PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

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¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

martes, 11 de mayo de 2010

¿QUÉ ES EL KARMA?

El Karma
Existe algo llamado hado o destino, es el hombre quien consciente o inconscien-temente forja ese destino. Es el amo de su propia suerte, y obtiene felicidad o mi-seria, nacimiento y muerte, de acuerdo con la Ley de Karma, cosechando en cada vida lo que hubiese sembrado en existencias pasadas.


¿Pero... Qué es el Karma?
El Karma es la Ley fundamental de Causa y Efecto. Es la Ley infalible de causalidad que rige el Universo. Busca el equilibrio de las cosas. La palabra Karma significa literalmente “acción, acto” y designa tanto el poder latente que hay en las acciones como las consecuencias que se derivan de nuestros actos. Cada acción tiene un pasado que conduce a ella, lo mismo que un futuro que procederá de ella. Toda acción implica un deseo que la origina y un pensamiento que la modela, además del movimiento visible llamado “acto”.

Es una de las verdades más antiguas que se conoce y ha sido re-velada a la humanidad por los Grandes Maestros y las Grandes Almas que han vivido a lo largo de la historia, desde tiempos muy remotos, desde Buda y Krishna, Lao Tse y Confucio, Platón y Sócrates, el mismo Jesucristo lo predicó en muchas enseñanzas, inclusive en Mateo 17 admite a sus discípulos que Juan el Bautista es la reencarnación de Elías el profeta.

Dijo Buda: “Lo que eres es lo que has sido, lo que serás es lo que haces ahora”.

Padmasambhava aun fue mas lejos: “Si quieres conocer tu vida pasada, contempla tu estado presente; si quieres conocer tu vida futura, contempla tus acciones presentes”.

La Ley del Karma es la Ley de la Justicia Divina, de las oportuni-dades; cuando hacemos algo positivo, bueno en el sentido Uni-versal, estamos generando buen Karma de lo contrario atraemos mal Karma. BUENO es todo aquello que nos ayuda a avanzar espiritualmente, a evolucionar positivamente, a ascender en la escala de la evolución, a ser cada día mejores seres humanos, a lograr con nuestras acciones, pensamientos y vida subir un escaloncito más en la etapa hacia la perfección y la unión con el Absoluto de donde procedemos.


MALO es aquello que nos retarda la evolución, que nos estanca, que nos perjudica a nosotros y a los demás, incluso al ambiente, a los animales, a las plantas a todo con lo que entramos en contacto. A medida que vamos aprendiendo y avanzando espiritualmente nos percatamos de esta gran Verdad y entendemos que cada persona, en una etapa determinada está viviendo lo que en esa etapa tiene que vivir según todo aquello BUENO que haya acumulado en su KARMA (a lo largo de sus vidas pasadas) y por lo tanto también viene a cumplir o recibir el pago de sus acciones MALAS realizadas en el pasado (aquellas que en esta u otras vidas hayan perjudicado su evolución o de los demás).

Hay personas que nacen ya con un Karma positivo porque han evolucionado mucho y al entrar en contacto con ellas recibimos sus vibraciones de amor, tolerancia y respeto; hay otras que tra-en sus Karmas negativos y lo que sus auras emiten es sentimientos de frustración, negatividad, maldiciones, quejas, tristezas, derrotismo, dolor, celos, envidias, etc. Esas personas nos deben inspirar compasión, no lástima.

La Ley de Karma es invariable; y la invariabilidad de esta ley no ata, libera.

La herencia kármica no es irrevocable, cualquier idea preconcebida en el sentido de que el Karma es algo con lo que uno a de cargar, o tiene que ser resuelto de un modo doloroso, no es adecuada ni exacta, tal como el ocultismo entiende la reencarnación.

Lo importante es que si admitimos la teoría de que nuestros problemas actuales pueden tener su origen en vidas anteriores, podremos pensar que nosotros hemos elegido nuestras circunstancias actuales para resolver dichos problemas, muchas personas se equivocan cuando creen que el hecho de admitir unas circunstancias dolorosas como herencia kármica, se debe a que merecen la desgracia que les ha tocado, estas personas deducen que han hecho algo terrible en sus vidas anteriores, y que han sido malos, por lo que ahora han de sufrir los castigos kármicos, y tal vez acaben por sentir una gran culpa y resignación kármica.

El hecho de trabajar constructivamente con la reencarnación im-plica considerar que las circunstancias adversas, o cualquier cla-se de circunstancias son oportunidades para solucionar proble-mas que tal vez existen desde hace mucho tiempo.

Resolver un problema equivale a aprender una lección, trabajar con la reencarnación es trabajar con el KARMA dentro de una vi-da. Si esto se hace en forma consciente es mucho mas rápido, si somos conscientes de la reencarnación no necesitamos esperar cientos de años para resolver algo a nivel subconsciente, pode-mos optar por tomar conciencia de ello y a continuación trabajarlo, aplicando para solucionarlo desde la psicoterapia hasta la magia positiva.

Muchas de las relaciones importantes de esta vida han sido entabladas en vidas anteriores, los sujetos de tales relaciones kármicas suelen ser familiares, amigos, amantes, compañeros, e incluso animales domésticos. A estos seres los conocíamos de antes y lo mas frecuente es que tengamos que resolver una situación kármica con cada uno de ellos.

Muchas veces, al conocer a alguien nos inspira sentimientos de amor a primera vista, odio o desconfianza, así como también amistad y enemistad instantánea; estos sentimientos nos indican que a ese ser ya lo conocemos de una vida pasada. Algunas relaciones se repiten para llegar a ser más profundas y significativas. Así mismo nuestra identificación con una cultura, religión, país, idioma que no nos corresponde por nacimiento, podría indicar que hemos nacido numerosas veces en ese grupo.

El Karma se encuentra en flujo constante. Creamos nuestro pro-pio presente y futuro mediante las elecciones que hacemos a ca-da instante.

Cada encarnación es una oportunidad de crecer en el conocimiento Espiritual.

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