PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

sábado, 19 de febrero de 2011

¿QUÉ DIFÍCIL ES DECIR ADIÓS?.........CUANDO SANGRA EL CORAZÓN


A pesar de saber los procesos de la muerte, a pesar de saber que tenía que ocurrir, a pesar de haberte preparado, nada de esto sirve cuando llega el momento de hacerlo, el corazón domina a la razón, todo tu conocimiento queda sumergido bajo el torrente de afectos y emociones del momento y se produce dentro de ti un silencio profundo.


Por eso cuando te llaman al lecho de muerte de tu ser querido, no sabes qué decir. Pero sabes que tienes que decir algo, tus ojos se nublan, tu garganta no responde, sientes que te falta el aire y tu estomago tiene un nudo que le oprime.

Tu mente descarga imágenes a una velocidad que difícilmente puedes controlar, momentos felices, recuerdos importantes y tu corazón se encoge y llora.

Ella han llegado al final de su vida y tiene solamente una cosa más por hacer: morir. Es algo que debe hacer sola, aun que esta rodeada de seres queridos
Nadie tiene experiencia previa en morir (nadie recuerda las otras veces que ha muerto).

Sin embargo, es algo que se tiene que hacer. Lo va a hacer ya sea mal o bien, valientemente o no, de manera resuelta o cobarde, pero lo hará. Como todos, ELLA ha sabido desde hace tiempo que tendrá que hacerlo. Ha pensado con frecuencia en ello. Ha rezado constantemente para tener valor, porque morir bien requiere un gran valor, aun a pesar de conocer todos los procesos de la muerte como los conoce ella.

Tú estás sin habla. Sabes que hay algo por decir, y no estás seguro de qué es. Las enfermeras susurran: “qué bueno que haya venido”.

Ellas han hecho su parte. Las enfermeras y los médicos saben que ahora debes hacer algo que ellos no pueden. Tienes que decir algo al ser querido que está muriendo.

¿Qué debes decir? Debes decir algo que el lenguaje no puede expresar, algo que no está dentro de los recursos del discurso común.

Cualquier cosa que viene a la mente suena fácil e insuficiente, vacía y absurda. Piensas para ti mismo: “tal vez no tengo la capacidad. No puedo pensar en algo correcto porque no tengo experiencia en este tipo de situación”.

Terminarás diciendo algo como: “Estarás bien. Todo estará bien”. Entonces te sientes estúpido porque sabes que no estará bien, y también lo sabe ella. ELLA sabe que se está muriendo, y de algún modo, es más valiente que tú mismo. Pero no te reprocha lo que has dicho.

Tal vez, al final, no importa lo que digas, sino lo que verdaderamente tiene valor es que tu mano estaba en la de ella cuando murió, y la calidez de tu voz se unió a su respiración cuando exhaló su último respiro. Y que la luz de tus ojos se encontró con la de sus ojos en la esa última mirada antes de partir.

Y pides desde lo más profundo de tu ser, tener fuerzas suficientes desde el amor que sientes hacia ella, para poderle decir la única cosa que una persona puede decirle a alguien que está muriendo, a una persona cuya muerte es inevitable. Decirle: “Te amo. Si no puedes resistir, si estás demasiado cansada, si estás muy lastimada, si sientes demasiado dolor, puedes dejarte ir. Yo estaré bien. Mi vida se verá inexorablemente disminuida, pero seguiré hasta que sea mi momento de unirme a ti”.

¿Qué podemos aprender de esto?

Primero, que cuando eres llamado a un lecho de muerte, debes acudir. De otra manera, vives el resto de tu vida con certeza de que no estuviste ahí. Parte de ti sentirá culpa y otra parte sentirá alivio, pero vivirás el resto de tu vida con el conocimiento de no haberte encontrado ahí. Por lo que, si eres llamado, debes acudir.

Segundo, lo único que puedes hacer por un ser amado en el límite de su vida es extender una mano, ofrecer un beso, compartir un suspiro y decir algo que dé permiso a tu ser amado para liberarse.

Y tercero, que en realidad nadie muere realmente solo, porque alguien más está ahí.

No sabría decir qué o quién hay al otro lado, si su guía espiritual, los amigos y familiares que la precedieron, pero sí que se acercan a buscar al que parte, y que los que estamos a su lado, los sentimos llegar y llevarse amorosamente a nuestro ser querido.

3 comentarios:

  1. Aquel que ama nunca está solo, a pesar de vivir en un desierto, o ser un ermitaño en la montaña, o un marinero en alta mar; el que ama nunca está solo...
    Los espíritas que la conocimos, que compartimos momentos con ella, sabemos el valor de su separación, de tu separación; intentamos comprender el abismo que se abre a nuestros pies y que tan solo el amor nos puede ayudar a cruzar.
    Ella tiene tanto amor que cruzará ese abismo tantas veces como sea necesario para estar a tu lado, no lo dudes.

    Jesucristo en su evangelio
    Escribió con letras de oro,
    No permitas que el amor
    No forme parte de tu vida
    Y así el amor nos convierte en luz.

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  2. https://m.facebook.com/groups/545133445621468?view=permalink&id=767876726680471

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  3. https://m.facebook.com/groups/545133445621468?view=permalink&id=767876726680471

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