PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

miércoles, 29 de junio de 2011

EL DUELO.......ETAPAS, PROCESOS Y OBSTÁCULOS



Etapas del duelo descritas por la Dra. E. Kubler Ross

1) Negación y aislamiento: la negación nos permite amortiguar el dolor ante una noticia inesperada e impresionante; permite recobrarse. Es una defensa provisoria y pronto será sustituida por una aceptación parcial: "no podemos mirar al sol todo el tiempo".


2) Ira: la negación es sustituida por la rabia, la envidia y el resentimiento; surgen todos los por qué. Es una fase difícil de afrontar para los padres y todos los que los rodean; esto se debe a que la ira se desplaza en todas direcciones, aún injustamente. Suelen quejarse por todo; todo les viene mal y es criticable. Luego pueden responder con dolor y lágrimas, culpa o vergüenza. La familia y quienes los rodean no deben tomar esta ira como algo personal para no reaccionar en consecuencia con más ira, lo que fomentará la conducta hostil del doliente.


3) Pacto: ante la dificultad de afrontar la difícil realidad, mas el enojo con la gente y con Dios, surge la fase de intentar llegar a un acuerdo para intentar superar la traumática vivencia.


4) Depresión: cuando no se puede seguir negando la persona se debilita, adelgaza, aparecen otros síntomas y se verá invadida por una profunda tristeza. Es un estado, en general, temporario y preparatorio para la aceptación de la realidad en el que es contraproducente intentar animar al doliente y sugerirle mirar las cosas por el lado positivo: esto es, a menudo, una expresión de las propias necesidades, que son ajenas al doliente. Esto significaría que no debería pensar en su duelo y sería absurdo decirle que no esté triste.


Si se le permite expresar su dolor, le será más fácil la aceptación final y estará agradecido de que se lo acepte sin decirle constantemente que no esté triste. Es una etapa en la que se necesita mucha comunicación verbal, se tiene mucho para compartir. Tal vez se transmite más acariciando la mano o simplemente permaneciendo en silencio a su lado. Son momentos en los que la excesiva intervención de los que lo rodean para animarlo, le dificultarán su proceso de duelo. Una de las cosas que causan mayor turbación en los padres es la discrepancia entre sus deseos y disposición y lo que esperan de ellos quienes los rodean.



5) Aceptación: quien ha pasado por las etapas anteriores en las que pudo expresar sus sentimientos -su envidia por los que no sufren este dolor, la ira, la bronca por la pérdida del hijo y la depresión- contemplará el próximo devenir con más tranquilidad. No hay que confundirse y creer que la aceptación es una etapa feliz: en un principio está casi desprovista de sentimientos. Comienza a sentirse una cierta paz, se puede estar bien solo o acompañado, no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolor... la vida se va imponiendo.
Esperanza: es la que sostiene y da fortaleza al pensar que se puede estar mejor y se puede promover el deseo de que todo este dolor tenga algún sentido; permite poder sentir que la vida aún espera algo importante y trascendente de cada uno. Buscar y encontrar una misión que cumplir es un gran estímulo que alimenta la esperanza.

Proceso y obstáculos

El duelo no es una enfermedad...lo que duele es el alma y no hay nada que pueda evitarlo: tarde o temprano hay que pasar por ese dolor. La experiencia indica que el dolor adormecido se potencia y, cuando aparece, llega a destiempo y en forma inadecuada. Cuanto antes se lo encare, y más profundamente se lo viva, más oportunidades habrá de elaborarlo y que el recuerdo del hijo muerto se manifieste como una dulce emoción. Como bien se dice: "Es necesario sufrir para dejar de sufrir".
Hay una primera etapa en la que el dolor se siente como una opresión permanente, constante y desgarradora. Sirve permitirse sentir el dolor y la ausencia con toda la intensidad que se necesite. En una segunda etapa se producen apariciones cíclicas de estos síntomas y, finalmente, aparece una etapa de estabilización.


Llorar no sólo es aceptable sino una saludable expresión del dolor y distiende las tensiones. Pero tampoco hay que inquietarse ni preocuparse si no se puede llorar o no se siente la necesidad de hacerlo. El llanto es una forma de expresión pero no es la única; no mide el amor hacia el hijo ni es parámetro del dolor que provoca la ausencia.


Puede suceder que, por el shock, haya momentos de bloqueo emocional y se de una sensación de anestesia, de ausencia o como participando de un mundo irreal o de acontecimientos externos a uno. No hay que asustarse, es natural y dicho proceso puede durar algún tiempo.


El dolor, con sus altibajos, dura mucho más de lo que la sociedad en general reconoce. Es necesario ser paciente con uno mismo y no exigirse dar más de lo que se puede dar. No hay ninguna obligación de ser "fuerte". Lograr estar mejor no sucede mágicamente; es el resultado de un duro trabajo personal que requiere decisión, voluntad y energía; implica dejar de preguntarse "por qué" para, con el tiempo, llegar a plantearse el "para qué".


Buscar sustitutos en el alcohol, las drogas o medicinas no indicadas por un profesional para "tapar" u ocultar el dolor, pueden llevarnos a una dependencia química y pueden detener o retrasar el necesario proceso del duelo.


En Renacer hablamos de aceptación y no de resignación ya que esta última implica una postura pasiva ante lo que nos sucedió y es contrario a nuestra actitud ante la pérdida. La salud mental es el reconocimiento del dolor y el intento de vivir dignamente con él teniendo siempre presente que la recuperación no es un acto de deslealtad.


Las vivencias del tiempo transcurrido son variables: un día puede parecernos un año y un mes se nos pasó sin darnos cuenta. Debemos tener presente que el tiempo es neutral, por lo tanto, lo que ayuda es lo que cada uno hace con el tiempo.


El desafío es ponerse en movimiento para intentar establecer un delicado equilibrio entre un ayer que debe ser recordado con amor y un mañana que debe ser creado.

Esos momentos especiales
Los aniversarios del nacimiento y muerte de un hijo, así como las festividades religiosas, vacaciones, fiestas o momentos especiales que vivíamos con él, son los momentos de mayor stress, angustia y desorientación.


Es importante que en esos días nos podamos dar el permiso de respetar lo que uno siente, sin estar pendientes si los demás se molestan por no aceptar lo que ellos suponen que deberíamos hacer. El disgusto posterior que podamos sentir será más doloroso aún que decirles a quienes nos quieren que no deseamos hacer lo que ellos desean.


Facilita conversar, en los días previos, con el cónyuge y los otros hijos sobre el tema y aceptar sus sugerencias, permitiendo que ellos también participen y propongan modos de pasar el momento o el día.
Sirve vivir estas experiencias con el grupo familiar y reservar algún momento del día para nuestra intimidad y para hacer lo que en el fondo de nuestro corazón sentimos que deseamos hacer en soledad.


Ayuda intentar sentir que nuestro hijo está en nuestro corazón y que nos acompaña en todos los momentos. Sentirlo presente, compartir con él nuestros sentimientos, en la intimidad más profunda. Evitar racionalizarlo y simplemente amarlo incondicionalmente puede aliviar el dolor.

Sentimientos dolorosos mezclados o contradictorios.
Durante el duelo puede haber sentimientos que no están ni bien ni mal: es lo que uno puede sentir en un determinado momento. Con el tiempo, y a medida que el dolor disminuye, irán desapareciendo. Parte de la tarea es aprender a perdonarnos y a perdonar.


Podemos tener sentimientos contradictorios ante:
la alegría ajena;
todas aquellas malas personas que siguen vivas;
las personas muy ancianas;
los que no han perdido hijos;
todo aquel relacionado con las circunstancias de la muerte;
ante la muerte misma;
para con el hijo muerto;
con uno mismo... ¿por qué no me preocupé más?

La fe en el duelo
La muerte de un hijo es la prueba más profunda que deben atravesar las personas de fe. Del mismo modo, es inevitable que se produzca un replanteo general de la vida, de los valores, del orden de prioridades, un proceso de alejamiento o de cuestionamientos de los principios de fe.


Las diferentes reacciones nos muestran que, para muchos, la fe:


es una ayuda para aceptar lo inaceptable;
es algo lejano y cuestionable;
es muy variable, lo cual causa preocupación;
si no se tiene, el sufrimiento puede ser mayor;
desaparece, o decae, y cuesta recuperarla;
se descubre, como una nueva experiencia de vida;
se fortalece o es más fuerte de lo que se creía.

¿Son normales mis reacciones?
Hay una cantidad de reacciones posibles que forman parte del proceso del duelo en el que la vida se ve afectada en sus diferentes aspectos: físico, emocional, mental, social y espiritual.

Físico: opresión en la garganta o el pecho; sofocación; dolores de cabeza; pérdida o aumento del apetito; pérdida de fuerza física; nerviosismo acentuado; falta de deseo sexual; abuso en el uso de alcohol, tabaco o tranquilizantes; náuseas; vértigo; palpitaciones; dolores de espalda; musculatura tensa y rígida; dormir mucho; insomnio; hipersensibilidad a los ruidos.

Emocional: Shock: es el estado que permite amortiguar el profundo dolor de la pérdida; se manifiesta en alguna de las siguientes formas: aturdimiento; pánico; insensibilidad; incredulidad; rechazo.
Otras emociones posibles son: culpa; miedo; tristeza; depresión; alivio; resentimiento; frustración.


Mental: Falta de concentración; pérdida de proyectos; búsqueda del ser querido fallecido; alucinaciones; imágenes perturbadoras de los últimos momentos; pesadillas; hiperactividad o apatía.

Social: resentimiento hacia los demás; aislamiento social; reconstrucción de una nueva identidad.
Espiritual: Conciencia de la propia vulnerabilidad y de la propia mortalidad; revisión del sistema de creencias; búsqueda de sentido.

lunes, 27 de junio de 2011

CÓMO AYUDAR A AFRONTAR LA PÉRDIDA

Este texto, escrito por una mujer que perdió a su esposo, recoge simplemente ideas dictadas por la experiencia. Es difícil saber qué decir cuando alguien ha perdido a un ser querido, pero es que también incomoda socialmente y muchos lo huyen porque no saben cómo comportarse.

1. Las personas que han perdido a un ser querido pasan un largo tiempo en estado de shock. No siempre son capaces de tomar decisiones con suficiente claridad de juicio, por eso es importante que tú estés allí.

2. Permite que decidan si quieren notificar las malas noticias por sí mismas, pero ten en cuenta que muchos no son capaces de soportar el hecho de llamar a todo el mundo.

3. Deja que las personas hablen del fallecido. No es morboso hacerlo, porque fue parte de sus vidas y le siguen queriendo. Además, es aun más doloroso cuando todos actúan como si no hubiera existido nunca. Tú mismo puedes rememorar momentos hermosos de esa persona, incluso después del funeral. Significa mucho para los familiares.

4. Encárgate de las cosas aparentemente triviales. Las personas en duelo no tiene cabeza en esos momentos para los platos sucios, limpiar la casa o cocinar. Necesitan a una persona que se haga cargo de ello.

5. Si hay niños en la casa recuerda que ellos también sufren. Ayúdales a hablar de su pérdida y a llorar, como haces con los adultos.
6. Nunca creas que una persona no está sufriendo porque no llora. Le está doliendo por dentro. Cada uno es diferente y algunos mantienen el duelo en su interior y en silencio.

7. Nunca creas que una vez acabado el funeral el dolor también se habrá pasado. Cuando alguien ha sufrido una pérdida la pena permanece durante un largo tiempo y va a ser entonces cuando va a necesitar más compañía y ayuda.

8. Recuerda que la vida de los dolientes ha cambiado, que van a tener que cambiar ellos también con ella y que eso les llevará su tiempo. Cada persona que perdemos en nuestras existencias transforma nuestras vidas y tenemos que ajustarlas a esas pérdidas.
9. Nunca digas que “El, o ella, está en un lugar mejor”. No es lo que los dolientes quieren oír, ni siquiera cuando sea una enorme verdad y suceda tras una enfermedad muy penosa.
10. Algunas personas tiene creencias religiosas, otras no. Permite que los que están sufriendo tanto dolor se pueda expresar acerca de esa cuestión en esos momentos. Para mucho, esa expresión de que están en un lugar mejor no es ningún consuelo.
11. Escribe recuerdos sentidos sobre la persona fallecida. Cuando el funeral ha acabado y durante mucho tiempo después, esas lecturas confortarán un poco a los que le lloran.
12. No te agobies por hablar del fallecido. Los dolientes necesitan recordar su vida. De hecho, algo que les horroriza es que todo el mundo los olvide.
13. Recuerda que el duelo no es una enfermedad. Los parientes necesitan llamadas y visitas no solo de pésame, también para ir volviendo a la normalidad. Si ya no sabes qué decir, acompaña en silencio, o ve añadiendo pequeños comentarios sobre la vida en general.
14. Incluso los niños muy pequeñitos sufren la pérdida. No reprimas lo que dicen, necesitan expresar lo que les pasa por dentro y a menudo son más honestos sobre sus sentimientos y sobre la vida que los propios adultos.
15. Ningún comportamiento de duelo es inadecuado, recuérdalo: se puede llorar, estar enfadado, entumecido, hablar desaforadamente, ir al cementerio muy a menudo … Cada uno tiene su manera de afrontar su pena, y si algo les ayuda, déjalos hacerlo sin críticas. Están intentando asumirlo todo de la mejor forma que pueden. Si les hace sentir mejor, eso es lo único que cuenta.
16. Recuerda que no tenemos una contestación para el porqué esa persona ha muerto. Asume que algunas cosas en la vida no tienen la misma explicación para todos, o simplemente no la tienen. No te empeñes en imponer la tuya, no siempre ayuda.
17. El duelo no tiene un tiempo de duración previsto. Puede ser largo o corto, pero no es una enfermedad de la que uno se recupera. Es el periodo de tiempo que cada persona necesita para ajustar su vida a la nueva situación sin la persona que amaba y sigue amando.
18. Recuerda que el amor no acaba con la muerte. Cuando se ama a alguien, no se deja de hacerlo nunca, y siempre una parte de sus vidas pervive en las nuestras aunque se hayan ido.
19. Recuerda que las personas que sufren van a recordar siempre lo que estás haciendo y te agradecerán de veras que hayas estado allí con ellos. Son las cosas pequeñas las que marcan la diferencia, las que pueden hacer que sus vidas sean un poquito más llevaderas en esos momentos horribles, las que les ayudarán a seguir poco a poco con su nueva existencia.
La gran mayoría de veces solo basta con estar al lado del que sufre en silencio, que sienta que no está solo, que nos tiene allí con él, que cuando nos necesite no tendrá más que decirlo, mientras eso sucede que sienta el cariño que emana de nuestro corazón.

sábado, 25 de junio de 2011

EL DÍA DESPUES

El día después de una noticia que llega al corazón y lo desgarra pareciese que hubiera pasado un tornado por el alma para arrasarla.

Uno se despierta en la noche con la sensación de no poder ser, de estar viviendo dentro de un sueño, de no despertar aun cuando se tienen los ojos abiertos.
La vida llegado el momento ha decidido por ti en algo que te importa y te afecta directamente. Ha querido arrebatarte afectos que ni siquiera uno sabe que son tan fuertes.

Ha silenciado para siempre las palabras no dichas que están esperando en la puerta de los labios para cobrar vida.

Posiblemente todo tenga un sentido que no llegamos a comprender. Nada pasa porque sí. Deberíamos poder cambiar la pregunta que tantas veces nos repetimos ante sucesos dolorosos e imprevistos y del por qué pasar al para qué nos suceden las desgracias que nos dejan con una terrible sensación de abandono e impotencia.

No hay respuestas. Sólo cabe seguir haciendo presentes a las personas que se han ido con el imborrable recuerdo de su impronta en nosotros.

Así, definitivamente nuestros, continuar viviendo más allá de los interrogantes, de las cuestiones no resueltas, de la rabia y la frustración de no tenerlos más a nuestro lado.
No hay otra salida.

La única puerta que se nos abre es la del reposo de los sentimientos en el tiempo, cuando éste sea de nuevo nuestro amigo.

Y con la calma que concede la aceptación de lo que nos sucede sin remedio...continuar la vida.

jueves, 23 de junio de 2011

CUENTOS PARA REFLEXIONAR EN FIN DE SEMANA



MIRA HACIA ARRIBA

“SABIDO ES QUE LOS PENSAMIENTOS Y DESEOS SE MATERIALIZAN, SI PONEMOS NUESTRA MENTE AL SERVICIO DE ELLOS PUES COMO ENERGÍA DE ALTA VIBRACIÓN, ESTABLECE LOS CAMBIOS ENERGÉTICOS INFERIORES PARA QUE UN PENSAMIENTO, SE HAGA REALIDAD MATERIAL. DE AHÍ QUE SEA CONVENIENTE, PRUDENTE Y BENEFICIOSO PENSAR EN POSITIVO”.


EL BUITRE
Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que esté completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto. La razón es que el buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros. Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo.

EL MURCIÉLAGO
El murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la noche es una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se lo coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y, sin duda dolorosamente, hasta que alcanza algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a si mismo hacia el aire. Entonces, inmediatamente despega para volar

LA ABEJA.
La abeja al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera, a menos que sea sacada de allí. Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella, sin embargo persiste tratando de encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo. Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que completamente se destruye a sí misma.

LOS SERES HUMANOS:
En muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja obrera. Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin nunca darnos cuenta que todo lo que tenemos que hacer es ver hacia arriba. Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema. Solo mira hacia arriba.

LA TRISTEZA MIRA HACIA ATRÁS
LA PREOCUPACIÓN MIRA ALREDEDOR
LA DEPRESIÓN MIRA HACIA ABAJO


“PERO LA CONFIANZA EN UNO MISMO ………….SIEMPRE MIRA HACIA ARRIBA”

Un simple mensaje… que contiene mucha sabiduría, no sólo en cuanto tener integrada la CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS, sino también a que, en la dualidad en que vivimos, tendemos a irnos hacia un polo o el otro, a golpearnos contra las paredes de la prisión de la dualidad. Cuando vamos hacia la cuarta opción, la Unidad, la que está arriba, la que engloba y trasciende ambas, encontramos la verdadera libertad.



“EL ESPÍRITU DEL SER HUMANO, SE PRODIGA A TRAVÉS DEL UNIVERSO EN CUALQUIER LUGAR, CUANDO LA BÚSQUEDA DE LA SABIDURÍA Y LA ENTREGA A LOS DEMÁS SON SU BRÚJULA”.

martes, 21 de junio de 2011

LA NUERTE ES UNA EXPERIENCIA GOZOSA

Este escrito de Neale Donald Walsch (de “Conversaciones con Dios”) es sumamente importante en estos tiempos en que muchas almas están desencarnando, en millares a veces (como en Japón).



Walsch lo expresa brillantemente al decir que “el Alma de nuestro ser querido que partió se ha hecho una con nosotros, en cuerpo y alma”. Una aclaración al respecto: esto sucede cuando podemos aceptar y liberar al Alma.


Si continuamos sufriendo (en negación, en cólera, en rechazo) o si dejamos de vivir nuestra vida o si nos aferramos a ellos continuamente o los invocamos para que nos “salven”, ese dolor y apego impide esta unión amorosa que Donald expresa. Mi hermano y mi madre partieron con poca diferencia. Jamás sentí que se “fueron”; ni los lloré ni los extraño: están en mí siempre.


La Nueva Historia Cultural: La Muerte es una Experiencia Gozosa

La Nueva Historia Cultural que se nos ofrece en Conversaciones con Dios nos dice que la muerte no existe. No, por lo menos, como nosotros la definimos. No es el final de la vida, porque la vida nunca se termina, dice la Nueva Historia, sino que sigue por siempre y para siempre, y aún más para siempre. Por lo tanto, la fecha en que una persona “muere”, en la Nueva Historia se la conoce como el Día de la Continuación de esa persona.


Es más, la Nueva Historia nos dice que el evento que los humanos llamamos muerte es una experiencia extática, marcada por un gran despertar a lo que es Realmente, una alegre reunión con cada ser querido que hayamos conocido (en esta vida o cualquier otra), y una feliz fusión con lo Divino. Por último, las afirmaciones de la Nueva Historia que bien podrían producir el mayor choque cultural son sus anuncios de que la muerte nunca es y nunca puede ser impuesta a nadie, sino que siempre es elegida – y, lo que es aún más sorprendente, la muerte no es definitiva.


Todo esto es cierto, dice la Nueva Historia, debido a Quienes Somos.


Cada alma es una individuación de la Divinidad, dice la Historia, y como tales, nada le puede pasar AL Alma, sino que todo pasa A TRAVÉS del Alma. Esto incluye la muerte.


Por lo tanto ningún Alma muere nunca de ninguna manera, ni en ningún momento, que no sea de su propia elección. Tampoco le sucede nada a Lo Divino que sea en contra de la Voluntad de lo Divino.


Ya que lo Divino es Todopoderoso y Omnipresente en Todas Partes y en Todo, un evento que ocurra en contra de su voluntad es, por definición, funcionalmente imposible. La muerte es una experiencia sagrada, llena de verdad y de gracia, cuando Lo Que Es se conoce totalmente y no es simplemente imaginado; cuando todo dolor y sufrimiento de cualquier tipo, físico o emocional, se disuelve; cuando el miedo y la incertidumbre y la infelicidad se evaporan; y cuando la suave y gentil conciencia de la presencia eterna de Dios y la dulzura del amor incondicional de Dios se vierte en la Esencia de Nuestro Ser, revelando allí que es, y que siempre ha sido, nuestra Esencia misma.


Reconciliando las Historias:


Por qué la Gente Elige Morir Si se va a creer la Nueva Historia Cultural, muchas preguntas deberán ser contestadas. Muchas de ellas tendrán que ver con la Intención del Alma, si es que en efecto está eligiendo marcharse de esta vida física por su propia voluntad.


Muchas personas en duelo me dicen: “¿Quieres decir que mi esposa (esposo, madre, padre, hijo, etc.) en realidad eligió dejarme? ¿Qué me estás diciendo? ¿Qué me dice eso acerca de lo felices que eran conmigo?” Si no tenemos cuidado, sin darnos cuenta vamos a convertir la Nueva Historia en una ocasión para la cólera. De hecho, todos hemos conocido personas que, incluso estando inmersas en la Vieja Historia Cultural, se han enojado con un ser querido por morir.


Las dos Historias se reconcilian cuando comprendemos plenamente y abrazamos la verdad que nos cuentan las dos historias: que quien muere nunca nos deja realmente, sino que siempre está con nosotros. Con nuestro simple pensamiento sobre ellos, su Esencia vuela a nosotros a la velocidad de la luz, revoloteando a nuestro alrededor, y de hecho, impregnando nuestro cuerpo. Podemos sentirlos con nosotros y dentro de nosotros.


Y aunque mucha gente diga que eso no es tan reconfortante como su mano cálida en la nuestra y su cuerpo para abrazar, encontramos un consuelo diferente, mucho mayor que el físico, en la fusión de la Esencia que duplica lo que ocurre entre nosotros y Dios en el momento de nuestra propia muerte. Puede haber una dicha en esta fusión que iguale la maravilla y la alegría del contacto físico; porque cuando se tocan las Almas, los cuerpos igualmente experimentan el éxtasis.


Yo he conocido esto en mi vida cuando he sido tocado por Dios, y en algún momento incluso por pensar en alguien más. Otros lo han conocido también, y han escrito de eso en poemas y canciones. Aun así, si el Alma de nuestro ser querido tan amado estaba tan feliz con nosotros, ¿por qué, realmente, se marchó? Esa sigue siendo la pregunta apremiante. La respuesta es que no se marchó, sino que elige ahora quedarse con nosotros en una nueva forma, una forma mediante la cual nos puede mostrar más amor, y experimentar más unicidad y felicidad con nosotros, que cualquier otra expresión de vida en lo físico podría haber permitido.


Cuando un Alma parte del cuerpo, lo hace porque ha completado su viaje en esta expresión particular de vida. Ha experimentado lo que vino a experimentar, y ahora está lista para lo que podríamos llamar, en términos terrenales, su recompensa final, su premio mayor, y su mayor experiencia: la oportunidad de amar a sus Amados tan plenamente que, literalmente, se convierte en nosotros en una unión eterna de la Esencia de vida.


EL ALMA DE NUESTRO SER QUERIDO QUE PARTIÓ SE HA HECHO UNA CON NOSOTROS, EN CUERPO Y ALMA. Y NO HAY CIELO MAYOR QUE ÉSE. IMAGINEN PODER IMPREGNAR EL CUERPO DE SU AMADO, HACERSE UNO A UN NIVEL SUB-MOLECULAR, INCLUSO MIENTRAS LAS ALMAS QUE ESTÁN EN EL CIELO HACEN LO QUE QUIEREN. Y ASÍ SERÁ, CUANDO SU SER QUERIDO MUERA, EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.

domingo, 19 de junio de 2011

CUENTOS PARA REFLEXIONAR EN FIN DE SEMANA



CREATIVIDAD ANTE LOS PROBLEMAS
Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.

En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas oportunidades de escapar al terrible veredicto ....¡la horca!

El Juez, también coludido, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de Él tu destino vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente tú escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino".

Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE" y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente: "¿Pero qué hizo?, ¿y ahora? ¿cómo vamos a saber el veredicto?".

"Es muy sencillo, respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué". Con rezongos y enojo mal disimulado, liberaron al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Sé creativo. Cuando todo parezca perdido, usa la imaginación.

"En los momentos de crisis, solo la imaginación es mas importante que el conocimiento.
"Albert Einstein”

viernes, 17 de junio de 2011

RESPUESTA A LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO

FACTORES QUE DETERMINAN LA RESPUESTA A LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO

Las reacciones a la pérdida de un ser querido varían grandemente entre las personas y entre uno mismo según la edad que uno tiene y las circunstancias en las que se encuentra cuando tiene esta perdida; esto explica, al menos en parte, las diferencias que uno observa en las reacciones de las personas. Y es que hay muchas cosas que influyen en lo que sentimos ante esta tragedia. Por ello, lo que “observamos” en otros tras la muerte de un ser querido no es un buen “elemento” para juzgar la intensidad de su reacción. Hay muchas otras cosas.

Se han identificado varios elementos que explican la diferencia de reacciones que tienen las personas en el caso de pérdida de seres queridos y que es bueno conocer y tener en cuenta antes de “juzgar” a otros por sus reacciones:

1. Nivel de apego al ser querido fallecido
2. Características de la muerte
3. La personalidad que uno tenga
4. Participación en el cuidado del paciente
5. La duración de la enfermedad
6. Disponibilidad de Apoyo social-familiar
7. Nivel de comunicación entre nosotros y nuestros familiares o amigos y viceversa
8. Crisis concurrentes (problemas que suceden al mismo tiempo)

1. Nivel de apego al ser querido fallecido
Es un primer factor de enorme importancia para explicar el dolor y la tragedia que sentimos por la pérdida del ser querido. El nivel de apego hace referencia a la intensidad y calidad de la relación que se tenía con la persona fallecida. Esto puede explicar, por ejemplo, el que no se sienta lo mismo por la muerte de un hermano con el que se convive a diario, que a la vez era un amigo, compañero, confidente, que perder a ese mismo hermano pero que vive en otro país lejano hace muchos años y del que no tenemos noticias sino cada 2 o 3 años; de igual forma, no es lo mismo perder a una tía que era nuestra segunda madre que a aquella tía que vive en otra ciudad y de la cual tenemos noticias cada 2-3 meses. Los que tienen varios hijos se habrán dado cuenta que hay unos más apegados que otros, y los que son muchos hermanos se habrán dado cuenta que hay unos muy apegados a los padres y otros que hay que estar llamado para poderlos ver.

La respuesta a la pérdida no es dictada solamente por el nivel o grado de parentesco; es decir, no es legítimo ni justo decir que nos dolerá más la pérdida de un hijo que de un hermano o de una madre que la de un esposo. No disponemos de un “parientómetro” para calibrar esta respuesta, pero si sabemos que la intensidad de la respuesta depende más del nivel de apego que del grado de consanguinidad.

2. Características de la muerte
Sabemos que las muertes súbitas (por enfermedad aguda –popularmente conocida como muerte “de repente”-, violencia o accidente), a diferencia de las muertes “anticipadas” (anunciadas o avisadas por una enfermedad largamente conocida como el cáncer, SIDA, de los riñones, del hígado, del corazón, etc.), no es que duelan más como popularmente se cree (pues tampoco disponemos de un “dolorómetro” para calibrar eso), pero si trastornan, desbaratan o destruyen más nuestro mundo tal cual lo concebíamos antes que aquellas muertes anticipadas que si permiten cierto tipo de adaptación o preparación. A veces es tal el grado de shock, de aturdimiento y de trastorno inicial que puede darse una respuesta temporal “plana”, como “de no sentir nada”, de estar “bloqueado” o “pasmado” como popularmente se le llama a esta anestesia emocional temporal producto del estado de shock inicial y que, como el nombre lo dice, sólo será temporal, de unos días.

3. La personalidad que uno tenga
Todos poseemos personalidades distintas, distintos miedos y distintas formas de reaccionar ante sucesos angustiantes. En este sentido, todo duelo es único y no hay dos duelos iguales; es más, nuestra respuesta puede no ser la misma ante diferentes pérdidas. Por otra parte, y aunque se trate de estereotipos, los hombres y las mujeres tenemos tendencias diferentes a la hora de expresar y enfrentar el dolor por la muerte de un ser querido; aunque estos patrones de respuesta no son exclusivos, es decir, hay mujeres con tendencia a responder con estilos más masculinos y hombres con tendencias a responder con estilos más femeninos, si que suelen apreciarse estas tendencias, especialmente ante la pérdida de un hijo, la viudez o la pérdida de uno de los padres.

En los hombres se conoce un patrón de respuesta más o menos bien extendido y definido como el modelo “Macho Man” por los estadounidenses: control de la expresión emocional para mantener a la imagen pública de fuerza y control, es competidor, protector, solucionador de todos los problemas, regulador de sus emociones y autosuficiente. El hecho de que apreciemos "tendencias" diferentes entre hombres y mujeres para afrontar las pérdidas es, realmente, afortunado, ya que esto nos da la opción de "aprender" unos de otros, de complementar, de aumentar nuestro arsenal para afrontar el dolor; en una palabra, de "globalizar" nuestras respuestas: si los hombres tienen estrategias que son útiles (y que las mujeres no suelen usar), y las mujeres las suyas (que los hombres no suelen usar), nuestra mejor elección ante una pérdida debe ser elegir, indudablemente, ambos tipos de respuestas.

Entender estas diferencias es importante especialmente en caso de la muerte de un hijo: “no es que el otro no sienta o que uno de ellos sienta más que el otro; la respuesta correcta es que ambos pueden responder con estilos diferentes, y esto no significa que sientan diferente”.

4. Participación en el cuidado del paciente
Si la persona estuvo enferma días o meses antes de morir, y nosotros tuvimos la oportunidad de ayudarle o acompañarle durante la enfermedad, nuestra reacción ante su muerte (muerte que probablemente ya esperábamos) puede llegar a ser menos intensa de lo que esperábamos (aunque no necesariamente) pues al menos nos queda el sentimiento de “gratitud” (no de felicidad) de haber hecho algo por ella, de haber hecho que sus últimas días fuesen lo menos angustiantes posibles que hubiesen sido sin nuestra presencia; desde luego no pudimos “morirnos por ella” ni “curarles de su muerte”, pero si hicimos que sus últimos días fuesen lo menos angustiantes posibles gracias a nuestra presencia, con todos los errores que hayamos podido comer en unos cuidados tan exigentes, agotadores y angustiantes.

5. La duración de la enfermedad
Es un factor importante que puede afectar nuestra reacción a la muerte del ser querido: si la enfermedad que condujo a la muerte fue muy larga (en general, mayor de 12 meses) es probable que afecte nuestra reacción de duelo en un sentido negativo, es decir, podrá sernos más difícil o más lento el recuperarnos; esto se debe, al menos en parte, al agotamiento a que condujo un cuidado de enfermedad tan largo; aquellos que han cuidado de un familiar con una enfermedad terminal muy bien saben de lo agotador y extenuante que es el cuidado continuado en estos casos (agotamiento físico, psíquico, familiar, económico, afectivo, etc.); en ocasiones puede darse una respuesta temporal “plana”, de “no sentir nada”, muy semejante a estar “bloqueado”, simplemente por puro agotamiento. Entre 6 y 12 meses de duración, es probable que no sea muy importante el efecto sobre el proceso de recuperación tras la pérdida. Menos de 6 meses se relacionan con un buen resultado del duelo; es decir, puede sernos “útil” ese cuidado para nuestro proceso de recuperación pues al menos nos que ese sentimiento de gratitud de “haber cumplido con una difícil tarea”.

6. Disponibilidad de Apoyo social-familiar
En general, para recuperarnos de la pérdida de un ser querido solemos recurrir a dos tipos de recursos:

a. Recursos Internos: En primer lugar están nuestros recursos internos, los de nuestra personalidad, de nuestro saber, de nuestra experiencia, de nuestra edad.
b. Recursos Externos: En segundo lugar están los recursos externos, aquellos que vienen de otros, sean personas, entidades o grupos.

Es decir, la primera es haciéndolo uno solo, sin ayuda de nadie, y la segunda, es haciéndolo con la ayuda de otros. Debido a que el duelo es un proceso muy dinámico, es decir, nos estaremos moviendo de un extremo al otro según nuestras necesidades particulares en un momento determinado, no siempre la ayuda será necesaria ni la ayuda necesaria será siempre la misma.

El proceso de recuperación puede llegar a ser tan difícil que hacerlo solos puede ser menos que imposible; por ello, lo más aconsejable es permitir que otros nos ayuden en mayor o menor medida en este difícil proceso y según nuestras necesidades en un momento determinado. Habrá personas, como los niños o familiares con algún grado de retraso mental -cuyos recursos internos son más escasos- que precisarán mayormente de nosotros (como su recurso externo) para su proceso de recuperación. Ciertamente si el superviviente tiene poco o ningún apoyo social o familiar, o lo percibe como insuficiente, el proceso de recuperación puede llegar a ser muy difícil.

La experiencia clínica en el trabajo con deudos nos muestra que uno de los factores más importante para la recuperación de la pérdida de un ser querido, quizá el que más, es la presencia de otro ser humano cerca de nosotros, acompañándonos en ese difícil camino de la recuperación.

7. Nivel de comunicación entre nosotros y nuestros familiares o amigos y viceversa:
Uno de los factores que más modifica la expresión del dolor tras la pérdida de un ser querido, y uno de los factores que más trabas nos pone en el proceso de recuperación, es el trastorno en la comunicación que la muerte produce entre nosotros, nuestros familiares, amigos y viceversa: una reacción frecuente que tenemos cuando perdemos un ser querido es la de no “mostrarle” a otros nuestra angustia para de esta forma no angustiarles, y los otros hacen lo mismo: no se angustian para no angustiarnos. Así, no es raro escuchar frases como:

“Espero a que todos se vayan y me pongo a llorar sola/o”; “lloro en las noches debajo de las cobijas”; ”lloro mientras me estoy duchando”; ”me encierro en un armario a llorar para no molestar a los demás”; salgo a la calle a llorar y, si vuelo con los ojos rojos, digo que fue que un coche me echó arenilla y tengo una conjuntivitis aguda” (y todos “inocentemente” nos creemos lo de la conjuntivitis), o, como nos contaba una señora a la que le preguntábamos si la dejaban llorar en su casa: “si doctor, a mí si me dejan llorar en casa: ¡que bien! y, ¿como es eso? Ah, doctor, estoy en medio de la sala, con mis doce hijos, mis nueras, mis yernos, mis nietos…, somos como sesenta personas, y empiezo a llorar, ¡y todos se van, como si tuviera una enfermedad contagiosa!, y me dejan sola en medio de la sala rodeada de sesenta personas”.

De esta forma, la familia en lugar de cerrarse sobre sí misma se dispersa y cada uno se aflige a su manera. Con esta actitud, lo único que logramos es “construir” un muro entre ellos y nosotros, una barrera a través de la cual “pasan algunas cosas y otras no”, perdiendo de esta forma la más valiosa herramienta para poder recuperarnos: una buena comunicación, un “espacio”, unas personas con las que podemos llorar y hablar libremente de la muerte, el dolor, la ausencia, la angustia, la falta que nos hace, etc. En otras palabras, perdemos una de las funciones de la familia más importantes, la del apoyo y soporte mutuo.

8. Crisis concurrentes (problemas que suceden al mismo tiempo):
Debido a que el proceso de recuperación tras la pérdida del ser querido exige el consumo de energía emocional y física de proporciones inusuales, otras crisis coincidentes (previas o nuevas), en un momento en que se dispone de muy poca, la recuperación puede ser bloqueada o aplazada para otro momento. Así, es comprensible que una persona que pierde un ser querido y presente una o varias crisis concurrentes (problemas económicos diversos, enfermedad grave en la propia persona o en otro familiar, cirugía pendiente, desplazamiento forzado, etc.) no siga expresando lo mismo que venía expresando o no cumpla con las expectativas de otros respecto a sus manifestaciones de dolor.

Como puede verse, existen muchos factores que modifican lo que expresamos cuando perdemos un ser querido y que nos ayudan a entender el por qué las personas responden de una manera u otra; por ello, es muy sano y sensato abstenerse de emitir juicios de valor respecto al por qué una persona lo hace de una u otra manera sin antes conocer o entender la complejidad de la respuesta y las múltiples variables que pueden intervenir para explicar su forma de manifestarse ante el dolor.

miércoles, 15 de junio de 2011

CUANDO ME AMÉ DE VERDAD

SABER........VIVIR


Cuando me amé de verdad comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto y entonces, pude relajarme.

......Hoy sé que eso tiene un nombre…”AUTOESTIMA”

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy
contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es…”AUTENTICIDAD”

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera
diferente y comencé a ver todo lo que acontece y que contribuye a
mi crecimiento.
Hoy eso se llama…”MADUREZ”

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es
ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo
para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el
momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es…”RESPETO”

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que
no fuese saludable…, personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio mi razón llamó esa actitud egoísmo.
Hoy se llama…”AMOR PROPIO”

Cuando me amé de verdad, dejé de temer al tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es…”SIMPLICIDAD”

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso, erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es la…”HUMILDAD”

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama…”PLENITUD”

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.

Todo eso es…”SABER VIVIR”

“ No debemos tener miedo de confrontarnos…
…hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas. ”

Charles Chaplin

lunes, 13 de junio de 2011

EL CAMINO DE LA ESPIRITUALIDAD

Leyendo a Bucay


El terapeuta Jorge Bucay ofrece herramientas para descubrir la meditación, el silencio interior, cómo alejarse de lo material y de la propia identidad en su nuevo libro, ‘El camino de la espiritualidad.


Llegar a la cima y seguir subiendo‘
Bucay aseguró que al aplicar esas herramientas, se consigue “sin querer” unos resultados beneficiosos para el ser, como dejar de vivir tan deprisa, ser más agradecido, disfrutar del placer de ser útil a los demás y, sobre todo, “conquistar la risa“, es decir, ser optimista.


Avisó que el libro no es de autoayuda porque no dice el cómo, ni da respuestas a preguntas “que trae el lector“, sino que son libros que plantean preguntas para hacer reflexionar. “Sólo tengo un libro de autoayuda, y no me avergüenza. Los otros 17 no intentan serlo“, dijo.


Tras conseguir la sabiduría, “hay algo más allá que está relacionado con dejar de buscar en lo terrenal e intentar ir más lejos“, dijo Bucay, quien no se considera un místico ni quién para señalar el camino adecuado, pero vio claro que debía tratar la meditación y la espiritualidad en un libro a raíz de visitar la montaña mexicana de Tepozteco y notó que era un lugar “increíble” pese a que es reticente a creer en los poderes curativos que se le atribuyen. “Soy médico”, argumenta.


Y aunque se declaró agnóstico durante gran parte de su vida, le pasaron “algunas cosas” que le obligaron a replantearse creencias. Una de ellas fue en la Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, donde está la piedra en la que supuestamente lavaron a Jesucristo. A pesar de que el lugar es más bien oscuro, le hicieron una foto y Bucay salió especialmente iluminado. “Allí hay algo que no se puede explicar”, aseguró.


LOS CAMINOS
La serie de los caminos, como llama Bucay a sus libros ‘El camino de la auto dependencia’, ‘El camino del encuentro’, ‘El camino de las lágrimas’ y ‘El camino de la felicidad’, son ensayos psicológicos sobre el mundo interior, y todo empezó hace diez años, con un encargo de la editorial Random House Mondadori, que le pidió hacer tres libros, un “halago enorme para un escritor entonces no demasiado conocido”, dijo.


Al final decidió que tenía que hacer cuatro, y al acabar el de la felicidad creyó que ya estaba todo dicho. “Pero cuando encuentras el rumbo aún tienes el desafío de volverte más sabio para ayudar a los otros a encontrar su camino“, dijo, por lo que escribió ‘De la ignorancia a la sabiduría‘.


Para trazar este nuevo camino a la espiritualidad, Bucay consultó a maestros y visitó lugares sagrados como la Isla de Pascua, Hedgestone, Macchu Picchu, Medio Oriente y Santiago de Compostela, entre otros.

sábado, 11 de junio de 2011

CUENTOS PARA REFLEXIONAR EN FIN DE SEMANA

UN NIÑO....

Un niño que estaba por nacer, le dijo a Dios.

Me vas a enviar mañana a la tierra;

Pero Como viviré tan pequeño e indefenso como soy?

Entre muchos Ángeles escogí uno para ti,

Que te esta esperando:

El te cuidara.

Pero dime: aquí en el cielo,

No hago más que cantar y sonreír,

Eso basta para ser feliz.

Tu Ángel te cantara,

Te sonreirá todos los días

Y tú sentirás su amor y serás feliz.

Y Como entender cuando

La gente me hable?

Si no conozco el extraño

Idioma que hablan los hombres?

Tu Ángel te dirá las palabras

Más dulces y más tiernas

Que puedas escuchar,

Y con mucha paciencia y cariño

Te enseñara a hablar.

Y, Que hará cuando

Quiera hablar contigo?

Tu Ángel te juntara las manitas

Y te enseñara a orar.

He oído que la tierra hay hombres

Malos ¿Quien me defenderá?

Tu Ángel te defenderá

Aun a costa de su vida.

Pero estaré siempre triste

Porque no te veré más señor.

Tu Ángel te hablara de Mí

Y te enseñara el camino

Para que regreses a mi presencia,

Aunque Yo siempre estaré a tu lado.

En ese instante, una gran paz reinaba

En el cielo pero ya se oían voces

Terrestre, y el niño presuroso,

Repetía suavemente:

Dios Mío,

Si ya me voy dime su nombre.

¿Como se llama mi Ángel?

Su nombre no importa,

Tu le llamaras "Mamá"

viernes, 10 de junio de 2011

¿CISMA EN LA ONCOLOGÍA?

Un grupo de prestigiosos oncólogos publica una CARTA ABIERTA A MARIANO BARBACID en la que cuestionan tanto lo que oficialmente se afirma del cáncer como los tratamientos que se utilizan.

Un grupo de prestigiosos oncólogos médicos e investigadores en el campo de la Oncología -básica y clínica- ha decidido enviar a través de Discovery DSALUD una Carta abierta al Dr. Mariano Barbacid -Director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)- en la que le solicitan responda públicamente a una serie de cuestiones de vital importancia en el momento actual de la investigación del cáncer y diga si está de acuerdo en que ha llegado la hora de hacerse un replanteamiento global sobre esta patología, muy especialmente en lo que a la manera de afrontarla se refiere dado el fracaso de los actuales tratamientos médicos en la mayoría de los tumores malignos.

Los firmantes -miembros de la International Society for Proton Dynamics of Cancer (ISPDC) o Sociedad Internacional de la Dinámica de Protones en el Tratamiento del Cáncer (www.ispdc.net)-, son el Dr. Salvador Harguindey –del Instituto de Biología Clínica y Metabolismo (IBCM) de Vitoria y vicepresidente de la mencionada sociedad-, el Dr. Stefano Fais -Director de la Sección de Medicamentos Antitumorales del Departamento de Investigación Terapéutica y Evaluación de Medicinas del Instituto Nacional de la Salud de Roma (Italia) y presidente del ISPDC-, la Dra. Miriam L. Wahl –ex Directora del Laboratorio de pH Tumoral de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EEUU) y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Baltimore (EEUU)- y el Dr. Stephan J. Reshkin -profesor del Departamento de Fisiología General y Ambiental de la Universidad de Bari (Italia)-.


La carta –extensa y técnica- aparece íntegra en el número de Discovery DSALUD que salió a la venta el pasado viernes 24 de diciembre- y en ella se denuncia que la afirmación de que la palabra “cáncer” engloba en realidad “a más de 200 enfermedades distintas” es una aseveración que “corresponde a una visión obsoleta del cáncer que se opone frontalmente al moderno paradigma surgido en la Oncología hace escasos años”.

“(…) Cabe preguntar tanto al Dr. Barbacid como a quienes con él comparten aún la misma reduccionista y disgregadora cosmovisión oncológica –agrega la carta- qué es lo que en verdad sabe la mayoría de los investigadores en la actualidad sobre la naturaleza íntima y esencial de las enfermedades neoplásicas para sostener que el cáncer son ‘200 enfermedades diferentes’.


Es regla de oro de la Medicina que sólo llegando a la raíz, a lo que subyace en cualquier problema de salud, se puede acceder a una comprensión racional e interpretación correcta de una patología, paso previo imprescindible para aspirar tanto a prevenirla como a tratarla adecuadamente una vez se haya manifestado. Sin conocer la causa o causas primarias (etiología), los mecanismos intermediarios (etiopatogenia) y la esencia íntima de una enfermedad (su naturaleza) no se puede siquiera pensar en superarla. Y eso es así muy especialmente en este caso porque como ya dijo el padre de la bioquímica del cáncer, Otto Warburg, sólo podremos curar lo que primero podamos entender”.

La Carta Abierta plantea a continuación numerosas preguntas al Dr. Barbacid y a quienes con él comparten su trasnochada visión del cáncer solicitando que las responda públicamente para conocimiento de médicos y medios de comunicación.

“El enfoque y paradigma conceptual asumido hasta hoy está muerto –se afirma en la carta-. Ha sido necesario replantearse todo lo que se cree saber sobre esta patología desde la raíz antes de haber conseguido poder integrar sus muchas caras y ramas dentro del árbol de la ciencia de una unidad superior, el llamado ‘paradigma emergente’”.


Y se añade: “¿No se puede -o no se quiere- entender aún que ha llegado ya la hora de que los profesionales de la investigación oncológica de todo el mundo se conciencien de esta realidad y de que deben familiarizarse cuanto antes con las claves de los principales sistemas energéticos del funcionamiento anormal y específico de todas las células y tumores malignos?”

Más adelante se afirma: “Tal vez haya llegado la hora -o esté cada vez más cerca- de que los oncólogos básicos y clínicos consigan despertar y decidirse a plantear otras alternativas y, al mismo tiempo, hagan acopio de la necesaria inspiración, generosidad y valor para dejar de vivir esclavizados y embobados por ese Gran Hermano de la Oncología que constituyen las grandes multinacionales farmacéuticas, entidades de dudosa ética a las que sólo les importan sus intereses económicos y cuyas dinámicas y motivaciones -muchas veces pseudocientíficas- llevan a tratar por todos los medios de comercializar medicaciones cada día más tóxicas, menos efectivas y más caras”.

La carta, que puede leerse íntegra en el número de Discovery DSALUD que se encuentra a la venta en los kioscos, termina diciendo: “En suma, los abajo firmantes postulamos un nuevo paradigma integral, unitario y radical de las enfermedades neoplásicas por entender que todos los tumores malignos tienen más factores en común que diferencias entre ellos, tal como ha sido consensuado en el reciente I Congreso Internacional de la Sociedad para el Estudio de las Dinámicas de Protones en el Cáncer celebrado a principios de septiembre pasado en Roma (http://www.ispdc.com/).


Ello exige abandonar, también radicalmente, el actual modelo analítico-reduccionista y desintegrado que insiste en que la palabra cáncer designa a más de 200 enfermedades distintas que han de ser tratadas con infinidad de combinaciones farmacológicas diferentes a pesar de que a día de hoy los quimioterápicos han demostrado ser más tóxicos que eficaces, exceptuando los tumores germinales y algunas leucemias y linfomas, neoplasias que conforman una muy reducida minoría dentro del conjunto de todos los tumores malignos.


Y eso significa que persistir en el camino trillado sólo puede ahondar aún más en el mayoritario fracaso terapéutico de la Oncología Médica actual al mismo tiempo que impedir y detener todo posible avance y verdadero progreso”.

jueves, 9 de junio de 2011

NO TE MUERAS CON TUS MUERTOS

ME ACERCO A TI
Con la cálida ternura con que se acaricia a un niño; y con la cuidadosa delicadeza con que se cura una herida, me acerco a ti, hermano que estás de duelo y sufres el desgarrón de la despedida, provocado por la muerte, para entregarte estas simples palabras.


Algunas te servirán de alivio y de consuelo otras te irritarán, ¡seguramente!, porque no dicen lo que tú sientes ahora. No te impacientes; acéptalas como indicadoras de un camino, que hay que recorrer con tiempo, y no como preceptoras de un deber que ya debieras haber cumplido.

Si algo te choca hoy, déjalo, y tal vez lo leas mejor mañana.
Estas palabras mías no te dirán lo mismo en los comienzos, en el medio o al final del largo camino de tu duelo.
Tú tienes por delante un camino largo y doloroso, y el presentarte la meta no es para impacientarte, ni para reprocharte pomo haber llegado, sino para alentarte a seguir andando. Tú caminas por tu desierto y el sol y las arenas enardecen tu sed; si yo te hablo de un oasis no es para culparte por no haberlo alcanzado, sino para alentar tus pasos. ¡Tal vez concluyas tu duelo cuando estemos de acuerdo, y hayas encontrado el oasis..!
Junto con lo escrito, estas páginas tienen espacios en blanco. Riégalos con tus lágrimas, llénalos escribiendo lo tuyo, lo que pienses y lo que sientas, tus propuestas, tu dolor, tus enojos y tus rebeldías..; y, en su momento, también tu aceptación y tu alegría.



QUISIERA COMPARTIR CONTIGO...
Amigo: tu propia muerte te asusta, By la muerte de tus seres queridos te duele.
No voy a escribir una sola palabra para superar tu miedo o suprimir tu dolor, porque no tengo esa palabra mágica.
Tu verás cómo enfrentar tu propia muerte.
Yo sólo quisiera compartir contigo algunas cosas simples, para que te duelas sanamente y hagas tu dolor más llevadero, ante la muerte de los tuyos. Y eso es todo.

Que te duelas, dije, sanamente, a causa de tus muertos, que te deprimas un tanto y un tiempo, pero no que no puedas vivir, que te dejes morir porque murió tu madre, tu padre o tu hermano, tu esposo o tu esposa, tu hijo o tu amigo... Yo quisiera ayudarte, si me es posible y si tú quieres, a que sufras sanamente, para seguir viviendo; porque he visto a muchos MORIRSE CON SUS MUERTOS.

Tus muertos ya murieron, y en tu mente ya lo sabes. Pero tu corazón necesita tiempo para saber y aceptar que ya partieron. Por eso tu dolor resurge como nuevo, ante esa mesa familiar donde un lugar quedó vacío, en esa Navidad donde alguien falta, en ese nacimiento sin abuelo, en ese año nuevo en que se brinda y alguien ya no levanta la copa...

ASÍ ES EL CORAZÓN HUMANO:

Siempre vive de a poco lo que la razón sabe de golpe. ¡Para la mente los muertos mueren una vez; para el corazón mueren muchas veces...!
RESUCITARÁN “PARA TI”...
• Tus muertos resucitarán “para ti”, cuando hayas aceptado que “murieron para ti”; sólo los recuperas en su regreso, cuando aceptaste su partida. ¡No es posible la alegría del reencuentro, sin sufrir el dolor de la despedida!
• No te mueras con tus muertos; ¡llora la siembra de ayer con la esperanza puesta en la cosecha de mañana!
• Acepta que la muerte de tus seres queridos te despierta mucha rabia, aunque no sepas por qué y aunque no quieras sentirla. Tu resistencia ante la muerte te hace rebelarte, aunque no sepas del todo contra quién hacerlo... ¿Contra Dios...? ¿Contra tus muertos...porque te abandonaron?
• No te mueras con tus muertos; ¡déjalos dormir su tiempo como duerme la oruga en la crisálida, esperando la primavera para hacerse mariposa!
• Dios no es menos Dios, más justo o más injusto, más bueno o más malo, cuando naces que cuando mueres.
O crees en El siempre, o no crees nunca; pero una cosa es creer en El y otra es creer en tus explicaciones.
¡Ante la muerte se acaban tus explicaciones!
• No te tortures sintiéndote culpable ante tus muertos. ¡Los muertos no cobran deudas! ¡Además, si hoy resucitaran, volverías a ser con ellos como fuiste! ¿O no sabías con certeza que un día iban a morir?
• No te mueras con tus muertos; ¡muéstrales más bien, que como el árbol podado en el invierno, lejos de morirte, retoñas vistiendo tu desnudez, devolviendo frutos por heridas!
• Acepta y date cuenta, que tus muertos te plantean un serio desafío: el de tener una respuesta para el sentido de tu vida. Porque mientras no sabes para qué murieron ellos, tampoco sabes para qué vives tú. ¿O no piensas morir?
...la vida y la esperanza
• Ante tus muertos queridos tu corazón tiene mil interrogantes y tu razón, ninguna respuesta.
Resolverás mejor la cosa, cuando preguntes menos y aceptes más.
• Las flores que regalas a tus muertos hablan de la vida y la esperanza.
También en tu corazón duermen la vida y la esperanza, esperando que tú las despiertes para seguir viviendo esperanzado.
• No te mueras con tus muertos; ¡míralos marchar por su camino, hacia su meta, y aprende la lección que ellos te dejan, diciendo que tu andar de peregrino, también tiene un final, al que te acercas...!
• Más que con la frialdad de los mármoles, más que con suntuosos monumentos y grandilocuentes discursos, honra a tus muertos con una vida digna. ¡Piensa qué esperas para ti cuando hayas muerto!
• Aprende de tus muertos una lección para la vida:
es mejor amar a los tuyos mientras viven, que quitarte culpas por no haberlos amado, cuando ya se fueron.
• No te mueras con tus muertos; ¡despídelos, como despides las aguas del río que van al mar, sabiendo que volverán mañana nubes, y serán lluvias sobre tu rostro!
• Así como los cirios encendidos se queman y derriten dando luz y calor en la despedida de tus muertos, que tu corazón no se derrita en vano, quemándose en el fuego del dolor sino que arda en las llamas del amor y en la luz de la esperanza.
• No te mueras con tus muertos; ¡vive este invierno de dolor, que te desnuda como quitándote la vida; pero, recuerda que la savia duerme para retoñar y florecer en primavera!
• Parte del dolor que te golpea, cuando despides a tus muertos, se debe a una pregunta que golpea en tu interior, interrogando por el sentido de la vida. Si respondes de verdad, sincera y frontalmente, gracias a la muerte de tus muertos tú vivirás más plena y auténticamente.

¿PORQUÉ APENARTE...
• ¿Sabes que, cuando lloras a tus muertos, lloras por ti y no por ellos? Lloras porque los perdiste, porque no los tienes a tu lado. Porque, si todo concluye con la muerte, tus muertos ya no están, ni siquiera para sufrir por haber muerto; y si la vida continúa, más allá de la muerte, ¿por qué apenarte por tus muertos?
• Cuando hayas terminado de aceptar que tus muertos se murieron, dejarás de llorarlos y los recuperarás en el recuerdo, para que te sigan acompañando con la alegría de todo lo vivido...
• No te mueras con tus muertos; ¡recuerda
que donde ardió el fuego del amor y de la vida, debajo de las cenizas muertas, quedan las brasas esperando el sopio, para hacerse llamas!
• Si dices que, sin tus muertos, tú no puedes seguir viviendo, no digas que es porque los amabas tanto, sino por cuánto los necesitabas, (y no es lo mismo amar que necesitar). Si lo aceptas así, tal vez descubras, para tu crecimiento, que tu vida consiste en ser tu vida... ¡y no en la de los otros!
• No frenes tus lagrimas cuando llegan, ni fuerces el llanto cuando se alejan. No dejes de llorar porque alguien lo reprueba, ni te obligues a llorar porque si no: “¿Qué dirán los otros?” Respeta tu dolor y tu manera de expresarlo.
• No te mueras con tus muertos; ¡déjalos partir, como parten las golondrinas en otoño, para anidar en otros climas y volver más numerosas y crecidas, en otra primavera!
• Las lágrimas que ocultas, el dolor que escondes y la protesta que callas, no desaparecen: quedan al acecho del momento en el que puedan estallar.
Y es mejor que lo vivas todo a su tiempo y en su hora.
• Es común que las personas guarden buena cantidad de culpas para reprocharse ante sus muertos. ¡No lo hagas contigo!
Tus muertos no ganan nada con tus insomnios de remordimientos. Amalos ahora; recuérdalos con amor, y, quizás, sí ganen algo...

...COMO OTRO NACIMIENTO
• Tú y yo sólo vemos una cara de la muerte, la del otro lado se nos escapa. Si desde el seno de tu madre hubieras visto nacer un hermano, creo que lo hubieras llorado como muerto, hasta nacer tú y reencontrarlo. ¿Qué sentirías si miraras la muerte como otro nacimiento...?
• No te mueras con tus muertos; ¡déjalos que vayan como esta semilla que se lleva el viento, no por el capricho de llevarla, sino para sembrarla en algún lado, aunque tu no sepas dónde!
• No te castigues, encaprichada y resentidamente, prohibiéndote gozar de la vida porque perdiste un ser querido. Tu tristeza te destruye a ti, sin beneficiar a tus muertos. Y, cuando ellos partieron, no se llevaron consigo tu derecho a gozar de la alegría de la vida.
• Tus muertos tenían sus falencias; no sigas culpándolos por tantas cosas... ¡Los muertos no pagan deudas!
Perdónalos, si es necesario hacerlo, dejándolos en paz a ellos y liberándote tú para vivir tu vida.
...A LA HORA DE COSECHAR
• Tus muertos no están en el cementerio. Nunca estuvieron ahí, salvo cuando estaban vivos. ¿Me preguntas donde están...? Y no puedo responder por ti. Yo sé dónde están “para mí” los míos;
pregúntate tú a ti mismo dónde crees que están “para ti” los tuyos.
• El cementerio es como un surco donde se arrojan las semillas. Ningún sembrador vuelve a remover la tierra para buscar las semillas ya sembradas; regresa al campo a la hora de cosechar espigas...
• No te mueras con tus muertos; ¡diles tu adiós!, esperanzado, como despides el sol en el ocaso, la luna y las estrellas en la aurora, sabiendo que a su turno y a su hora, todos volverán hacia tu encuentro.
• Estos días de dolor profundo, grises de tristeza, de soledad y de silencio, son como el tiempo del invierno para las plantas... Pero confía en la vida, ¡que es siempre más fuerte que la muerte!, para que retoñe tu alegría y florezcan tus ganas de vivir.
EXTRACTO DEL LIBRO:
“NO TE MUERAS CON TUS MUERTOS”
Autor: RENE TRSSERO

miércoles, 8 de junio de 2011

LA FAMILIA ESPIRITUAL

Genealogía Espiritual y Humana
En Journey of Souls escribí un capítulo que citaba ejemplos de este tipo de preparación para el viaje. Los compañeros espirituales no siempre se reúnen antes de partir. Entonces, dependiendo del karma involucrado, algunas veces un alma sabe más que la otra sobre su encuentro futuro y la apariencia que esta persona tendrá. Este es un corto ejemplo de un compañero espiritual estudiando el encuentro con su futura esposa:

Se me permitió ver a mi esposa en un cuarto de proyección para la siguiente vida. Era una atractiva instructora de aeróbicos a la que conocería en un gimnasio. Estudié cuidadosamente su cuerpo y sus rasgos faciales, ya que no quería arruinar la reunión como lo había hecho en mi vida anterior. El aroma de su cuerpo bañado en sudor se grabó en mi memoria... sus gestos... su sonrisa... y más que cualquier otra cosa... sus ojos. El momento del encuentro en esta vida fue como dos imanes que se atraían mutuamente.

Enlaces entre familias espirituales y humanas

Como norma general, los miembros de un mismo grupo espiritual no retornan en sus siguientes encarnaciones como miembros de la misma familia genética humana. Esto significa que a diferencia de la tradición india americana, el alma de un abuelo generalmente no regresa al cuerpo de su nieto. Para las almas que buscan aprender lecciones frescas, resulta limitante e incluso redundante el hecho de retornar a cuerpos que poseen la misma información hereditaria, étnica, cultural y muy probablemente hasta el mismo ámbito geográfico que experimentaron en una vida pasada. Al encarnar en diferentes familias alrededor del mundo en cada vida, las almas son capaces de aprovechar la gran variedad de alternativas de cuerpos humanos. Esta variedad es la que da profundidad a nuestras encarnaciones en la Tierra.



En casos inusuales, nuestros guías pueden ser indulgentes con almas que tienen fuertes sentimientos acerca de asuntos kármicos inconclusos y que por ello desean retornar a la misma familia. Estas almas pueden recibir otra oportunidad por perjuicios recibidos o para corregir los daños causados a otros en la familia. Ellas pueden retornar como los hijos de una nueva generación, pero siempre dentro del tiempo de vida de aquellas personas que estuvieron involucradas con los eventos kármicos que requieren su atención. Deseo recalcar que los casos de reencarnación genética por motivos kármicos son muy raros. Es mucho más probable que el alma retorne a otra familia con asociación periférica a la familia de su anterior vida para remediar un daño severo. Sin embargo, ésta también sería una decisión muy poco convencional, especialmente en casos de almas lastimadas, porque podría conllevar venganza.




Aunque las almas generalmente no encarnan en la misma familia hereditaria que tuvieron en vidas pasadas, los miembros del mismo grupo espiritual usualmente escogen nuevas familias donde pueden estar juntos. Los miembros de los grupos espirituales tienden a estar asociados por lazos de sangre y proximidad geográfica. ¿Qué tipo de papel escogen? Estoy seguro que los lectores podrían sentarse y concluir cuáles de los miembros significativos de su familia, amigos, amantes e incluso simples conocidos serían candidatos para su propia familia espiritual.




Ruth aparece en el centro del diagrama y cada una de las líneas que conectan desde el centro hacia fuera representan la misma alma asumiendo diferentes roles familiares relacionados con Ruth desde el siglo XX y retrocediendo hasta el siglo XVIII. Podemos ver que el compañero espiritual primario de Ruth en esta vida es su esposo. En su vida anterior, esta alma fue su mejor amigo y en la anterior a ésta, fue su esposa (en el siglo XVIII Ruth fue un hombre). El compañero espiritual primario de Ruth tenía una aureola matizada de amarillo protector mientras que la aureola de Ruth es una mezcla de matices blancos y azules que indican claridad y amor por el aprendizaje. Estos compañeros espirituales primarios se han unido en forma regular durante unos 7.000 años desde su primera vida juntos.




Junto con las almas acompañantes en el grupo espiritual de Ruth, he mostrado dos almas asociadas, pertenecientes a grupos cercanos. Estas almas son los actuales padres de mi paciente. Los roles que jugaron en el siglo XIX fueron los de abuelos. En el siglo XVIII estas dos mismas almas fueron tíos de Ruth. La carta de Ruth representa la de un paciente típico. Cada grupo espiritual tiene sus propias variaciones sutiles en cuanto a preferencias familiares humanas. En la misma semana que atendí a Ruth, tuve un paciente extremadamente cercano a su madre. El alma de la madre fue miembro del grupo espiritual de mi paciente y fue su hermana en la vida anterior.




Los abuelos a menudo tienen gran influencia en nuestras vidas tempranas como confidentes sensatos. A menudo encuentro que los abuelos favoritos en esta vida fueron hermanos o un gran amigo en una vida pasada. La dinámica social del contacto humano íntimo es tan poderosa que en la mayoría de los casos, las almas juegan roles en nuestra vida así como nosotros en la de ellas, conllevan lecciones kármicas para el grupo. Cuando somos lastimados por alguien cercano o cuando causamos dolor, que resulta en una alineación o separación, es porque se han prestado como voluntarias para enseñarnos algún tipo de lección al tiempo que aprenden por sí mismas.








Estas lecciones preparan a ambas partes para relaciones futuras, como lo demostrará el caso 35.
Debo anotar que los roles periféricos en nuestras vidas, por cientos de almas asociadas de grupos cercanos, pueden continuar por generaciones. Por problemas de espacio no listé la totalidad de estas almas en la carta de la vida pasada de Ruth presentada en la figura 10. Un ejemplo de una alma asociada importante no incluida aquí es el de un alma llamada Zenda, quien fue la maestra favorita de Ruth en sexto grado. Descubrí que en el siglo pasado Zenda fue una vecina muy colaboradora. En el siglo XVIII, Zenda fue la propietaria de un negocio en el que trabajaba mi paciente. El diseño de red de la figura 10 es apropiado cuando consideramos todas las interrelaciones de las personas cuyas vidas están ligadas a la nuestra.




El perfil psicológico de los compañeros espirituales, las almas acompañantes y las asociadas en la vida actual y pasadas de un paciente instruye mucho cuando se encuentra detallado en una carta de tipo genealógico. En cada uno de los tres siglos pasados encontramos otro personaje principal en las vidas de Ruth; un miembro de un grupo espiritual asociado. No hubo espacio para ella en la figura 10. Esta alma, conocida como Ortier, asumió roles que involucraban personas celosas, impasibles y manipuladoras. Ella fue enviada para poner a prueba la naturaleza confiada de Ruth, de manera que pudiera aprender a recuperarse más rápidamente del dolor y a lidiarlo de manera más saludable. Aunque este personaje también demostraría buenas cualidades del temperamento humano, sus rasgos negativos eran una constante. En la vida presente de Ruth, Ortier es su suegra. En su vida anterior, esta alma representó a una amiga cercana que traicionó a Ruth. Hay evidencia de que los ciclos kármicos de Ortier asumiendo roles protagonistas en la vida de Ruth terminarán pronto.
Ruth es una persona cálida, apasionada y tierna. Su compañero espiritual primario posee estas cualidades, pero también es tenaz, decidido y brutalmente sincero. Muchas otras almas de la figura 10 son más bien reservadas y tranquilas, pero también tienen similitudes en su carácter perfeccionista y necio.




Un alma en el grupo es desprevenida, amistosa y más complaciente que las demás. Se trata del hermano de mi paciente, Andy en esta vida. Esta alma aceptó voluntariamente ser el esposo de Ruth en el siglo pasado para ocasionar un cambio en su marcha. En aquella vida, el compañero espiritual de Ruth eligió el rol de un amigo y se compenetraron tanto que llegaron a tener un romance que por poco destruye el matrimonio de Ruth y Andy. Ella finalmente razonó que Andy, una pareja inusual, era la persona que abría su mente relajadamente a una existencia más optimista, en la que aprendería a apreciar cada día, a contemplar la vida con humor y complementar su cálida naturaleza humana. Aunque Andy no era su gran amor, Ruth encontró tolerancia y diversión al tenerlo como esposo en el siglo XIX. Por su parte, su compañero espiritual superaba un nuevo reto al desposar a alguien con un temperamento más desafiante que el de Ruth.




No quiero dejar la impresión de que no casarse con el compañero espiritual signifique infelicidad. De hecho, he tenido pacientes que han alternado deliberadamente a sus parejas en una serie de vidas, con tres o cuatro almas de su círculo para asumir ciertos retos. Aunque las almas de Ruth y Andy sólo lo intentaron por primera vez hasta el siglo XIX, los resultados fueron positivos.

Reuniéndonos con almas que nos han lastimado

Ahora que tenemos una idea de los roles que los diferentes compañeros espirituales pueden desempeñar en nuestras vidas, deseo discutir un aspecto específico de estas relaciones que resulta de sumo interés para las personas. A menudo me preguntan qué se siente encontrar a un miembro de nuestro grupo espiritual que de alguna manera nos ha lastimado en la vida que acaba de terminar. El filósofo Heidegger dijo, "nadie diferente a nosotros puede saber cómo amamos o sufrimos". Esta máxima podrá ser verdad en la Tierra, pero no en el mundo del espíritu. Las almas tienen la capacidad de adentrarse en la mente de sus amigos y sentir lo que ellos sienten. Esto lo hacen con el fin de lograr empatía, entendimiento y evaluación del comportamiento disociador de cada uno en la vida anterior.




En el caso 35, he escogido a un hombre que tuvo un difícil comienzo en su vida pasada, con un padre abusador y tiránico que nunca estuvo satisfecho con lo que su hijo hacía. Para resumir, usaré los nombres terrenales de estos personajes, mi paciente se llamará Ray y su padre, Cari. Ray fue un muchacho lleno de conflictos que creció adoleciendo de autoestima y que posteriormente pasó su vida intentando vencer todos aquellos sentimientos negativos. Ray ocultó su sensibilidad de los demás levantando barreras a su alrededor para protegerse del mundo. Pero lo significativo de este caso es lo que sucedió cuando padre e hijo se encontraron de nuevo en el mundo del espíritu.




Nos centraremos en lo que Ray llamó "una sesión crítica y motiva-dora" con Cari. La primera escena comienza inocentemente con la usual bienvenida, por parte de los miembros del grupo espiritual, al alma que llega. Podemos guiarnos por la figura 3 en la página 79 donde presento un diagrama del grupo de almas como aparecerían en la mitad superior del reloj. Empleo la "técnica del reloj" con las almas que llegan para ayudarme a determinar la posición del alma a medida que mi paciente bajo hipnosis identifica a los miembros de su grupo espiritual.

Caso 35

Dr. N.: A medida que se acerca a estas almas, ¿cómo están organizadas ante usted?
P: Mmm... como medio círculo y yo estoy en el medio.
Dr. N.: Quiero imaginar que sus posiciones reflejan la cara de un reloj, con usted en el centro, donde se encuentran las manecillas del reloj. La persona frente a usted estaría a las doce en punto. Aquella a su izquierda se encuentra a las nueve en punto y a las tres en punto se encuentra aquella situada a su derecha. ¿Me hago entender?
P: Si, pero mi guía Ix-Ax está detrás de mí en estos momentos.
Dr. N.: Eso es normal en la primera reunión, Ray. Él estaría localizado entre las siete y las cinco en punto. Ahora dígame, ¿de qué dirección proviene la primera persona en acercarse a saludarlo?
P: Desde lejos a mi izquierda... las nueve en punto.

Nota: La primera persona en acercarse y darnos la bienvenida después de una vida siempre es un alma significativa.

Dr. N.: Eso está bien. ¿Esta alma parece masculina o femenina, o no parece tener genero?
P: (tiernamente) Es mi esposa, Marian. Dr. N.: ¿Y qué hace ella en estos momentos?
P: Toma mi rostro entre sus manos... me da un suave y gentil beso y luego abraza mi cabeza.

Cada espíritu tiene su propia forma de saludar al alma recién llegada. Después de Marian, la abuela de Ray le rodea completamente con su amorosa energía. Luego, su hija Ann se aproxima. Parte de su energía aun se encuentra en la Tierra porque su actual encarnación no ha finalizado. A pesar de esta reducción en su masa de energía, Ann saluda a Ray meciéndolo exuberantemente mientras ríe ante la reacción un poco incomoda de Ray.




A medida que nos movíamos en la dirección de las manecillas del reloj, percibí una creciente intranquilidad en mi paciente. Sospeché que un miembro importante del grupo aun no aparecía en el campo visual de Ray. A medida que nos acercábamos al final del círculo de almas el ánimo de Ray comenzó a cambiar cuando encontró lo que yo llamo "el síndrome de esconderse", el cual es causado por un alma que se oculta detrás de otra. Algunas veces esta situación es divertida, como el juego de las escondidas, pero no en esta ocasión.

Dr. N.: ¿Ya están todos?
P: (moviéndose incómodamente en su silla) No... veo una sombra detrás de mi tía Bess.
Dr. N.: (después de calmarlo y asegurarle de que todo está bien). Ray, cuénteme exactamente lo que sucede a continuación.
P: Veo un destello de luz. (reconociendo) Oh... es mi padre... Cari. Se está ocultando detrás de los demás. Quiere ser el último. Me está evitando. Está avergonzado de la situación, todos los abrazos, risas y emoción. Mi padre no parece estar participando del momento, (apesadumbrado) Tampoco yo.
Nota: Un poco más adelante en la sesión haré la transición al alma que fue Cari.
Dr. N.: Quiero que vaya al momento en que usted le habla a Cari. Procure dar detalles de cómo se desarrolla la conversación.
P: Pronto llegamos a eso... las críticas por lo que sucedió y el por qué... hablamos de nuestras actitudes y juicios. Marian y Ann están presentes, Cari sigue mortificado. Comienza por decir "fui demasiado severo como padre, sé que lo que planeamos se salió de nuestras manos. Esa vida... simplemente se me fue...".
Dr. N.: ¿Qué significa para usted que él lo admita?
P: (con sensación de revelación) El alma de Cari no es como el hombre abusivo y alcohólico que era mi padre... oh, veo algunas similitudes... pero su bondad innata fue anulada. No fue capaz de controlar las obsesiones de su cuerpo.
Dr. N.: Perdóneme Ray, pero ¿no está disculpando el comportamiento de Cari? Quiero decir, él también tenía lecciones por aprender, ¿no es así?
P: Bueno, él aceptó voluntariamente unirse a un cuerpo físico con disposición a explosiones emocionales. Además del plan de hacer las cosas deliberadamente difíciles para mí, Cari deseaba saber si podía moderar un cuerpo con tendencia a la violencia. La anterior vida de Cari había sido de excesos y él admite que esta última vida que vivimos juntos no funcionó bien. Él no hizo lo correcto, para ninguno de los dos.
Dr. N.: (presionando) ¿Aun no cree que Cari está justificando lo que le hizo como padre por el tipo de cuerpo violento que tenía?
P: No, eso no se hace aquí. Cari está explicando que me falló en muchas maneras, pero que aprendió de la vida y me pregunta si yo también lo hice (pausa).
Dr. N.: Por favor, continúe.
P: (un profundo suspiro) Puedo ver que toda su rabia ha desaparecido y me resulta extraño porque aun no me he acostumbrado a su verdadero ser... pero no me tomará mucho.
Dr. N.: Cuando usted considera todo esto, Ray, ¿qué inclinaciones negativas tiene el alma de Cari y qué refleja en sus encarnaciones?
P: Él sabe que es el deseo de controlar a las personas y las situaciones que le rodean. Su vida anterior, como mi padre, se alimentó de estas tendencias. Los dos tenemos problemas con las confrontaciones. Por eso trabajamos tan bien con Ann y Marian. Ellas parecen eliminar las frustraciones de la vida mucho más fácilmente que nosotros.
Dr. N.: Volvamos a las circunstancias que lo llevaron a la necesidad de estar bajo el control de un padre autoritario que estaba dispuesto a hacerle las cosas deliberadamente difíciles. Incluso si Cari no se hubiese excedido en su asignación, no entiendo por qué aceptó ser su hijo.
P: (risas) Para eso tendría que conocer a nuestro guía, Ix-Ax. Él utiliza el sentido del humor en lugar de los sermones. No nos presiona excesivamente con actitud autoritaria porque sabe que Cari y yo no reaccionamos positivamente ante una mano ruda. Ix-Ax nos empuja sutilmente, permitiéndonos que adquiramos nuestros propios conceptos a partir de nuestras percepciones, (pausa) Ix-Ax me deja creer que estoy haciendo lo que quiero y entonces hace un llamado a mi conciencia. Es un entrenador, no un director.
Dr. N.: Bueno, aprecio toda esa información que me brinda acerca de Ix-Ax, pero ¿cómo se relaciona todo esto con Cari y la fallida relación que tuvieron en la vida pasada?
P: (pacientemente) En mi vida anterior a la vivida con Cari como padre, fui un huérfano y adquirí algunos malos hábitos. Perdí mi identidad en ese cuerpo. Esta fue una llamada de atención.
Dr. N.: ¿En qué forma?
P: De niño no tuve una orientación. Mi madre había muerto y una niñez así puede fortalecer o destruir a una persona. El problema fue que... al crecer fuerte e independiente perdí mi interés por los demás. Establecí una existencia en la que tomaba cosas de la vida pero no brindaba mucho a cambio. Sentía como si las personas me debieran algo.
Dr. N.: ¿Tiene que ir a tales extremos? ¿Qué tal tener un padre amoroso en la vida que planeó con Cari para compensar la vivida como huérfano?
P: (se encoge) Muy fácil. Después de mi vida como huérfano, Ix-Ax me preguntó, "¿supongo que ahora estás listo para una vida en la que serás consentido por padres indulgentes?". Dije, "eso no suena nada mal". Entonces él agregó, "¿te parece si también eres hijo único de padres adinerados?". Nos divertimos por un rato asumiendo ese escenario y con Cari participando en la conversación con eventuales chistes acerca de ser mi padre, con mucho dinero para jugar en las carreras. Él amaba los caballos.
Dr. N.: ¿Entonces cómo llegaron usted y Cari a la decisión de tener una vida difícil juntos?
P: Ix-Ax nos conoce muy bien. He llegado muy lejos como para aceptar una situación fácil en la vida. Al final le pedimos que nos asignara juntos en un ambiente difícil.
Dr. N.: ¿No fueron las cosas de mal en peor, toda esa soledad y alineación en sus dos últimas vidas? Me pregunto si usted y Cari aprendieron algo de esa relación tan pobre que tuvieron como padre e hijo.
P: (pausa, se frota las manos mientras piensa) Sí y no. Es verdad que dejé que la alineación en ambas vidas sirviera como excusa para mostrar un verdadero progreso, pero por lo menos en mi última vida mi padre no me abandonó. Me fue mejor con los abusos de Cari que con el abandono total que sufrí cuando fui huérfano, en la vida anterior a la de Cari.
Dr. N.: Eso no es mucho respaldo. ¿Fue el alma de Cari su padre en la vida como huérfano?
P:No.
Dr. N.: ¿Cuál fue la lección más importante de las dos últimas
vidas?
P: Mantener mi identidad sin importar la adversidad. Esto me hará un alma más fuerte.
Dr. N.: Estoy seguro de eso, Ray. Pienso que usted podría considerar apaciguarse de vez en cuando y tener vidas más fáciles para cambiar el ritmo de sus existencias. ¿No suena bien detenerse para recuperar el aliento y construir bases más fuertes para retener la identidad en cuerpos por venir?
P: (claramente alterado por mi sugerencia) ¡No! Le dije que puedo hacer esto y Ix-Ax lo sabe. Mi fuerza es la perseverancia para luchar contra la adversidad. Mi vida con Cari fue una prueba de recuperación de la vida anterior y no fue un fracaso para mí. (enérgicamente) Aprendí mucho para la siguiente vida y se lo hago saber a Cari para que se sienta mejor.
Dr. N.: ¿Cómo hacen ustedes dos para llegar a este tipo de decisión en el mundo del espíritu?
P: (en tono más suave y contemplativo) Cuando estamos solos acordamos intercambiar la energía de nuestros pensamientos y todas las memorias de esa vida juntos.
Dr. N.: ¿Es este el intercambio mental del que he escuchado hablar?
P: Si, cada partícula de mi identidad como hijo de Cari en aquella vida es transferida a Cari al tiempo que él proyecta en mí todos sus recuerdos como padre. Es muy subjetivo y eso es bueno. En mi grupo lo llamamos pasar la copa de las penas.
Dr. N.: ¿Es cada una de las perspectivas totalmente honesta? P: Aquí no puede haber decepción. Dr. N.: ¿Tarda mucho este intercambio?
P: No, la transferencia es breve pero completa. Así conocemos todos los intentos y cargas, el dolor y la rabia, los motivos desde la perspectiva de la otra persona porque es como estar dentro de su antiguo cuerpo. Nos convertimos en la otra persona.
Dr. N.: ¿Este intercambio mental conlleva perdón?
P: Es mucho más que eso. Es una fusión indescriptible de las dos mentes. Ambos experimentamos las circunstancias que llevaron al otro a tomar ciertas decisiones. Puedo sentir la falta de realización de Cari y él la mía. Una vez que el intercambio se ha hecho, nos ha llegado tan profundo que el perdón se hace innecesario. Nos auto perdonamos y luego nos sanamos mutuamente. La comprensión es absoluta. Lo intentaremos de nuevo en una vida diferente hasta que lo logremos.

Siguiendo el desconcierto inicial en el mundo del espíritu, después de sus vidas juntos, Ray y Cari se relajaron de nuevo en su grupo espiritual. Esto significa que la conducta de Cari fue exonerada rápidamente. Durante la revisión y evaluación de su vida, antes de encontrarse con Ray, Cari tenía conocimiento del excesivo dolor que causó en Ray. Aquí hay dos fuerzas actuando. La primera es el dominio potencial del carácter del alma por parte de los atributos biofísicos del cuerpo anfitrión, junto con los efectos de la influencia de un ambiente determinado. El segundo factor es el papel que fue asignado a cada uno para desempeñar en la corriente de la causalidad kármica.
Cada vida es como un pedazo de tela que hace parte del tapiz de nuestra existencia. Si un amigo o miembro de nuestra familia es difícil, falto de compromiso o quizás débil y emocionalmente distante con relación a nosotros, sólo estamos viendo la parte externa del carácter completo de esa alma. Todas las asignaciones de roles en la vida tienen un propósito. Si se ha crecido con padres particularmente difíciles, como le sucedió a Ray con Cari, uno se pregunta: ¿Qué he aprendido de esta persona que no sabría si nunca hubiese estado en mi vida?
En su vida actual, Ray ha tenido dificultades con la dependencia a químicos y un comportamiento obsesivo, pero aun hoy, a sus 45 años, busca dentro de sus recursos internos para cambiar las cosas. De lo que me ha contado Ray, ponerse en contacto con su verdadera identidad espiritual durante nuestras sesiones le ha sido muy útil. El alma de Cari ahora es el hermano mayor de mi paciente y su relación no fue muy fácil durante la adolescencia. Muchos de los mismos patrones en la relación están presentes hoy como en el pasado, pero aun así, estas dos almas han estado mucho más unidas la una a la otra como hermanos que como lo fueron como padre e hijo.
Al no enterrar recuerdos dolorosos en esta vida, el alma de Ray vive en un cuerpo mentalmente más sano. Esta vez el alma de Ann, un personaje principal, es la madre de Ray en lugar de su hija. Ella da una dimensión generacional diferente a su vida actual. Gershen Kaufman ha dicho que "la vergüenza es una especie de asesinato del alma". Uno de los problemas que Ray tiene que enfrentar es el manejo de la vergüenza. La vergüenza conlleva un adormecimiento de nuestras mentes porque se manifiesta en sentimientos de no aceptación, de no calidad humana y de invalidez. Puede ser tan poderosa como para anular cualquier progreso en el alma humana que la padece. Sin embargo, Ray es un alma inusualmente determinada que como hemos visto no cederá ante estas vidas difíciles por un descanso ocasional. Se hace más fuerte con cada vida difícil. El caso 35 presenta dos almas que continuamente solicitan cuerpos que desafíen su debilidad de carácter. Tanto Ray como Cari son almas que caen en hábitos adictivos ante ciertos tipos de química corporal. ¿Por qué continúan pidiendo este tipo de cuerpos? Lo hacen por practicar. Cualquier comportamiento obsesivo de estado de ánimo variable es un desafío y Ray está decidido a dominarlo antes de seguir adelante. Sé que esta alma está progresando. Después de dos matrimonios fallidos, Ray me contó que había conocido a la mujer de sus sueños, pero tenía que estar libre de las drogas y el alcohol para realmente apreciarla. Supimos que aquella mujer destinada a ser su esposa es el alma de Marian.
Una última palabra sobre el síndrome "de esconderse", donde un alma que retorna al mundo del espíritu puede no ver claramente a un miembro del grupo. Cuando esto le sucede a alguien en mi oficina puede ser que el alma que se está ocultando de la conciencia de mi paciente va a tener un profundo impacto en el futuro. Recuerdo una joven viuda que vino a verme mientras aun sufría la pérdida reciente de su esposo. Habíamos revisado todos los miembros de su grupo espiritual, incluyendo el alma recién ida de su esposo. Él la abrazó en una escena emocional en la que le pidió ser fuerte y le garantizó que todo saldría bien. Luego ella dijo, "Ah, hay alguien más. Una figura oscura, agachándose detrás de los demás. Oh, es el alma de mi futuro esposo, estoy segura de eso, pero aun no nos hemos conocido en esta vida. Se supone que no debo saber quién es en estos momentos porque estropearía la espontaneidad de nuestro encuentro".

Extracto del libro:
El destino de las almas
Michael newton