PARA EL ESTUDIO, COMPRENSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL Y LOS PROCESOS DE LA MUERTE

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domingo, 24 de enero de 2010

RESILENCIA: DE LA FÍSICA A LA PSICOLOGÍA

"La sociedad actual necesita de una fuerza. Esa fuerza ha de actuar de adentro para afuera, del interior para el exterior, afinando los sentimientos, despertando la razón y la conciencia de los seres humanos".

La Psicología nos aporta una nueva visión de las fuerzas de recuperación que los seres humanos tienen, ante las experiencias y, a su vez, nos enseña la posibilidad de acrecentarlas desde la educación.

¿Qué significa Resiliencia?

Según el diccionario, en física: es la resistencia que oponen los cuerpos, en especial los metales, a la ruptura por choque o percusión.

En términos de ingeniería: es la capacidad de un material de resistir a choques imprevistos sin quebrarse y de recobrar su forma original, aun después de haber estado sometido a una presión deformadora.

En construcciones antisísmicas, la estructura se balancea, puede sufrir daños menores pero no se desmorona.

El concepto de Resiliencia fue importado por la psicología desde la ingeniería.

Desde el punto de vista psicológico, puede entenderse como:
La resistencia a las frustraciones a las cuales los seres humanos se enfrentan en su vida cotidiana. O bien la capacidad de adaptación que tienen los seres humanos ante las diferentes circunstancias de vida.

Nuestra personalidad puede analizarse y observarse como un edificio que va a ser construido poco a poco. Durante esta construcción, muchas frustraciones pueden ponerlo a prueba. Podría definirse a la Resiliencia como un proceso de resistencia frente a la adversidad.

Se observan sus evidencias en pequeños detalles de la vida de las personas, en cómo ellas intentan lidiar con los problemas de una forma constructiva, de manera de transformar los escollos de su camino en beneficio propio. También se evidencia de dos formas diferentes, por un lado, la aceptación de las adversidades, y por otro, el conseguir superarlas.

Esta facultad de recuperación implica dos componentes:

1.- la Resiliencia frente a la destrucción, es decir la capacidad de proteger la propia integridad ante las presiones, ante las crisis;

2.- la capacidad para construir conductas vitales positivas pese a las circunstancias difíciles.


Visto desde el conocimiento espiritual no es otra cosa que el cúmulo de vivencias, de fuerzas o capacidades que irán a integrarse en el espíritu en sucesivas existencias, eliminando poco a poco egoísmos y acrecentando el amor a lo largo de su trayectoria evolutiva.

Visualizando este proceso conscientemente, no podemos soslayar la educación que deberá ser cada vez más estimulante para las capacidades del espíritu y del conocimiento de uno mismo.

¿Por qué surge este concepto en el terreno educativo? Porque es necesario fortalecer a los niños interiormente para que puedan "resistir" las dificultades. Fortalecerlos es informarlos, formarlos, favorecer las vivencias de cada etapa de crecimiento físico y psíquico, sin apurar sus tiempos y conociendo sus potencias y sus características espirituales. Y adentrarles en el conocimiento de sí mismos.

¿Con qué adquiere, el niño o el adolescente, fortaleza para superar sus adversidades?

Pues con buena autoestima, no ego, sino estima, con conocimiento de sus potencialidades y sus debilidades, cultivando sus aficiones, incentivando la expresión de sus sentimientos y sus necesidades, tomando los errores como lecciones y no como fallas o fracasos, siendo creativos, flexibles, activos, teniendo buenas relaciones emocionales, enseñando a saber pedir ayuda cuando se necesita, reflexionando antes de actuar, teniendo buen autocontrol, viendo la vida con optimismo, humor, gratitud.



Estando comprometidos a aportar lo mejor de sí mismos al mundo que los rodea, teniendo confianza en sí mismos y en los demás.

El conocimiento de la realidad espiritual como individualidad que se proyecta y se enriquece en el ejercicio de una vida responsable, se sustenta en los valores trascendentes (los cimientos del edificio), siendo la familia el primer grupo lugar donde pueden ejercitarse tales valores en un contexto natural de incompatibilidades y afinidades de sus integrantes, pero finalmente ligados y comprometidos afectivamente.

Un ser resiliente, no significa que sea un ser que consigue resistir a todas las presiones del medio ni a todas las solicitudes que éste le hace. Eso sería rigidez, y lo rígido se rompe. Un ser resiliente es un ser flexible a las presiones, con maleabilidad y recuperación.

Nadie está exento de situaciones de dolor, aun aquellas que nos tocan de cerca y nos conmueven.

Pero es el dolor el escollo que nos da la oportunidad de crecer a partir del aprendizaje, ejercitándonos en nuevos valores aún no asimilados o desconocidos.

Las circunstancias sociales y económicas también inciden en la vida familiar y en las instituciones y de hecho, podemos pensar en la Resiliencia de estos dos grupos humanos respecto de las alteraciones de ciertos valores tradicionales o haciendo esfuerzos por adaptarse a las nuevas situaciones que le son confrontadas.

Como se puede observar, la Resiliencia se encuentra en todos los aspectos Psicológicos del desarrollo del ser humano y, por ende, en los núcleos humanos donde éste se proyecta.

En la trascendente tarea educativa que tenemos como padres, que es tarea comunicativa, tenemos la hermosa oportunidad de enseñar valores y conductas, tratando de preservar la "estructura" (su personalidad) de ese ser que está bajo nuestro amparo para que su encuentro con la vida lejos de ser un camino sin obstáculos, (cosa poco probable) sea un camino con una dirección cierta, para su beneficio y el de la sociedad, para que cada vez el mundo en el que todos vivimos tenga mas igualdad, mas armonía y mas paz.

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