"EDUCAR ES INTRODUCIR EN LA REALIDAD CON AMOR Y CONOCIMIENTO. EDUCAR ES CONVERTIR A ALGUIEN EN PERSONA. LA EDUCACIÓN ES LA BASE PARA EDIFICAR UNA TRAYECTORIA PERSONAL ADECUADA." (ENRIQUE ROJAS).
Las madres por excelencia, comprometidas con la vida y el progreso en todos los sentidos, asumen con verdadera entrega y pasión la educación de sus hijos. Esto les implica, considerar las necesidades de esos seres particulares que encarnaron para transitar junto a ellas, el camino de la vida. Este acompañamiento es positivo cuando se realiza con una conducta ejemplarizante, con argumentos y conversaciones razonables y dulces, que comunican conocimientos y promueven sentimientos basados en los valores morales esenciales como lo son: el respeto por la vida, la solidaridad, la justicia, la libertad, la igualdad y otros tantos que se sintetizan en el amor.
INDUDABLEMENTE QUE, LOGRAR TRANSMITIR Y PLASMAR EN LA CONCIENCIA DE CADA HIJO ESTOS VALORES TRASCENDENTES, NO ES TAREA FÁCIL, por el contrario, les exige en forma permanente una actitud que implica asunción de responsabilidades, muchas veces renunciamientos a los propios anhelos, y voluntad firme para la construcción de una relación sólida, de estrechos lazos afectivos. Este accionar les requiere además, paciencia, comprensión de la esencia espiritual de esos hijos y la valoración de la oportunidad que Dios le otorga de ayudarlos y conducirlos hacia la superación consciente de aquellas tendencias erróneas, prejuicios y debilidades que los limitan y traban su evolución, como también, el reconocimiento de las virtudes que demuestran y que han aquilatado en las sucesivas encarnaciones.
EN TODAS LAS ÉPOCAS HA SIDO DIFÍCIL DESEMPEÑAR EL ROL DE MADRE POR TODO LO QUE IMPLICA PERO, ES POSIBLE DEDUCIR QUE EN LA ACTUALIDAD ES ALGO MÁS COMPLEJO, DADO QUE NO SÓLO LES ATAÑE LA CRIANZA Y EDUCACIÓN, SINO QUE ADEMÁS, DEBEN DESARROLLAR TAREAS FUERA DEL HOGAR PARA CONTRIBUIR, EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS, A LA AYUDA ECONÓMICA FAMILIAR.
Esto si bien constituye para las madres una posibilidad de desarrollo amplio de sus capacidades, dado que su actividad no se circunscribe únicamente a la atención del hogar logrando contactarse con la realidad exterior en forma directa, requiere de la templanza y el esfuerzo cotidiano para compatibilizar ambas funciones: la de procurar el bienestar de los integrantes de la familia y la de contribuir eficazmente en su trabajo fuera de este ámbito. Además, existen madres cuyas preocupaciones exceden lo antes mencionado y se brindan solidaria y generosamente a los demás, su amor llega y alcanza otras fronteras motivadas por el deseo que anida en sus corazones de aliviar al necesitado, al que sufre pesares tanto materiales como espirituales.
Aún con las limitaciones que ellas posean, quienes así entienden su misión, representan una vida ejemplar para sus hijos y semejantes. Esta vida ejemplar es la mejor lección que transmiten y graban en cada hijo. Es el reflejo de lo mejor que pueden dar desde su condición humana y se mantendrá vigente incluso ante su ausencia física en la memoria de quienes con ella compartieron conocimientos, sentimientos y experiencias diversas.
Madres de ayer, de hoy, de mañana... siempre se proyectará de su ser, cuando su objetivo se orienta al logro de su misión educadora, la energía amorosa que emana de los seres que asumen responsablemente su compromiso.
Un compromiso que habla de dulzura, de entrega, de no horarios, de desgaste físico en algunas etapas de la niñez, de apoyo y comprensión, durante toda la vida.
Un compromiso asumido ante sí mismas que lleva implícito el propio desafío de vivir y ayudar a vivir a otros seres para ayudarlos a ser más felices. Son madres de tiempo completo que se debaten en sus propias luchas, con sus propios errores y limitaciones, pero que, a pesar de ellos, saben acompañar, guiar y educar para la vida.
OTRAS TAREAS PROPIAS DE LA MUJER PODRÁN SER DELEGADAS, EN CAMBIO LA MATERNIDAD, NO ADMITE POSTERGACIONES NI SUPLENCIAS, ES UN ROL QUE NECESITA EJERCITARSE CON PRESENCIAS AMOROSAS, CONSTANTES, BASADAS EN LA FIRMEZA, Y EL AMOR COMO IMPULSO DE VIDA, PARA QUE AYUDE A LOS HIJOS A SER A CADA INSTANTE, MEJORES COMO PERSONA, MÁS DIGNOS, MÁS RESPONSABLES Y MÁS FELICES.
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