USUFRUCTUAMOS EN LA ESPIRITUALIDAD EL CONTINENTE SIN LÍMITES DE DÓNDE VENIMOS; EN EL UNIVERSO FÍSICO, EL MAR SIN PLAYAS POR DONDE NAVEGAMOS DE VEZ EN CUANDO, Y EN LA VIDA ETERNA, EL ABISMO INSONDABLE DONDE DISFRUTAMOS LAS MAGNIFICENCIAS DIVINAS.
Durante el trayecto multimilenario de nuestras experiencias aprendemos, entre sucesivos trances de nacimiento y desencarnación, la alegría de vivir, junto con el descubrimiento y el reconocimiento de la necesidad y la comprensión del dolor, siempre forjado por nuestras propias faltas.
Hemos renacido y vuelto a morir millones de veces; contrajimos y saldamos obligaciones que han contribuido a que identifiquemos la excelsitud de la Providencia y el valor inapreciable de la humildad, para llegar a saber finalmente que la rebeldía humana es absurda e impotente.
Si las luchas por el perfeccionamiento moral no tienen una unidad de medida, la acción del amor es infinita en cuanto a la solución de todos los problemas y la medicación de todos los dolores.
Tolera con paciencia las inevitables pero breves pruebas del presente, que después experimentarás el júbilo.
EN RELACIÓN CON LOS COMPROMISOS ESPIRITUALES, TODOS CONSEGUIMOS SOLVENCIA A TRAVÉS DEL TRABAJO Y ESFUERZO PROPIO.
Aprovechemos la bendición del dolor para amortizar las deudas seculares que acumulan nuestras almas, y perseveremos resignadamente en el puesto de centinelas del bien, hasta que el DIOS nos ordene que nos rindamos con la transformación mediante la muerte.
SIEMPRE CARGAMOS DEUDAS DE LÁGRIMAS ENTRE UNOS Y OTROS.
Vive, pues, en paz con todos, en especial en lo que respecta a los hermanos con quienes la vida te intercomunica a cada instante, de modo de legar como testamento y fortuna actos de amor y ejemplos de fe, para fortalecimiento de los espíritus de tus amigos y descendientes.
Si es fácil morir una vez más, existen dificultades para que volvamos a nacer. Las puertas de los cementerios jamás se cierran; no obstante, las puertas de la reencarnación solamente se abren mediante la contraseña del mérito obtenido en las edificaciones incesantes de la caridad.
A DOLORES IGUALES, IDEALES SEMEJANTES.
AUXILIÉMONOS MUTUAMENTE.
El CONOCIMIENTO ESPIRITUAL —el libro de luz de la evolución— es nuestra base. Busquemos a Jesús el MAESTRO y tengamos presente que el lamento mayor, el desesperado clamor de los clamores que podría haber partido de sus labios, con la potencia de mil ecos dolorosos, jamás llegó a existir...
…………SOLO BASTARA SEGUIR LA ESENCIA DE SUS ENSEÑANZAS:
1.- AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS CON LA CONFIANZA DE QUE LA CREACIÓN ES PERFECTA Y QUE CADA UNO ES QUIÉN ES Y ESTÁ DONDE ESTÁ DE ACUERDO A SUS MERECIMIENTOS.
2.- AMAR A LOS DEMÁS LO MISMO QUE NOS AMAMOS A NOSOTROS MISMOS, RESPETANDO, VALORANDO Y AYUDANDO A TODOS LOS QUE LO NECESITEN DANDO LO MEJOR DE NOSOTROS MISMOS EN CADA MOMENTO
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