- Se acaba el tiempo. He aprendido con tu muerte lo que es el amor incondicional: amarte tal como eres, hagas lo que hagas. Aun partir como partiste.

36.- Ésta es la última semana de trabajo. Es un momento de mirar el recorrido y elegir cada uno lo que crea adecuado e incluirlo aquí. Deben ser palabras que surjan del corazón. No importan las que sean, lo significativo es que nazcan –como dice Juan Ramón Jiménez-, como “surtidores que suban hasta el sol”.

EXTRACTO DEL LIBRO:
Muertes inesperadas
Manual de autoayuda para los que quedamos vivos
Eduardo H. Grecco


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