EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE

Conferencia del Dr Mariano Betés de Toro, médico psiquiatra de la UAH, lleva años investigando historias de luces al final del túnel.

 

MARIANO BETÉS DE TORO, MÉDICO-PSIQUIATRA Y CATEDRÁTICO DE FARMACOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ, lleva cinco años investigando científicamente las experiencias cercanas a la muerte (ECM), algo que a muchos les puede sonar a historia de marcianos pero de las que ya se hablaba en el siglo IV antes de Cristo, cuando Platón en su libro La República narró la leyenda del soldado Er, que tras darle por muerto en la batalla, al ser enterrado despertó y contó que había estado en un túnel donde se sentía muy bien y se encontró con unos seres que le dijeron, algo así como “vuelve y cuéntalo”.

 

¿QUÉ ES EXACTAMENTE UNA EXPERIENCIA CERCANA A LA MUERTE?

 

–Es un proceso que se experimenta en una situación muy especial, cuando se produce la muerte cerebral durante unos segundos o minutos. Hay algunos casos en los cuales, el paciente nos va a contar, posteriormente, una experiencia que ellos describen como sensorial. Sólo lo reconoce el 18% de las personas que han pasado por ella.

 

¿CUÁL ES EL PERFIL DE LAS PERSONAS QUE HAN PASADO POR UNA ECM?

 

–Las experiencias cercanas a la muerte se dan en todas las culturas, en todas las épocas, en todas las edades y en gente de todas las ideologías y creencias religiosas.

 

¿QUE ES LO QUE EXPERIMENTAN LOS QUE PASAN POR ESE TRANCE?

 

–Lo primero que refieren los pacientes es haber visto una inmensa luz, de la que se sienten atraídos, al final de un túnel que parece llevar a otra dimensión. Además, visualizan, a gran velocidad, una especie de película con los hechos más importantes de su vida, incluso desde el propio nacimiento. También cuentan haberse reunido con familiares fallecidos, en algunos casos, sin saber previamente que estos parientes habían muerto. Asimismo, los que han experimentado una ECM aseguran que durante el proceso se sintieron muy vivos, como fuera del cuerpo.

 

¿CÓMO SI FUERA LO QUE DENOMINAN ALGUNOS VIAJE ASTRAL?

–Los científicos y médicos que están estudiando, desde hace años, este fenómeno, se preguntan si hay una especie de conciencia separada del cerebro. Sirva como ejemplo el caso de Pam Reynolds, una cantante norteamericana que sufrió un grave aneurisma cerebral. Resulta que, durante la intervención quirúrgica, tuvo una parada cardiorrespiratoria. Los médicos consiguieron reanimarla, y ella contó posteriormente a su psiquiatra como se había visto a sí misma desde arriba. Lo curioso es que también refirió haber oído lo que decían los cirujanos: “Se nos muere, se nos muere”, y fue capaz de describir con precisión –lo cual fue corroborado posteriormente– el instrumental con el que fue intervenida”.

 

¿QUÉ EXPLICACIONES CIENTÍFICAS SE HAN PODIDO DAR A ESTOS FENÓMENOS?

 

–Hay tres concepciones científicas sobre las ECM. La dualista, que entiende que lo que se denomina “alma” sobrevive al cuerpo; la materialista, según la cual, la conciencia es una elaboración, un subproducto del cerebro; y la tercera, aún por confirmar es la denominada conciencia universal.

 

¿CONCIENCIA UNIVERSAL?

 

–Los partidarios de esta tesis consideran que la mente, la conciencia, permanece activa activa, durante un tiempo, fuera del cuerpo. El doctor Van Lommel decía, de hecho, que el cerebro no era el creador de la conciencia, sino el receptor de la conciencia. Pues bien, podría existir una conciencia universal que se encuentra más allá del cuerpo, que es atemporal y que se concreta temporalmente en el cerebro de cada uno. Durante la ECM se podría estar captando una información de esa conciencia universal que el paciente, al regresar, interpreta a través de sus sentidos. De modo que, a lo mejor, tenemos que replantearnos en concepto de muerte cerebral, incluso el de muerte mismo.

 

¿CUÁNTOS CASOS HA INVESTIGADO USTED HASTA EL MOMENTO? –

 

Unos 120. Son pacientes que acudieron a mí como psiquiatra.

 

¿QUÉ EFECTOS PSICOLÓGICOS TIENEN LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE?

–Las ECM suelen dejar una huella muy intensa. La positiva es que los pacientes dejan de tener miedo a la muerte y se produce en ellos una transformación profunda. Les cambia su actitud y su escala de valores. Además se vuelven mucho más reflexivos y dan más importancia a los sentimientos entre las personas, con gran tendencia al altruismo, a ayudar a los demás, relegando a un segundo plano las cosas materiales. Lo negativo, para algunos, es el problema de adaptación al medio en el que vivían antes de la ECM.