EN LA BÚSQUEDA DE UNA DEMOSTRACIÓN DE RESPETO Y CARIÑO HACIA LOS SERES QUE PARTIERON HACIA EL MUNDO ESPIRITUAL, SE HA ELEGIDO PARA RECORDARLOS EL DÍA 2 DE NOVIEMBRE.
GENERALMENTE, EL DOLOR Y LA ANGUSTIA INVADEN ESOS RECUERDOS Y NOS SUMIMOS EN UNA PROFUNDA TRISTEZA.
PERO... ¿NOS PREGUNTAMOS ALGUNA VEZ SI ESTA ACTIVIDAD NOS CONSUELA ESPIRITUALMENTE?
La muerte de los seres queridos, es una situación angustiante, pero tengamos en cuenta que esta es sólo una separación física.
El alma, o espíritu continúa viviendo, no se destruye con la muerte. El amor, la preocupación por los que ama, es patrimonio del espíritu y esto continúa más allá de la separación física, porque el alma desde el mundo espiritual sigue amando e interesándose por la felicidad de quienes están en sus sentimientos.
A ella le llegan las angustias y los desvelos de quienes compartieron su vida y se esfuerza por hacerle llegar su consuelo, su cariño, su visión de la vida ahora más ajustada a la realidad.
El espíritu continúa en libertad para seguir por el camino del progreso y de superación moral, siempre ascendente, fin principal y verdadero de su existencia material y espiritual.
En la medida que evoquemos con el recuerdo cariñoso, a quienes nos acompañaron en la vida material, con alegría, con optimismo, con ganas de vivir, destacando y valorizando en ellos los aspectos positivos desarrollados durante su existencia material, se sentirán regocijados y nos asistirán con comprensión y afecto, el mismo o quizás mayor que el que nos profesaron durante la vida.
LA VIDA ESPIRITUAL ES UNA REALIDAD Y SEGUIMOS VIVIENDO PORQUE EL PROCESO EVOLUTIVO DE LOS SERES NO SE LIMITA A ESTA EXISTENCIA. HAY UN ANTES Y UN DESPUÉS DE ESTA VIDA. EN ESE PROCESO EN EL QUE TODOS PARTICIPAMOS, SE ENCUENTRAN ELLOS, LOS SERES QUERIDOS QUE PARTIERON YA, SIGUIENDO EL CICLO NATURAL DEL DEVENIR EVOLUTIVO.
A esa vida plena de emociones y realidades podemos llegar con nuestro pensamiento y sentir de ellos el consuelo de la separación momentánea.
Nuestra ofrenda para ellos, esos seres que están siempre latentes en nuestro diario vivir, sea quizás una flor, pero el mejor homenaje deberían ser las obras de amor que brindemos durante cada momento de la vida, con la seguridad plena de que en la Naturaleza nada se pierde, sino que todo se renueva.
ESE SERÁ NUESTRO MÁS DULCE CONSUELO Y A ELLOS LLEGARÁ NUESTRA ALEGRÍA DE VIVIR CON AMOR Y PAZ, CON LA ÍNTIMA CERTEZA DE SU EXISTENCIA Y LA ESPERANZADA POSIBILIDAD DEL REENCUENTRO, AL CUMPLIR NOSOTROS TAMBIÉN NUESTRO CICLO EN ESTA VIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario