PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD SINO EN TU PROPIO CORAZÓN?

lunes, 23 de enero de 2012

VIVE CON TUS MUERTOS QUE VIVEN!

CUANDO MUERAN

CUANDO HAYAS TERMINADO
DE DESPEDIRLOS CON DOLOR,
PORQUE SE FUERON,
COMENZARÁS A RECUPERARLOS
CON AMOR,
PORQUE VIVEN;
Y TAL VEZ, DE OTRA MANERA,
ESTÉN MÁS CERCA TUYO,
QUE ANTES DE SU PARTIDA.

PORQUE EL AMOR
ES MÄS FUERTE
QUE LA MUERTE,
Y PARA EL CORAZÓN QUE AMA
NO CUENTAN LAS DISTANCIAS,
PORQUE EL AMOR ESTÁ
DONDE ESTÁ LO QUE SE AMA.

SI AFIRMAS QUE TODO
SE ACABA CON LA MUERTE,
AUNQUE CREO EN TU HONESTIDAD
CUANDO LO DICES,
PERDÓNAME,
PERO ME CUESTA ACEPTAR
QUE TÚ LO CREAS DE VERDAD.

MÁS BIEN SOSPECHO QUE,
RESENTIDO E IMPOTENTE
ANTE EL DESAFÍO DE LA MUERTE,
TRATAS DE NO PENSARLO,
PARA VIVIR COMO SI TÚ
NUNCA FUERAS A MORIR.

PORQUE NO LOGRO COMPRENDER
CÓMO PUEDES AMAR
Y VIVIR EN LA ALEGRÍA,
PENSANDO QUE TODO
TERMINARÁ EN NADA.

En el silencio solitario de una cabaña, oculta entre la tupida arboleda, el Maestro conversaba con tres discípulos.

- Hoy vamos a meditar sobre la realidad de la muerte. Quiero comenzar sabiendo qué es para cada uno de ustedes... Tómense su tiempo...

Después de un momento de hondo silencio, surgieron las respuestas.

- Para mí, la muerte no existe. Yo no pienso en ella - dijo el primero.

- La muerte es el final de todo... Y todo acaba con ella - afirmó el segundo.
- La muerte es un cambio en el modo de vivir... Es el final de esta etapa y el comienzo de otra, que es eterna - finalizó el tercero.

El Maestro permaneció callado largo rato, como dándoles tiempo a sus discípulos para que rumiaran el sentido de sus respuestas. Con una rama seca trazaba enigmáticas figuras sobre el piso de tierra. Y al final se dirigió al primero, diciendo:

- Un hombre decidió explorar la espesura de la selva. Un amigo le advirtió: "Cuídate del león. Mira que puede sorprenderte y atacarte".

El explorador se fue internando sigilosamente hacia el corazón enmarañado de la selva. El temor de verse enfrentado con el león le quitaba la paz, llenándolo de pánico. Y decidió aliviarse, diciéndose a sí mismo: "El león no existe".

Unas horas después oyó voces o ruidos extraños. "¡El león!", le gritó su pensamiento. Pero el hombre se tranquilizó al instante. "No. ¡El león no existe!" Y siguió su camino. Los rugidos se oyeron más claros y cercanos. Pero el hombre se repetía: "El león no existe".
Como el explorador no regresó a su aldea, los amigos salieron a buscarlo. Y regresaron con sus ropas hechas jirones.

El Maestro respiró profundamente y guardó silencio. El discípulo lo miraba atento, como esperando que continuara su relato. Pero el Maestro se limitó a mirarlo preguntando:

- ¿Comprendes?
- Creo que sí - fue la respuesta vacilante del discípulo.

- El león no deja de estar acechando en la selva, porque tú lo niegues. Más vale pregúntate cómo lo encararás, cuando te ataque - concluyó el Maestro. Luego echó una mirada hacia
lo alto, como buscando algo, para después mirar a los otros dos discípulos.
-Dos caminantes se encontraron en un cruce de caminos - comenzó diciéndoles. Fatigados por lo andado, se sentaron ambos a la sombra de un árbol para descansar. Sacaron de sus alforjas sus provisiones y
compartieron una frugal comida. Mientras comían, el primero preguntó al otro:

- ¿Hacia dónde vas?
- Voy hacia el puente final.
- ¿Y para qué?
- ¡Hombre! - respondió con impaciencia el segundo - voy para caminar. Yo disfruto del camino, hasta que se acabe. ¿Y tú?

-Yo voy al mismo lugar que tú, me dirijo al puente final. Pero no voy como tú, para caminar... , ¡yo voy para llegar!

- ¿Y cuál es la diferencia, si ambos caminamos y ambos vamos hacia el puente final?
El interpelado vaciló un instante y respondió con una pregunta:

- ¿Y qué harás tú cuando llegues al puente final?

-¡Nada! Porque me han dicho que cuando se llega hasta él, termina el camino y desaparece el caminante.
Acaso tú, ¿esperas encontrar algo distinto?

-¡Sí!, mi amigo - concluyó el segundo. Yo camino hasta el puente final, donde muere esta senda. Pero espero pasar a la otra orilla, donde nace otro Camino, que nunca se acaba, y se recorre con dicha y sin fatigas...
Y aquí concluyó el Maestro su relato.

En silencio trazó con su rama sobre la tierra un camino estrecho, que llegaba hasta un puente y en la orilla opuesta trazó una ancha avenida, que se prolongaba indefinidamente.

LOS DISCÍPULOS AGUARDARON SILENCIOSOS Y RECOGIDOS, CON LA SEGURIDAD DE QUE EL MAESTRO CERRARÍA SU RELATO CON ALGUNA REFLEXIÓN. Y LE ESCUCHARON DECIR:

- EN EL CAMINO DE LA VIDA, ALGUNOS CAMINAN PARA CAMINAR, Y OTROS CAMINAN PARA LLEGAR... ALGUNOS VAN DISPUESTOS A PERDERLO TODO, Y OTROS VAN ESPERANZADOS EN ALCANZAR TODO... ¡UNOS VAN HACIA LA MUERTE RESIGNADOS A TERMINAR Y OTROS, VAN HACIA ELLA, CON LA ESPERANZA DE COMENZAR...!

EXTRACTO DEL LIBRO:
VIVE CON TUS MUERTOS

AUTOR: RENE TROSSERO

No hay comentarios:

Publicar un comentario