23 AÑOS Y LA MUERTE
PARA MÍ FUE MUY FUERTE Y RESOLVIÓ UN NUDO QUE TENÍA DESDE HACE MUCHO TIEMPO Y QUE MANTENÍA LATENTE POR AHÍ, EN UN RINCÓN AL CUAL DE VEZ EN CUANDO LE ECHABA UNA MIRADITA Y LO REPASABA MUY POR ARRIBA, ASÍ SIN MÁS.
Era algo que consideraba doloroso e injusto porque me había hecho perder una relación que me hacía sentir muy bien .Una mochilita sin desempacar.
Es difícil entender los momentos en que sufrimos. Es fácil decir que todo sirve para aprender. NO SIEMPRE LOGRAMOS EXTRAER LO IMPORTANTE DE ESOS MOMENTOS, SÓLO LOS SUFRIMOS, pasan, sanan, con el tiempo o con la voluntad que le ponemos para olvidar.
Hoy me enteré de la muerte de alguien a quién quise, pero no me había dado cuenta de cuánto. Había quedado en el pasado, 23 años atrás.
Es mucho tiempo para nuestras vidas de seres humanos. Cuando vi la noticia de su muerte en un diario viejo, del año 2010, se me secó la boca.
Significaba mucho para mí. Creía que lo había dejado atrás, que lo había superado.- De vez en cuando me reprochaba haber cometido un error con él. No lo había entendido. Lo había querido enmendar pero él no me lo permitió. Tanto le había dolido?
Me senté mirando la nada en el sofá del salón, frente a la ventana y cerré los ojos. Pasó más de una hora cuando mi gato me trajo a la realidad por sentarse sobre mi pié.
Y cuando abrí los ojos ya lo sabía. Eduardo había pasado por mi vida para darme una lección de amor- De amor incondicional, como debe ser el amor y como él lo sentía y lo esperaba de mí. Yo no supe corresponderle, no lo merecía ni a él ni a su amor. Yo no estaba a su altura. Debería pedirle perdón por haberlo hecho sufrir, con decepción, por haberlo dejado solo cuando me necesitó.
Pero ya no importa. Sé que por su forma de ser ya me perdonó aunque me hubiera gustado poder escucharlo. Eduardo fue importantísimo en mi vida- Hoy después de 23 años y de haber vivido tanto, con su muerte me terminó de explicar lo que es el amor. Tardó pero llegó. Valió la pena sufrir, conocer a Eduardo para después perderlo.
Claro, él ya había cumplido su misión en mi vida. Quise compartir esta historia corta de mi vida porque muchas veces buscamos explicación inmediata, queremos saber para qué todo. Siento que tuve el amor encapsulado en un rincón de mi alma, guardado para él, era el dueño.
Hoy se liberó, lloré, ya no se lo puedo dar, no se lo puedo decir. Igual para que, no tendría sentido. Yo le fallé, pero aprendí. Él, tan noble, honesto, sincero, generoso, amoroso, él me enseñó.-Y lo voy a seguir amando porque vive en mí.
GRACIAS, EDUARDO POR HABERME DADO ESTE PRECIOSO REGALO DE NAVIDAD- SIGO LLORANDO SÍ, POR TÚ Y POR MÍ, POR LOS DOS, PERO AHORA CON AGRADECIMIENTO TAMBIÉN.
ES UNA COLABORACIÓN DE E.G.S.
GRACIAS POR COMPARTIR TUS SENTIMIENTOS Y YA SABES PARA LO QUE NECESITES TODO EL EQUIPO DE ALBORADA ESTA A TÚ DISPOSICIÓN
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