¿Es la reencarnación una hermosa fantasía o una realidad? Tras la hipnosis, mucha gente asegura que puede recordar vidas pasadas y parece poder describirlas en gran detalle. ¿Son reales o sólo fantasías? ¿Puede comprobarse esto científicamente? ¿Se ha recopilado y analizado información para comprobar o desmentir estas hipótesis?
A fines de los años 60, La Dra. Wambach (Psicóloga) llevó a cabo un estudio de 10 años sobre recuerdos de vidas previas, bajo hipnosis, con 1.088 sujetos. Para mayor precisión histórica, la doctora hizo preguntas específicas sobre la época en la cual la gente vivía y sobre la vida cotidiana en tales épocas.
Tras un meticuloso análisis de los datos, la Dra. Wambach concluyó que la información reunida bajo la hipnosis era, con respecto a documentos históricos disponibles, “increíblemente precisa”, a pesar de que en el inicio de su investigación tenía la intención de “desacreditar” la reencarnación.
Esta edición continua revisando parte de su investigación:
Wambach seleccionó para su investigación principalmente a sujetos blancos de clase media de California. Sus recuerdos indicaron que habían vivido en distintas áreas geográficas y el color de su cabello era distinto durante la vida previa. Wambach los dividió en varias categorías de ascendencia: caucásicos, asiático, indios, negros y del oriente medio. Alrededor del 2.000 a.C., sólo el 20% de los sujetos eran caucásicos. Vivían ampliamente dispersados a lo largo de lo que se conoce como el Oriente Medio, el Mediterráneo, Europa y Asia Central (Kazakhstán, Uzbekistán, etc., zona llamada Estepa Central durante los tiempos históricos). Los recuerdos de los sujetos parecían ser principalmente de dos razas distintas (aproximadamente 40% de cada una).
Esta edición continua revisando parte de su investigación:
Wambach seleccionó para su investigación principalmente a sujetos blancos de clase media de California. Sus recuerdos indicaron que habían vivido en distintas áreas geográficas y el color de su cabello era distinto durante la vida previa. Wambach los dividió en varias categorías de ascendencia: caucásicos, asiático, indios, negros y del oriente medio. Alrededor del 2.000 a.C., sólo el 20% de los sujetos eran caucásicos. Vivían ampliamente dispersados a lo largo de lo que se conoce como el Oriente Medio, el Mediterráneo, Europa y Asia Central (Kazakhstán, Uzbekistán, etc., zona llamada Estepa Central durante los tiempos históricos). Los recuerdos de los sujetos parecían ser principalmente de dos razas distintas (aproximadamente 40% de cada una).
La edad media de los sujetos era de alrededor de los 30 años y la mayoría nació después de 1945. Cuarenta y cinco de los sujetos recordaron vidas previas entre el año 1900 y 1945;n tercio eran asiáticos. Entre los que vivieron entre el 1900 y 1945, la muerte por causas no naturales parecía ser muy alta. Muchos de ellos murieron durante las dos guerras mundiales, también en guerras civiles en países asiáticos. Por lo tanto, esta gente reencarnó poco después de haber muerto.
Sorprendentemente, la Dra. Wambach encontró que el 69% de los sujetos que murieron durante los 1850 eran caucásicos, mientras que entre el 1900 y 1945, sólo 40% eran caucásicos. Parece que la transmigración de las distintas razas aumentó después de 1945. ¿Qué podría haber sucedido durante esa época? La Dra. Wambach dijo bromeando: “lo más probable es que muchos devotos de la Iglesia Congregacionalista reencarnaron en la China comunista”.
Con relación a los hábitos alimenticios de la gente que vivió alrededor del 500 a.C., éstos no eran tan malos. El veinte por ciento de los sujetos recordaron que comían aves y carne de oveja. Sin embargo, entre el año 25 d.C. y el 1.200 d.C., los hábitos de comer eran bastante pobres. Los sujetos recordaron que la comida era desabrida. No es de sorprenderse que los que recordaron la comida más sabrosa eran aquellos que recordaron una vida previa en China. Una de las mujeres le contó a la Dra. Wambach que comía muchos rábanos en su vida previa. Dijo: “No he comido rábanos durante esta vida, así que es un misterio para mí el cómo supe que eran rábanos”. Unos meses después, fue a comer a un restaurante con su marido. Había unos vegetales blancos que se veían bastante raros en uno de los platos que ordenó su esposo. Después de probarlo, le dijo a su esposo que era como el sabor del rábano que comió en su vida anterior. Le preguntaron al camarero, y éste les dijo que eran rábanos. Otra persona recordó que había vivido durante los años 800 d.C. en lo que hoy se llama Indonesia. Recordó haber comido un cierto tipo de nuez que no había comido, ni siquiera visto en esta vida. Más tarde vio una foto de esas nueces en una revista. “¡Es exactamente lo que vi bajo la hipnosis!” dijo, “el artículo comentaba que estas nueces sólo se encuentran en la isla de Bali”.
La Dra. Wambach también interrogó a los hipnotizados durante los recuerdos de una vida determinada, las razones de sus muertes y sus experiencias. Para protegerlos de la angustia y el sufrimiento, la doctora les dio instrucciones de suprimir sus sentimientos negativos de ese tiempo. Las experiencias de los sujetos eran muy similares a las experiencias extracorpóreas sufridas por personas reportadas clínicamente muertas por los doctores e investigadores de hoy. Salieron de sus cuerpos, se vieron a sí mismos desde arriba, vieron luz y a los familiares que habían muerto anteriormente. Se sintieron libres de los lazos humanos y, al mismo tiempo, tristes por aquellos parientes que aún seguían vivos.
Entre todos los sujetos, 62% murieron de vejez y enfermedad, que los antiguos chinos llamaban “murió en su cama”. 18% murió violentamente durante la guerra o alguna otra catástrofe provocada por el hombre, y el restante 20% murió en accidentes. Algunos sujetos dijeron que ya habían dejado sus cuerpos físicos aún antes de ser fatalmente heridos. Encontramos que en el año 1.000 a.C. y el siglo XX d.C., la proporción de gente que murió violentamente alcanzó su número más alto. Parecía haber muchas batallas localizadas entre tribus durante el 1.000 a.C.
En el siglo XX, muchos murieron durante un ataque aéreo cuando tiraban bombas en áreas civiles. Por lo general, esta gente había muerto de asfixia por el humo causado por las bombas. Esta información pudo ser verificada fácilmente por registros históricos recientes. Nuevamente, creemos que las descripciones de los sujetos no fueron una ilusión, ya que no mucha gente estaba al tanto de esto.
La Dra. Wambach no era una creyente religiosa. A la información que juntó la llamó un “mito” de la vida. También alentó a los lectores a que obtengan su propio “mito”. Hoy en día, hay muchos libros publicados sobre la reencarnación.
La información reunida por investigadores más recientes es más exhaustiva, profunda y perspicaz que los datos juntados por Wambach. Aun así, el libro su libro, “Vida antes de la vida”, sigue siendo valioso porque hasta ahora es la única investigadora que completó un análisis estadístico para poner a prueba la hipótesis de la reencarnación con una amplia muestra de información.
Por supuesto, el lector debería juzgar por sí mismo si la reencarnación existe o no.
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