PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

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¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

miércoles, 14 de diciembre de 2011

ESTAR DE DUELO EN FECHAS MUY SEÑALADAS

LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO NOS DEJA CON LA SENSACIÓN DE PÉRDIDA DE CONTROL DE NUESTRO MUNDO, NUESTRA REALIDAD, NUESTRO SENTIDO DE LA VIDA Y AÚN DE NUESTRA PERSONALIDAD.

EL DUELO ES ALGO NUEVO PARA NOSOTROS Y NECESITAMOS TIEMPO, PARA ASUMIR NUESTRA NUEVA SITUACIÓN, NUESTRA NUEVA ESCALA DE VALORES, NUESTRA NUEVA FORMA DE VER Y AFRONTAR LA VIDA, EN DEFINITIVA ES EMPEZAR DE NUEVO, LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE DE UN SER QUERIDO, NO SE PARECE EN NADA, A LA QUE HABÍAMOS LLEVADO HASTA AHORA.

Es importante que tenga presente que existen otras formas para que asuma el control de su propia vida. Comer y beber saludablemente es un buen comienzo. Mantenga un programa de ejercicios o empiece uno si no tenía costumbre. Trate de dormir adecuadamente y practique aquellas disciplinas que le proporcionan energía y le satisfacen.

Y REFLEXIONE:

¿QUÉ ES LO QUE HOY NECESITO?

¿CUÁLES SON MIS NECESIDADES PARA ESTA ÉPOCA DEL AÑO?

¿NECESITO MÁS NOCHES DE SILENCIO Y DÍAS TRANQUILOS?

¿NECESITO ESPACIO VACÍO, ESPIRITUAL Y MENTAL, CON NADA EN EL HORIZONTE TIEMPO PARA REFLEXIONAR Y RE-ORIENTAR MI VIDA?

¿TIEMPO PARA QUE EL CUERPO REPOSE, TIEMPO PARA HIBERNAR, TIEMPO PARA DESPERTAR?

En general, este no será el momento más apropiado para hacer cambios drásticos, como empezar una nueva vida en otro vecindario o ciudad, celebrar el día festivo en un lugar lejano entre gente que no aprecia o no valora lo que le ha pasado. No obstante, algunos cambios pueden ser saludables e importantes de hacer.

CUANDO VAYAN PASANDO LOS DÍAS, DEJE SABER CÓMO SE VA SINTIENDO CON LO QUE ESTÁ HACIENDO; PREGÚNTESE QUÉ QUIERE HACER, CUÁNTO ES CAPAZ DE TOLERAR Y QUÉ TANTO RECHAZA Y NO DESEA HACER.

Si las tradiciones de las fiestas le producen un dolor intolerable, recuerde que usted tiene el poder de modificar y confeccionar sus propias fiestas de forma que se vean cumplidas sus expectativas actuales. Coja lo que le guste y deje lo que no. Al hacerlo así, se sentirá menos abrumado y estresado, menos deprimido y más capaz de tener unas fiestas tranquilas.

Cada uno de nosotros debe encontrar su propia zona de confort, zona que puede ser radicalmente diferente de año en año. Nuestra preocupación somos nosotros mismos y nuestra familia inmediata. Se trata de encontrar conjuntamente la mejor forma de pasar las fiestas con el menor dolor posible. Sin duda apreciamos al resto de la familia, a nuestros amigos y compañeros de trabajo, pero no necesitamos hacer nuestros planes alrededor de sus necesidades sino de las nuestras: esperamos que ellos entiendan esto.

CIERTAMENTE NADA PUEDE REMPLAZAR AL SER QUERIDO PERDIDO, PERO HAY COSAS QUE PUEDEN HACER MENOS PESADOS Y TERRIBLES ESTOS DÍAS.

Recuerde que muchas otras personas se han enfrentado con lo que usted está encarando ahora mismo, y ellos han aprendido que es posible pasar a través de estas fechas y sobrevivir, incluso crecer a través de esta experiencia. Lo que ellos han aprendido es algo que usted puede aprender ahora; la forma en que ellos lo han hecho son formas que usted también puede adoptar.

Las siguientes serán sugerencias más que prescripciones. Úselas como ideas que puede utilizar. Compártalas para llenar distintas circunstancias y que le sirvan a sus necesidades personales para diseñar su propio sistema de apoyo y soporte para las navidades, reacciones de aniversario y otras fechas conmemorativas.

ORGANICE UNA REUNIÓN FAMILIAR

Debido a que la celebración de las fiestas será muy traumática para unos y reconfortante para otros, será bueno que organice una reunión familiar para discutir la mejor forma de proceder. Deje que todos expresen sus sentimientos, pensamientos, necesidades y deseos sobre la mejor forma de celebrar las fiestas.

La decisión sobre qué hacer deberá ser una decisión familiar por consenso, presencial, por teléfono o mediante delegación del voto; será entre todos los integrantes de la familia que decidirán cuáles tradiciones familiares continuarán y cuáles serán las nuevas que incorporarán. Una vez hayan decidido qué harán usted y su familia inmediata, comuníqueselo al resto de la familia y amigos; así se evitarán mal entendidos y los asistentes podrán obrar con propiedad.

DURANTE LA REUNIÓN PRESTE ESPECIAL ATENCIÓN A LOS DESEOS DE LOS MÁS AFLIGIDOS POR LA PÉRDIDA: SUS DESEOS DEBERÁN TENER EL MAYOR PESO. A TRAVÉS DEL COMPROMISO Y LA NEGOCIACIÓN TODOS PUEDEN TENER UN POCO DE LO QUE NECESITAN.

Tenga en cuenta que no hay forma buena o mala de celebrar ese día: cada familia deberá establecer su propio derrotero y hacer lo más correcto para ella. Finalmente, reconozca que no será fácil pasar estos días, no se ponga expectativas muy altas para usted y no se obligue a pensar que estará muy bien; además, no sea muy estricto en lo que se “debe hacer” estos días; es mejor que haga solo aquellas cosas que sean importantes o significativas para usted y su familia, así sea poco habitual o extraño. Si el hacer una determinada actividad le sienta mal, es mejor que no la siga haciendo y establezca sus propios límites.

Una forma efectiva de definir y planear los festivos consiste en fragmentar cada uno de ellos para aclarar, con la participación de todos los familiares, en qué consiste exactamente ese festivo en particular (qué le compone) y entonces analizar cada uno de sus componentes según la siguiente tabla (poner una “X” en la casilla correspondiente). Siempre será bueno que cada miembro de la familia realice su propia tabla y luego, por consenso, decidan el más propio según decisión de la mayoría.

ACEPTE LA LEGITIMIDAD DE SU DOLOR

Cuando uno se enfrenta al primer día festivo sin el ser querido, debe empezar por reconocer que será muy doloroso. Así, reconozca su duelo, aún en medio de las fiestas, hablando abiertamente acerca de sus sentimientos y pensamientos; busque familiares o amigos que le escuchen sin juzgarle. Expresar sus sentimientos le ayudará a sentirse comprendido, con lo que podrá sentirse un poco mejor. Recuerde que su dolor es real y muy profundo, quizá lo más doloroso que usted haya vivido.

Uno puede preguntarse cómo es que será capaz de hacerlo; un sentimiento normal es desear “saltarse” todo el festivo y no participar para nada en éste (“despertar al día siguiente”). La energía y el esfuerzo que usted gasta en encontrar algo para evitar ese día más bien podrían invertirlo en cómo adaptarse y enfrentarse mejor a ese día. Este año será todo muy diferente y puede que no sea tan terrible como esperaba (para muchos la anticipación es más dolorosa que el enfrentamiento real).

EXPRESE TODO LO QUE SIENTA

Uno de los factores más importantes para poder pasar unos festivos menos dolorosos es poner mucha atención a sus necesidades y sentimientos, aceptándolos y declarándolos a otros. Aunque nadie sentirá lo que usted siente, en la misma forma, al mismo tiempo o con la misma intensidad, confiese que algo terrible le ha pasado y que es natural que esto cause una reacción dentro de usted. Llore si quiere o necesita hacerlo, pero lo más importante es que reconozca la tristeza, el dolor o cualquiera de sus sentimientos como propios, permitiéndose sentirlos sin sentirse culpable o tener que dar explicaciones a otros.

Recuerde que sus sentimientos rara vez le sacarán del buen camino; ellos usualmente le conducen a usted mismo. Algunos de los síntomas más frecuentes son:

A.- TRISTEZA: Es triste pensar en lo que se ha perdido, en que nunca sucederá de nuevo, en que habrá que aprender a vivir sin; es doblemente triste hacerlo en una de las épocas más felices del año.

B.- ÁNIMO DEPRESIVO: Desolación, desesperación, falta de energía, indiferencia, soledad, dudar respecto a si algún día se sentirá mejor.

C.- ANSIEDAD, TEMOR Y PREOCUPACIÓN Por lo que ha pasado, por cómo se luchará y si se sobrevivirá o no.

D.- RABIA Porque la gente no entiende sus necesidades, rabia por la forma en que ha ocurrido la muerte y quienes han estado involucrados, rabia consigo mismo, con dios, con todo el mundo.

E.- CULPA: Rumiar sobre lo que hizo y no hizo mientras la persona estaba aún viva, por estar vivo y el otro no o porque usted tenga momentos de alegría en medio del duelo.

F.- APATÍA: Entumecimiento, confusión, desorientación.

G.- OTROS: Alivio, orgullo, respeto, alegría, compasión.

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