EL MIEDO
Que es el miedo es una emoción , un sentimiento que va unido a todos nosotros , algo que no podemos cambiar y que en ocasiones nos es muy útil pues nos preserva de peligros y situaciones difíciles, pero en otras ocasiones nos paraliza nos impide disfrutar de nuestro libre albedrío nos impide nuestro crecimiento y aprendizaje, tan necesarios para nuestra evolución.
Es algo tan inherente en nosotros que no podemos obviarlo, pero si podemos aceptarlo, fluir con el y así, podremos controlarlo, y para eso hay una barita mágica, que es el conocimiento, el saber, el darnos cuenta de lo que hay, de lo que esta pasando, en concreto de descubrir quienes somos, el porque y el para que de nuestra existencia.
EL MIEDO A LA MUERTE
El porqué de ese miedo ,si preguntara hay alguna persona aquí presente que no tiene miedo a morir o al momento de la muerte o a aquello que conlleva todo lo referente a ese tema quizás, no encontrase muchos “no” y en cambio muchos “si”, otra pregunta ¿nos interesamos por ese tema? , ¿solemos hablar sobre la muerte? aquí puede que hubiera mas si, pero mi opinión es que casi siempre se habla de ella cuando de alguna manera se ha cruzado en nuestras vidas, enfermedades terminales, muerte de algún familiar o amigo.
No creen ustedes que lo lógico seria tratar el tema de la muerte desde la reflexión y objetividad sin dolor ni victimismo puesto que es algo que sabemos que nos va a ocurrir tarde o temprano.
Cuando somos conscientes de las cosas cuando sabemos, conocemos nos informamos y estudiamos somos capaces de entender, creo que esa es la palabra clave entender , entender el porque y el para que de la muerte y eso es lo que con esta pequeña charla y con el conjunto de todas las de mis compañeros intentaremos dar respuestas.
Una cosa esta clara la respuesta personal ante la muerte dependerá de muchos factores, entre los que destaca la edad, la cultura el tipo de creencias que se tenga y el nivel de apego debemos tener en cuenta si la perdía a sido lenta rápida o violenta así como las experiencias que hayamos tenido antes y el grado de apoyo y comprensión que podamos recibir por parte de quienes nos rodean.
Aunque la generalización es inadecuada, es común que ante cualquier tipo de perdida presentemos una pequeña o gran conmoción que nos llevara, instantes y a veces hasta algunos días a un estado de embotamiento sensorial ese estado se entiende como una anestesia emocional que nos impide reaccionar ya que el impacto de lo ocurrido nos impide actuar.
Por lo general este estado viene acompañado por un sentimiento de negación por lo que uno intentara alejarse de lo ocurrido.
Posteriormente pasamos a un periodo de búsqueda del ser perdido o por lo menos el deseo de encontrarlo, donde aun prima la confusión así como Tb. la rabia y la actitud de rebeldía comió medio de aliviar el dolor,
Continuando con la secuencia establecida, nos debe llegar la tristeza que es el estado característica del duelo cuando nos damos cuenta de la situación y sufrimos abiertamente el dolor de lo que ha pasado.
A veces si la tristeza es muy intensa nos puede conducir a la depresión en todo caso el último estadio es el de la aceptación. Pero si nos limitamos a transitar por estos estados no elaboraremos completamente el duelo sino que nos encallaremos en una actitud de victima indefensa de los hechos o viviremos la vida con amargura.
Para aceptar la muerte ya sea propia o de un ser querido o que incluso no conozcamos pero que nos afecta de alguna manera la estrategia esencial es darse el tiempo necesario sin importar cuanto sea y también concederse el permiso de ser auténticos sin tener que fingir o aparentar lo que no se siente estos deberían ser los ejes centrales en el proceso para lograr la recuperación necesaria o la aceptación del proceso anterior al desenlace.
Una recuperación que consistirá en encontrar el sentido de la vida nuevamente y si nunca existió, entonces acceder a el por primera vez.
Como conseguirlo
Aceptar esta tarea es vital ya que nos sitúa en la realidad al aceptar la muerte solemos hacerlo a nivel mental pero hay que aceptar la irreversibilidad del hecho a través de los sentimientos, ante los sucesos la mente puede entender el hecho en si, pero podemos comportarnos en nuestros actos cotidianos como si no fuera cierto.
Aunque nos genere dolor si deseamos lo contrario mientras no demostremos que aceptamos lo ocurrido con nuestros pensamientos sentimientos y acciones y guardemos una falsa expectativa de que todo va a cambiar viviremos una fantasía que solo prolongara el, despertar del dolor es natural un tiempo de negación pero su prolongación es contraproducente, aceptar los hechos es dolorosos pero es el camino que necesitamos recorrer para calmar el dolor.
Liberar las emociones y sentimientos que acompañaba tanto la perdida de un ser como la propia muerte, la compañía el apoyo de los cercanos y la expresión de los sentimientos mas profundos son el analgésico deseado que nos quita el dolor del alma liberar los sentimientos es la manera de que saquemos el dolor y todo lo que este conlleva La compañía y la escucha desinteresada y comprensiva de otros permitirán la superación gradual de la situación.
Capacitarse para desenvolverse con la propia situación o sin el ser perdido
Esta tercera tarea que debemos llevar a cabo consiste en aprender de nuevo a vivir a pesar de no contar con la persona o sabiendo de nuestra muerte próxima capacitarnos para solucionar los problemas que surgen de la carencia de aquello que perdimos o que vamos a perder , lo lograremos gradualmente cuando volvamos a llenar en nuestro interior los espacios que quedan vacíos ante nuestra ausencia obligado nuestra o del ser querido , no se trata de un reemplazo Sin mas bien de una adaptación a la nueva realidad que ahora tenemos.
Volverse a motivar por la vida y los vivos, los seres humanos que aceptamos la muerte como un proceso de la vida aprendemos a vivir mas intensamente el presente y a disfrutar de los momentos buenos , de este modo se soporta mejor las situaciones desagradables y se llega a tener una conciencia mas plena de nuestros actos porque quien acepta su propia muerte y la de los demás obtiene la lección del desapego por lo tanto quizás la enseñanza sea no buscar nada en la vida que no estemos dispuestos a perder posteriormente.
Es una colaboración de: A.A.M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario