El Tiempo es una paradoja, que viaja de un "pasado" a un "futuro" sin existencia alguna excepto en nuestras propias mentes.
La idea del tiempo es un convenio del pensamiento y del lenguaje, un acuerdo social.
La Verdad más profunda: Es que sólo tenemos este momento.
Vivamos intensamente el aquí y el ahora
En un momento del descenso, el maestro se paro frente a mí, me miro a los ojos fijamente y me pregunto:
¿Has considerado alguna vez que el tiempo es una paradoja?
No puedo decir que lo haya hecho. No desde que leí mi último libro sobre el tiempo.
Su voz de nuevo resonó en mi mente: El tiempo se comprende entre un pasado y un futuro que no tienen ninguna realidad objetiva. El Tiempo es una convención de pensamiento y lenguaje, un acuerdo social. En otras palabras, ¿el tiempo sólo existe porque decimos que existe? Dije.
En ese momento nos paramos y buscamos asiento, la noche nos había alcanzado con su oscuridad, así que nos dispusimos a encender una pequeña hoguera, mientras seguíamos hablando sobre la Ley de la Presencia.
Exactamente, susurró. El tiempo es como una película de la vida que consta de diferentes montajes que pasan ante una lente. Cada montaje es donde tú existes, en un momento actual, pero los montajes parecen moverse. Puedes proyectar tu mente en lo que llamamos el pasado o el futuro, pero no puedes vivir en ningún otro momento que no sea el presente.
La idea del tiempo es un convenio del pensamiento y del lenguaje, un acuerdo social.
La Verdad más profunda: Es que sólo tenemos este momento.
Vivamos intensamente el aquí y el ahora
En un momento del descenso, el maestro se paro frente a mí, me miro a los ojos fijamente y me pregunto:
¿Has considerado alguna vez que el tiempo es una paradoja?
No puedo decir que lo haya hecho. No desde que leí mi último libro sobre el tiempo.
Su voz de nuevo resonó en mi mente: El tiempo se comprende entre un pasado y un futuro que no tienen ninguna realidad objetiva. El Tiempo es una convención de pensamiento y lenguaje, un acuerdo social. En otras palabras, ¿el tiempo sólo existe porque decimos que existe? Dije.
En ese momento nos paramos y buscamos asiento, la noche nos había alcanzado con su oscuridad, así que nos dispusimos a encender una pequeña hoguera, mientras seguíamos hablando sobre la Ley de la Presencia.
Exactamente, susurró. El tiempo es como una película de la vida que consta de diferentes montajes que pasan ante una lente. Cada montaje es donde tú existes, en un momento actual, pero los montajes parecen moverse. Puedes proyectar tu mente en lo que llamamos el pasado o el futuro, pero no puedes vivir en ningún otro momento que no sea el presente.
Consideré lo que había dicho. Sobre la Ley de la Presencia y el maestro me dijo, Yo tengo presencia por que estoy presente aquí y ahora, ¿puedes tu decir lo mismo?
¿Yo? Bueno sí, algunas veces siento como si estuviese aquí y otras veces me parece estar muy lejos.
Mientras me había estado intentando explicar, el se había girado hacia otras cosa más importantes, como observar a una mariposa nocturna sobre la luz del fuego.
Como si no hubiera dicho nada relevante, el continuó. Lo que has hecho esta mañana o ayer o el año pasado se ha desvanecido ahora, no existe excepto en tu mente. Lo que ha de venir es sólo un sueño. Sólo tenemos este momento, ¿lo ves?
¡Lo veo! dije, no seguro del todo de lo que veía.
Todavía no he acabado. ¿Te das cuenta que tus sensaciones sobre el pasado son sólo un rayo de impresiones y memorias ocurriendo en el presente? Los arrepentimientos del pasado son impresiones presentes ocurriendo ahora. Las ansiedades sobre el futuro no tienen ninguna realidad excepto en tu mente, en este momento, como imágenes, sonidos y sentimientos. En otras palabras, el pasado y el futuro están pasando ahora mientras tú los creas.
En un intento de conseguir algo de dignidad, dije, "Sí, esta Ley de la Presencia parece bastante abstracta.
El tiempo es abstracto, replicó él. De todas formas, puedes practicar la Ley de la
Presencia de diferentes formas para despejar arrepentimientos, preocupaciones, o confusiones. Tu habilidad para volver a enfocar tu atención de nuevo en el presente va aumentando con la práctica. Algún día, quizás seas capaz de vivir en el presente como yo lo hago, con naturalidad.
Demasiado, pensé. El maestro tiene razón
¡Hollaaa!" oí al maestro, devolviéndome al presente. ¿Entiendes que la Ley de presencia puede cambia tu vida para siempre? Para siempre, y por supuesto, desde ahora mismo.
Ya conozco el valor de vivir en el presente, contesté.
Saber y hacer no son necesariamente la misma cosa, especialmente en tu caso, dijo alegremente. Cuando tienes un problema, implica algo pasado o futuro. Tú mantienes los problemas vivos en tu mente en el presente poniendo tu atención y energía, dejándolos vivir sin alquiler en tu cabeza. Yo, en cambio, no les doy mi tiempo. La vida es demasiado corta, dijo con finalidad.
Bueno, bien, replique incomodo, el maestro, ¿ha acabado?
Ni mucho menos. No hasta que verdaderamente hayas entendido que el pasado y el futuro no son mas que un mal hábito de tu mente – si de tu mente-. Las preocupaciones sobre el pasado y el futuro son como las ilusiones de un hombre loco que oye voces o ve criaturas, que en realidad existen sólo en su imaginación.
Pero, continuó, cuanto mas te vas dando cuenta de lo que haces contigo mismo, en mejores condiciones estas de corregir este hábito como cualquier otro, recordando y aplicando la Ley de la Presencia. Sinceramente espero que aprecies la Ley de la Presencia y el tiempo que me he pasado explicándotela. Sin esperar mi respuesta, el continuó: La presencia es como una máquina del tiempo que se enciende en la mente, liberándote de la ansiedad, y dando vía a una nueva forma de vivir.
Como he dicho para poder tener presencia, has de estar presente y ser consciente de dónde estás y en qué momento estás. La presencia te enseña que lo que haces hoy es importante, porque estás intercambiando un día de tu vida. Por tanto, deja que esta ley deje tu mente clara de recuerdos innecesarios y te devuelva a un estado de claridad, simplicidad y paz interior.
Y no olvides que no importa como de reales y convincentes sean tus pensamientos, siempre puedes llamar a las puertas de la Ley de la Presencia, recordándote a ti mismo que sólo el ahora existe, que sólo el ahora es real. Si lo haces como un acto de reverencia, haciendo cada momento único, vuelves a aquel lugar de paz interior del que realmente provienes y donde todo está bien.
Ten siempre presente que si quieres cambiar algo, solo lo podrás hacer en el presente, en el aquí y el ahora.
Acoge con amor este momento, pon un pie delante del otro, y siente todo lo que está ante ti. Porque no importa por dónde divague tu mente, tu cuerpo siempre permanece aquí y ahora. Cuando sientas ansiedad, pon tu mente a descansar en el presente. Respira profundamente, y vuelve al aquí y al ahora.
¿Yo? Bueno sí, algunas veces siento como si estuviese aquí y otras veces me parece estar muy lejos.
Mientras me había estado intentando explicar, el se había girado hacia otras cosa más importantes, como observar a una mariposa nocturna sobre la luz del fuego.
Como si no hubiera dicho nada relevante, el continuó. Lo que has hecho esta mañana o ayer o el año pasado se ha desvanecido ahora, no existe excepto en tu mente. Lo que ha de venir es sólo un sueño. Sólo tenemos este momento, ¿lo ves?
¡Lo veo! dije, no seguro del todo de lo que veía.
Todavía no he acabado. ¿Te das cuenta que tus sensaciones sobre el pasado son sólo un rayo de impresiones y memorias ocurriendo en el presente? Los arrepentimientos del pasado son impresiones presentes ocurriendo ahora. Las ansiedades sobre el futuro no tienen ninguna realidad excepto en tu mente, en este momento, como imágenes, sonidos y sentimientos. En otras palabras, el pasado y el futuro están pasando ahora mientras tú los creas.
En un intento de conseguir algo de dignidad, dije, "Sí, esta Ley de la Presencia parece bastante abstracta.
El tiempo es abstracto, replicó él. De todas formas, puedes practicar la Ley de la
Presencia de diferentes formas para despejar arrepentimientos, preocupaciones, o confusiones. Tu habilidad para volver a enfocar tu atención de nuevo en el presente va aumentando con la práctica. Algún día, quizás seas capaz de vivir en el presente como yo lo hago, con naturalidad.
Demasiado, pensé. El maestro tiene razón
¡Hollaaa!" oí al maestro, devolviéndome al presente. ¿Entiendes que la Ley de presencia puede cambia tu vida para siempre? Para siempre, y por supuesto, desde ahora mismo.
Ya conozco el valor de vivir en el presente, contesté.
Saber y hacer no son necesariamente la misma cosa, especialmente en tu caso, dijo alegremente. Cuando tienes un problema, implica algo pasado o futuro. Tú mantienes los problemas vivos en tu mente en el presente poniendo tu atención y energía, dejándolos vivir sin alquiler en tu cabeza. Yo, en cambio, no les doy mi tiempo. La vida es demasiado corta, dijo con finalidad.
Bueno, bien, replique incomodo, el maestro, ¿ha acabado?
Ni mucho menos. No hasta que verdaderamente hayas entendido que el pasado y el futuro no son mas que un mal hábito de tu mente – si de tu mente-. Las preocupaciones sobre el pasado y el futuro son como las ilusiones de un hombre loco que oye voces o ve criaturas, que en realidad existen sólo en su imaginación.
Pero, continuó, cuanto mas te vas dando cuenta de lo que haces contigo mismo, en mejores condiciones estas de corregir este hábito como cualquier otro, recordando y aplicando la Ley de la Presencia. Sinceramente espero que aprecies la Ley de la Presencia y el tiempo que me he pasado explicándotela. Sin esperar mi respuesta, el continuó: La presencia es como una máquina del tiempo que se enciende en la mente, liberándote de la ansiedad, y dando vía a una nueva forma de vivir.
Como he dicho para poder tener presencia, has de estar presente y ser consciente de dónde estás y en qué momento estás. La presencia te enseña que lo que haces hoy es importante, porque estás intercambiando un día de tu vida. Por tanto, deja que esta ley deje tu mente clara de recuerdos innecesarios y te devuelva a un estado de claridad, simplicidad y paz interior.
Y no olvides que no importa como de reales y convincentes sean tus pensamientos, siempre puedes llamar a las puertas de la Ley de la Presencia, recordándote a ti mismo que sólo el ahora existe, que sólo el ahora es real. Si lo haces como un acto de reverencia, haciendo cada momento único, vuelves a aquel lugar de paz interior del que realmente provienes y donde todo está bien.
Ten siempre presente que si quieres cambiar algo, solo lo podrás hacer en el presente, en el aquí y el ahora.
Acoge con amor este momento, pon un pie delante del otro, y siente todo lo que está ante ti. Porque no importa por dónde divague tu mente, tu cuerpo siempre permanece aquí y ahora. Cuando sientas ansiedad, pon tu mente a descansar en el presente. Respira profundamente, y vuelve al aquí y al ahora.
EXTRACTO DEL LIBRO:
ELCONOCIMIENTO ESPIRITUAL
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